~Dos diablos~(Karmaxlectora) -Terminada-

Capítulo 16. Mal Karma

—No puedo estar más orgullosa de ti. —admití, fingiendo que secaba lágrimas invisibles con orgullo. Ella rió levemente y volví a mi sitio. Miré de reojo a Karma, con una sonrisa, que se borró al verle serio. —¿Ocurre algo, Karma-kun? —me miró de reojo.

—No, todo está bien. —respondió seco. No pude evitar preocuparme, y volví mi vista al pulpo. Ya habíamos ganado, no necesitábamos ni matemáticas pero...

—En matemáticas... hay un empate. La primera en la clase E es (t/a) (t/n) pero empató a 100 puntos con Asano. —anunció, haciendo que todos se animaran. Me preocupé levemente. ¿Y Karma?

Globalmente, había quedado segunda, detrás de Asano. Sin embargo... no vi nada de Karma por los de arriba. Nada.

Me escabullí durante el almuerzo a buscarle, encontrándolo molesto tras un árbol.

—La clase A es realmente poderosa, casi monopolizaron los seis primeros puestos de no ser por (t/n)-chan que quedó segunda tras Asano. Los siguientes de la clase E son Takaoka y Takebayashi, empatados en el 8° lugar. El resto de alumnos de la clase A también han estudiado como locos y la dificultad de los exámenes se ha incrementado sensiblemente. Ningún alumno perezoso podía aguantar ese ritmo. —le comenzó a decir el pulpo.

—¿Que trata de decirme? —preguntó serio y frío el pelirrojo.

—Pensabas... "Soy tan guay que voy a sacar las mejores notas en estos examenes sin esforzarme" que vergüenza. —El chico se sobresalto, ruborizándose al máximo. —Hay 4 alumnos que se han ganado el derecho a destruir mis tentáculos, Nakamura, Isogai, Okuda y (t/n). Esta vez no has contribuido nada al intento de asesinto, ni a la apuesta. Quienes no sean capaces de hacer lo que se espera de ellos verán como su presencia en esta clase se va desvaneciendo. Un asesino que descuida afilar su espada no puede llamarse asesino. ¿Qué pesnaría (t/n)-chan si supiera que has ignorado los intereses de la clase y peor aún... que por poco destruyes su plan? Ella te ve como un compañero fuerte en quien apoyarse, ¿qué pensaría si sabe que no eres más que un vago y que es mejor que no se apoye en ti? Todos se apoyan en ella, ¿ella no puede apoyarse en alguien? —le molestó el pulpo, hasta que finalmente se cansó y le apartó de un manotazo, yéndose con la cabeza baja. Miré molesta al pulpo.

—Entiendo el porqué y sé que puede tener un buen resultado pero... eso es excederse, pulpo. No sabes como puede acabar si destruyes su orgullo así. —recriminé. Karasuma también se quejó.

—No os preocupéis. Solo le he presionado porque sé que actuará en consecuencia. Está dotado de un inmenso talento, pero es bastante habitual que las personas con talento carezcan de experiencia. Existe el peligro de que lo entrenemos sin que se sienta amenazado y acabe ganando sin tan siguiera esforzarse. Si un talento como el suyo conoce la frustración de la derrota, puede llegar a crecer aún más. Los exámenes nos ofrecen una oportunidad única para enseñarles el significado de a victoria y la derrota, de ser débil y fuerte. De empaparse bien con los éxitos y los fracasos, ¿qué es la victoria? ¿Qué es la derrota?... —comenzaba a divagar, cosa que comenzaba a cansar a la joven.

—Es decir, ya ha sentido la derrota en esto, ¿no? —le corté a lo que él se rió.

—Sí, (t/n)-chan, y sentí la derrota y creeme que el sabor amargo que tiene no volverá a tocar mis labios.

—... aún así, no me ha gustado, pulpo. —negué, lanzándole un cuchillo, que esquivó rápidamente. Me dirigí a buscar al pelirrojo, preocupada.

Me interné en el bosque y le encontré apoyado contra un tronco, con la mirada gacha y serio. Preocupada, caminé hacia él. Sin duda, no me gustaba ver a Karma así.