Cap. 12 "La Culpa."

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Cuando llegamos a Londres, nos estaba esperando una limusina, Rick abrió la puerta para mí y sin querer nuestros cuerpos se rozaron, y sentí como mi cuerpo reaccionaba templando de excitación, que ese pequeño roce había provocado, por lo que me senté lo más lejos posible de Rick.



(Richard Maxwell)


Tras Salir de la habitación de Melody y cerrar la puerta, la escucho llorar y eso me lastima. Voy a mi habitación pensando en la estupidez que he cometido.


No puedo creer lo que he hecho, jamás me imagine que podría llegar a comportarme de esa manera, se bien que fueron los celos los que me han acicateado a comportarme como una bestia.


Estoy arrepentido y la culpa me está matando; Melody era virgen, lo sé bien, como hombre me he dado cuenta de eso, la he violado, y he torturado su cuerpo de forma salvaje y aun cuando he tratado de hacerla disfrutar, siendo suave después de darme cuenta; Pero mi deseo por ella era tal que volví a moverme fuerte, rudo y rápidamente; fui una bestia salvaje, la deseaba desde que la vi por primera vez, pero al tratarla, al conocerla, me fue conquistando y termine enamorándome y ahora la he lastimado y aún después de sufrir mi cruel atentado, ella me ha acariciado el cabello con ternura, como si tratara de quitarme un poco de culpa.


Paso la noche en vela, pensando en el atroz acto que he llevado a cabo; pero también recuerdo el maravilloso cuerpo de Melody, que una vez pasada la impresión de la primera embestida, ella respondió a mi deseo, a mis caricias entregándose por completo a mí, sin dejarse nada y yo lo he tomado, saciando mi deseo por ella momentáneamente, pues aún la deseo y con mayor intensidad, pero antes debo hacer todo lo posible para que ella me perdone y de ser posible lograr que ella me ame.


Muy temprano tras darme un baño y vestirme me acerco a la habitación de Melody, abro la puerta sin hacer ruido, la veo en la inmensa cama, desnuda bajo las sabanas, con su largo cabello esparcido por las almohadas y con los parpados aun brillantes de las ultimas lagrimas; tratando de no despertarla, me siento en la orilla de la cama.


Ella debió sentirme porque suspiro y se movió un poco dejando al descubierto ante mi vista, unos moretones que he dejado sobre la blanca piel de sus brazos, eso me lleno de remordimientos; ella volvió a moverse y al hacerlo se le han descubierto los senos y horrorizado, aun mas si es posible, veo las marcas de las mordidas que he dejado en ellos. No pude aguantar más y salgo de la habitación como si me persiguieran mil demonios. Al salir piso algo suave y al ver que es me encuentro con los pantalones de mi pijama, los recojo y voy a mi habitación.


Me encuentro en la salita de la suite esperando por ella, tengo la mirada fija en la nada; es casi medio día cuando la escucho salir.

-Buenos días Rick.- me saluda con un tono de voz tan bajo que apenas si alcanzo a escucharla, pero volteo hacia donde ella esta y verla tan triste y desvalida me hace sentir aun peor de lo que ya me siento.


Comienzo a hablarle a disculparme, tratando de decirle lo mal que me siento y lo arrepentido que estoy, pero también que quiero que sigamos como pareja, pues si algo se es que sigo deseándola con el alma, ansiando sentir su cuerpo firme y tibio, su piel suave y perfumada y de sus labios suaves y dulces que tras disfrutarla la noche anterior me ha dejado hambriento de más.


Le anuncio que ya no habrá divorcio pues soy consciente de que no use protección y que puede haber consecuencias; le prometo que las próximas noches todo será mejor, pues pienso hacerla disfrutar al máximo de nuestra intimidad, no solo saciarme de ella, aunque es algo que se que nunca podré hacer, pues con solo recordarla se que no podré saciarme nunca de ella. Así que le pido olvide mi proceder y tratemos de hacer las cosas de mejor manera, yo las hare de mejor manera.


Se que estoy nervioso y arrepentido, pero mi voz se escucha sin emoción alguna y al ver que Melody no responde, me altero por lo que termino gritándole otra vez, lo que claramente vi la asusto. Cielos me tiene miedo y no la culpo después de anoche.


La veo estrujar sus manos y tomar un largo respiro antes de escuchar su voz.

-Yo también tengo algo que decir, tal vez yo provoque lo que paso anoche, no te culpo por nada de lo que hiciste, y si quedo embarazada, tampoco te culpare, pero no voy a vivir contigo, mucho menos a dormir contigo, no habrá una próxima vez.- Dijo seriamente en un tono de voz calmado sin emociones.


Al escuchar lo que Melody me dice, me molesto, ella no solo no me culpa por violarla, sino que se adjudica la culpa por lo que yo le he hecho, no me desprecia ni me recrimina nada en absoluto, pero me rechaza fría y totalmente y levantándome como un resorte, me acerco a ella y tomándola fuertemente por los hombros sin medir mi fuerza comienzo a sacudirla mientras furioso comienzo a gritarle, amenazándola con el contrato que la hice firmar, recordándole que tiene una obligación conmigo y que deberá cumplirla le guste o no.


Y anunciándole el regreso a Londres me doy la vuelta y me dirijo al teléfono, llamo a recepción para ordenar que venga alguien a preparar el equipaje y que preparen mi cuenta. Y dejándola sola en medio de la salita, me voy a mi habitación dando un portazo.


Me siento frustrado, las palabras de Melody han terminado con mi muy ligera esperanza de conseguir su perdón y con ello, que me dé la oportunidad de ganarme su corazón, enamorándola, como debí hacer desde el principio, de hacerla mi mujer de forma suave y delicada, tal y como una mujer dulce y frágil como ella se merece, de hacerla vibrar de pasión y deseo como cuando estuvimos bailando, pero eso ya no podrá ser posible, al menos no por ahora; a menos que consiga que ella me acepte a su lado nuevamente. Por el momento lo único que puedo hacer, es ser fuerte y mostrarme frío, obligándola a vivir conmigo, así al menos podre tenerla cerca, escuchar su dulce voz y observarla de lejos.


No hablamos más y en silencio llegamos al aeropuerto; no puedo dejar de pensar en la única noche que he pasado con ella, el recuerdo de su cuerpo me hace estremecerme, pues el solo recuerdo de su suave y cálida piel me excita, la había hecho mía con pasión y deseo, pero se bien que más que pasión, había sido furia y aun así disfrute del cuerpo de mi mujer, pues aunque ella no lo me quiera, ella ahora es mi mujer; al observarla me doy cuenta de que Melody aún sigue teniendo ese aire virginal de antes, aunque ahora hay algo más en sus ojos que no se definir, será tristeza, melancolía y todo eso le pesa como si llevara una pesada loza sobre sus blancos y frágiles hombros; eso me causa un profundo dolor, pues se bien que yo lo he causado.


Cuando llegamos a Londres, ya nos estaba esperando una limusina, así que abro la puerta para que Melody entre y sin querer nuestros cuerpos se rozaron, me quedo tenso junto a la puerta, pues ese ligero roce lo he sentido como una fuerte descarga eléctrica, excitándome de inmediato., cuando al fin entro a la limusina, la veo sentada lo más lejos de mí que le es posible eso me duele. Pues me tiene miedo y posiblemente me odia y no puedo culparla.


Contratada para un Matrimonio.   #RossmerAwards2k20Donde viven las historias. Descúbrelo ahora