Prólogo

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Cuando ocurre algo que cambia el curso de la historia tal y como se conoce, jamás se olvida. Ese suceso queda plasmado para que las generaciones futuras conozcan lo frágil que puede llegar a ser el mundo y su estabilidad.

Muchísimos son los momentos que han marcado el transcurso de la humanidad, pero parece que los seres humanos damos la espalda a todo lo que pertenece a antaño, nos cubrimos los ojos con una venda y pensamos que nunca nos pasará a nosotros.

Pobres seres ególatras y narcisistas, incapaces de darnos cuenta de que nuestras vidas son como una fina cuerda que puede romperse en cualquier momento, así seas el hombre más adinerado del mundo.

Imaginad las caras de esos millones de personas cuando en 2030, el mundo tal y como lo conocían se detuvo y dio paso a una guerra que tan solo dejó estragos y miseria a su paso. A partir de ese momento, el planeta tierra dejó de ser azul, dejó de ser bello. Junto a los tanques, las bombas, los golpes de estado, los enfrentamientos entre países, la miseria y los fusilamientos estalló también una neurosis colectiva en la raza humana.

Se llegó incluso a pensar en que el fin del ser humano había llegado. Sin embargo, todo tiene su final, y aquella guerra concluyó. Muchos la vaticinaban antes de que ocurriera, como la Tercera Guerra Mundial, y así es como aparece hoy día en los libros de historia. Una guerra corta en duración, pero la más destructiva de todas. Duró tan solo seis escasos meses, pero los estragos fueron absolutos.

A pesar de que la calma al fin se instaurase, los destrozos que había dejado la gran guerra eran irreparables. Solo quedaba un país intacto, un país que coronaría en tan solo dos años con el título de la principal potencia económica de todo el mundo: La Gran Potencia.

Muchísimos eran los países que disfrutaban de sus riquezas antes de la guerra, pero, cuando todo acabó, casi todos se encontraban al borde del precipicio, luchando contra el viento para no caer al vacío.

Ya no había "fuerzas mundiales" sino una única "potencia mundial", La Gran Potencia dominaba el mundo. Siempre hay quien logra hacer fortuna de la desgracia y de la guerra, en este caso, La Gran Potencia hizo del conflicto global su mayor negocio, algo que le otorgó una posición de muchísimo control después de la guerra.

La mayoría de los países enseguida comenzaron a solicitar ayuda para no hundir en la miseria a todos sus ciudadanos, pero para que esto sucediese necesitaban un milagro. La Gran Potencia contaba con una posición estratégica predominante a nivel mundial, y no dudó en aprovecharla. La poderosa nación concedió importantes ayudas económicas de manera escalonada a casi todos los países del mundo, de manera estratégica, a cambio de potestad para intervenir en la regulación de las nuevas leyes y reglamentaciones de los países que ayudaba. De este modo, se coronó casi como un Dios moderno, que hacía y deshacía a su antojo. Todos los tratados comerciales eran absurdamente ventajosos para ellos y los intereses que acompañaban a las ayudas eran del todo excesivos.

ENCERRADOS #LuchaParaGanarWhere stories live. Discover now