Destiny: Una Luz en la Oscuridad

Capítulo 12: Malos presagios.

  -¿Estas bien?- Pregunto Icaro preocupado a Moira mientras estaban en guardia contra el caballero restante.

  -Cansada...- Respondió Moira, la espada en sus manos estaba baja y se podía ver cómo tiemblan sus rodillas, a pesar de que apenas la puede sostener mantiene un agarre firme.

  Moira y Icaro se lanzaron hacia el caballero, Icaro uso lo último de sus fuerzas para cubrirse de llamas y luz de la Radiancia pero el cansancio afecto incluso su luz, sus llamas que deberían ser como una antorcha lucían como una frágil vela.

  En la sala, rodeados por ceniza y los restos de la colmena los cuatro guardianes estaban sentados sin fuerzas en el suelo jadeando, tenían incontables heridas de las cuales emanaba la luz en reemplazo de la sangre y sus ropas cubiertas de cenizas de la colmena. Cuando Moira y Icaro lograron derrotar al caballero con mucho esfuerzo la espada se esfumó en humo fétido con olor a ozono y junto a ella todos los demás engendros de la colmena se deshicieron en pedazos liberando completamente la sala, al ver eso los cuatro guardianes cayeron sin fuerzas en el suelo completamente exhaustos.

  -Esa espada... ¿lo logramos? ¿la destruimos?- Pregunto Moira viendo sus manos temblorosas.

 -No lo se... es difícil de decir... ciertamente la espada ya no está aqui, ni en ningún otro lugar de la necrópolis pero... ese temor y esa sensación de miedo que la espada transmite aún se mantiene- Explicaron los espectros y aunque los guardianes querían decir algo no tenían las fuerzas para hacerlo y simplemente mantuvieron el silencio. Pero aun así están de acuerdo con los espectros, no destruyeron la espada, incluso sienten que la espada solo cambio de lugar pero ¿a donde fue? esa respuesta era imposible de saber.

  Los cuatro estuvieron varios minutos en silencio recuperando sus fuerzas, al comprobar sus equipos pudieron ver que aun tenia la mitad total de sus municiones, mucho menos de lo que habían previsto de primer momento.

  -¿Qué hacemos? Podríamos seguir hacia los templos más profundo ya que los escaneos de Zuri me dicen que tenemos vía libre- Sugirió Icaro en voz baja.

  -Regresar sería beneficioso sin duda pero nos arriesgamos a que cuando regresemos tendremos que nadar en un mar de lacayos- Continuo Zuri.

  Los tres miembros restantes debatían en silencio, era sin duda una elección difícil ya que no estaban en la mejor condición y en este lugar donde su luz es más débil no pueden sanar totalmente aún con la ayuda de sus espectros. Después de unos minutos de silencio los tres guardianes levantaron sus miradas y asintieron firmemente en silencio.

  Luego de hacer los últimos arreglos y tomar un respiro continuaron adentrándose más en la luna, la puerta por la que había llegado el ogro anteriormente era su única opción y al cruzarla una nueva caverna se abre ante ellos, el túnel de piedra mataría los nervios de alguien con claustrofobia ya que era bastante justo y no había iluminación alguna. Al continuar su camino la caverna se expande exponencialmente mostrando la estructura interna de la luna, una vista ciertamente magnífica pero aterradora a la vez ya que parece ser totalmente hueca.

  -*Guar... G.... Guardianes*- Una transmisión estaba llegando por radio aunque había demasiada interferencia así que no se escucha bien.

  -Es una transmisión de la Torre, es dificil conseguir enlace pero no imposible- Comentó Chobo a un lado de Hawk.

  -*Guar.. Guardianes... aquí Ikora*- Se podía escuchar la voz difusa de Ikora.

  -*¿Guardianes.... pueden oírme?*-

  -Si maestra, hay algo de interferencia pero podemos escucharla- Respondió Icaro con su usual tono respetuoso con Ikora.

  -*¿Se encuentran todos bien? Hace ya tres días que están en la luna*- Preguntó Ikora con genuina preocupación.