Magi - Princesa Shinobi

Muriendo Por Dentro

-Que ocurre Ino? — Sakura salió por el alboroto igual que el resto.

-Les traje comida y nueva ropa — lo último hizo que se rodeara de un aura brillante — ahora, desvístanse — ordenó señalando a los pelirrojos, al de cabello violeta y al de trenza oscura que la vieron confusos.

-Que pretendes Ino cerda? — sabia que su amiga era descarada, pero no la creyó tanto — te recuerdo que eres casada.

-Mi marido no es celoso — le guiño un ojo juguetona.

-Pues dudo que no lo sea al escucharte decir eso — arqueó una ceja inquisitiva, ahora que lo pensaba no le había preguntado sobre su esposo — como sabes que no se molestará?

-Porque está atrás de mi — Aladdin y Sakura casi caen de espalda — quien crees que carga las cosas?

Fue entonces que notaron como efectivamente la rubia no cargaba nada, Ino se adentró a la casa sin pedir permiso seguida por un hombre de cabello oscuro y piel extremadamente pálida que empujaba un carrito con varias bolsas.

-Sai...! — decir que estaba sorprendida era poco.

-Hola fea, me alegra que estes de vuelta — otra cosa que extrañaba, la falsa sonrisa de Sai y su manera cruda de decir las cosas.

Como ese tipo se atrevía a llamarla fea? Si ella es una de las mujeres más hermosas que cualquier de ellos conocían... quizá era por estar casado con esa chica escandalosa pensaron.

-Te cásate con la cerda?! — la sorpresa se leía en su rostro.

-Me conoces, lo que me gusta me lo quedo — Ino respondió haciendo el signo de amor y paz.

Algo más llamó la atención de la peli rosa, un pequeño de dos o tres años se escondía detrás de Sai aferrándose a su pierna.

-Ven con mamá Inojin — el menor obedeció gustoso llegando al lado de su progenitora que lo levantó en brazos — a que es precioso? — presumía con descaro — te dije que se parecía a mi.

Y en efecto el infante era una copia exacta de la rubia, cabello dorado, ojos azules mezclados con tonos de verde, lo único distinto sería el tono de su piel parecida al de su padre.

-Es el siguiente líder del clan — Ino infló su percho con orgullo — sabes que más?! — a estas alturas no sabía con qué saldría la rubia — Tiene mi apellido... — movía las cejas como diciendo "trágate eso".

Eso si era extraño hasta para los viajeros.

-Yo también me convertí en Sai Yamanaka — levanto la mano como pidiendo permiso de hablar, mientras el orgullo en su esposa seguía aumentando.

-Es cierto — ya lo entendía — eras un miembro de raíz — incluso su nombre le fue dado por Danzo poco antes de su muerte — Eres una cerda con suerte — Ino le sacó la lengua infantil.

Les llevo ropa de civil ya que con sus trajes sobresalían demasiado, con el día anterior quienes los vieron entendía que eran personas importantes de alguna aldea o país lejano y vaya que no tenían idea de lo importantes que eran en realidad.

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Marcado con la desgracia su vida estuvo llena de errores, buscando el camino fácil lo dejó todo, su aldea, sus amigos... pero no tenía otra opción, si tan solo le hubieran dicho... si su amado hermano le hubiera dicho la verdad.

Pero ya de nada servía lamentarse, lo hizo durante mucho tiempo y justo cuando pensó qué tal vez... solo tal vez se le daba la oportunidad de tener un poco de la felicidad que no merecía, se le escapaba nuevamente.