No me rendiré (NAMO)

Capitulo 35

-Jamás voy a olvidar todo lo que hiciste por mí- le dijo con ternura- fuiste la única que estuvo conmigo cuando todo sucedió, me recibiste en tu casa sin si quiera conocerme bien, estuviste conmigo durante todo mi embarazo, fuiste tú quien dejo que Yeri existiera sin ti ella ni si quiera estuviera aquí, te mudaste simplemente porque yo estaba paranoica de vivir cerca de Nayeon, dejaste tu trabajo y te aventuraste conmigo a comenzar todo desde cero- recordó todo lo que habían pasado juntas- Sana jamás te dejaría de lado- le repitió- tú eres mi familia, tú eres mi hermana, la tía de Yeri así que no vuelvas a pensar eso

Sana asintió con los ojos llenos de lágrimas, Momo la abrazo fuertemente y Dahyun sonreía emocionada junto a ellas. Luego de varios minutos de aquella manera al fin se separaron limpiándose las lágrimas y dejando todo aquello de lado.

-Dahyun más te vale ayudarme con los preparativos de la despedida de soltera de Momo- hablo Sana recuperando su ánimo habitual sacando una sonrisa en Momo

-Cuenta conmigo- gritó la más bajita

-Eso sí- dijo la rubia levantando la mano y negando con la cabeza- nada de strippers mujeres- hablo- no, no y no, ese día vuelves a ser hetero Momo

-Dios- murmuro la rubia cubriéndose el rostro con las manos imaginándose lo que sus amigas planearían para ella- olvide con quien estaba tratando

-Dahyun saca tu cuadernito- le dijo poniendo el gesto pensativo- tenemos que comenzar los planes

-Aún ni decide cuándo va a casarse- gritó Dahyun riendo

-Es lo de menos podemos celebrar sus días de solteras muchas veces- dijo seriamente- Dahyun tú vas a hacer el pastel tiene que tener forma de...

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-Mis mamas se van a casar- fue lo primero que gritó Yeri emocionada cuando encontró a Joy detrás de los arbustos donde acostumbraban a tomar su receso juntas

-¿De verdad?- preguntó feliz

-Si- gritó aún más emocionada- ayer mamá Nayeon y mamá Momo me llevaron a cenar y me dijeron que el día que estuve en casa de tía Sana ellas se con...comprometieron- hablo teniendo problemas en la última palabra haciendo sonreír a Joy

-Te dije que los adultos se pelean pero luego se arreglan

-Eres muy inteligente- halago Yeri abrazándola fuertemente - estoy feliz de que seas mi mejor amiga

-Y yo- concordó Joy- aunque de grande vayas a ser mi novia siempre te voy a decir cosas inteligentes para que te sientas mejor

-Gracias- sonrío la niña besando su mejilla

Ambas comenzaron a comer en silencio hasta que Joy decidió hablar.

-Le conté a mamá que me besaste- admitió- se lo dije el mismo día que falte pero no te lo había dicho

-¿Por qué le contaste?- preguntó arrugando el ceño

-Porque no me gusta mentir- admitió- así como ahora te lo estoy contando a ti, los secretos no son buenos

-¿Se enojó?- preguntó

-No- negó con la cabeza- solo dijo que no puedo hacerlo más hasta que seamos grandes y quieras ser mi novia

-Yo sí quiero -respondió la niña - entonces solo debemos esperar a ser grandes

-¿No te enojas conmigo porque le conté a mamá?- preguntó Joy

-No- le respondió Yeri regalándole una sonrisa- por mí está bien

-Bien- respondió complacida la chica- me das de tus uvas, mamá solo me mando galletas hoy