Parte única

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NOTA: 

La portada de este pequeño one-shot tiene como protagonista indiscutible el precioso fanart KakaIru de Ariana del Zotto, a la que podéis encontrar vía Tumblr en la siguiente dirección (recordad eliminar los espacios, es que me he visto en la obligación de ponerlo así porque si copio y pego la URL de su Tumblr tal cual, Wattpad no me lo permite): 

ari - arts. tumblr. com/ ?fbclid = IwAR1Mp vfO0NpOTd baBRQpun PDH Xbx9 C4 GJa1dfk5 W8S HOpFse w6WhTr in02w

Os recomiendo encarecidamente que le echéis un vistazo a sus creaciones; ¡son oro puro!

٩(。•‿•。)۶

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Los rayos del sol se estrellaron contra sus párpados cerrados, despertándolo casi al instante. Genial, la noche anterior se había olvidado de bajar las persianas antes de irse a dormir. Simplemente genial. Abrió los ojos casi dolorosamente y miró la hora en el despertador. Las 9 de la mañana... Debería ser ilegal que el domingo tuviera siquiera esas horas...

Kakashi trató de volver a conciliar el sueño, pero un extraño ruido proveniente de la cocina captó su atención. ¿Qué diablos...?

De pronto, y bajo la posibilidad de que alguien hubiera irrumpido en su casa, se sentó de golpe en la cama. Inmediatamente sintió un agudo pinchazo en las sienes que le tuvo bizco durante un buen rato. Cierto, la noche anterior había salido a beber con Gai, Asuma y el resto de majaderos que se consideraban amigos suyos. Aunque no recordaba gran cosa... Más de la mitad de la noche estaba borrosa. De pronto recordó algo: un cálido cuerpo, mordiscos y los gemidos más endemoniadamente sensuales que probablemente hubiera escuchado jamás... Oh, mierda.

―No jodas que follé... ―susurró para sí. «Sí, campeón, anoche triunfaste; mala suerte que vayas a tener que darle la patada, porque por lo que suena por esa cocina, el chico de turno todavía sigue aquí...», le dijo la voz de la razón, que por algún extraño motivo sonaba como la de Tenzo.

Aun así, qué raro que los perros no hubieran hecho escándalo nada más ver a un extraño entrar en la cocina. Deberían haberse vuelto locos al instante...

Extrañado, y con palpitante dolor de cabeza que prácticamente le hacía zumbar el cerebro, salió de la habitación. Por suerte, recordó que andaba desnudo y acertó a ponerse un pantalón. La camiseta no; la camiseta estaba en el suelo, y el suelo no era fiable en ese preciso instante; quedaba demasiado lejos en términos de distancia y fuerza de voluntad.

Caminó con cuidado hasta la cocina, sin hacer ruido para no hacer notable su presencia y pensando en mil formas de darle la patada a su ligue, pero, al llegar, se quedó parado junto a la puerta de la cocina. Dándole la espalda y preparando algo de comida sobre la isleta, había un joven de cuerpo esbelto y piel morena, cabello castaño largo y oscuro cayendo sobre su espalda en una cascada de ondas despeinadas. Kakashi no pudo evitar fijarse en esas bonitas piernas: largas, estilizadas, sin un solo vello y con una piel de aspecto sedoso al tacto. ¿Sería deportista? Tenía toda la pinta. Dispuesto a descubrirlo, fue subiendo la mirada por los definidos muslos hasta el trasero. Porque si algo había aprendido Kakashi a lo largo de su libertina vida, era que el secreto estaba en el culo. Pero ni modo, lo que bien podría ser un pedacito de cielo se encontraba recubierto por la única prenda que el joven de tez morena llevaba puesta... Nada más y nada menos que la camisa azul que Kakashi había vestido la noche anterior. Ah, no, eso sí que no. Kakashi podía tolerar que un ligue de una noche pudiese quedarse dormido por el cansancio y la más que seguramente increíble sesión de sexo salvaje, (porque el sexo salvaje y desenfrenado estaba garantizado por el propio código ético de Kakashi) pero de ahí a empezarle a coger cosas como si tuviera algún tipo de derecho...

Quererte en diferido [KAKAIRU]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant