Hasta que una de ellas lo dejó pensando.

—¿Alguna persona muy apegada a ti que recuerdes? — cuestiona el doctor, recordando al chico que solía visitar a Kim diariamente cuando éste se encontraba inconsciente.

¿Se referirá a Daehwi? Pensó el castaño.

¿O tal vez Innie?

Negó rápidamente en su mente. Estaba siendo egoísta, teniendo a su grupo de ocho amigos.

— En realidad, soy apegado con todos mis amigos. No podría decir sólo uno.

El mayor asiente y no pregunta más sobre el tema.

— A lo que veo, podrás regresar a casa dentro de un par de días. Estás en buenas condiciones.

Escucha decir y sonríe aliviado. Estar solitario en un hospital es triste y angustiante. No le gusta para nada los hospitales.

🌫️🌫️🌫️


Dos días después como acordó el doctor, al gin estaría de regreso en casa. La felicidad se veía en su rostro.

El día anterior, recibió la visita de Minho disculpándose por sus amigos; se enteró de que varios de ellos estaban ocupados y no pudieron visitarlo. Le dijo que no había problema y que todo estaba bien, que entendía perfectamente.

Por dentro, sintió el dolor de las palabras del otro. Presentía que las cosas no iban bien en realidad, pero optó por no preguntar más.

Llegó a casa gracias a su madre quien lo recogió con el auto prestado de su nuevo trabajo. Bajó animado y apresurado por entrar de una buena vez a casa, extraña en demasía a su pequeño felino, Fennec. No podía dejar de pensar en lo grande que debía estar éste.

Apenas entra, se encontra con el interior oscuro por la falta de luz; había anochecido durante el trayecto desde el hospital ya que éste se encontraba lejos. Encendió la luz y se sorprendió al escuchar un estruendo, y con ello, el grito de varias personas frente de él en la sala y confeti cayendo por todos lados acompañado de globos de distintos colores.
Se trata de sus amigos quienes le prepararon una fiesta sorpresa.

—Si pensaste que nos habíamos olvidado de ti, te equivocas.— ríe Minho a la vez que lo rodeaba en un abrazo.

—¡Cachorrito! Te extrañamos mucho.— empezó Chan, a la vez que soltaba algunas lágrimas, como los demás.— Sabíamos que despertarías.

— ¡Nos diste en gran susto!— le sigue Woojin.— Ahora en adelante cuidaremos de ti lo doble que antes.

—Estoy feliz de verte de nuevo, hyung— espeta alegre el pequeño demonio peliverde.

—Fue difícil estar sin ti.— solloza Hyunjin, para luego abrazarlo.— No nos vuelvas a dejar, por favor.

No pudo evitar soltar algunas lágrimas también. Creyó que se habían olvidado de él cuando no era así, seguramente estaban preparando todo.

Su madre los observa desde el marco de la puerta, conmovida con la escena.

¿Qué había hecho bien para merecer a tales ángeles como amigos?

Se acercaron para un abrazo grupal y gustoso aceptó. Hasta el pequeño demonio, Chenle, que solía odiar por ser tan cercano a Innie estaba presente.

Ahora que lo recordaba.

¿En dónde están Innie y Félix?

Trató de encontrarlos con la mirada, pero cayó en cuenta de que no estaban presentes.

¿En dónde estará su pequeño y su mejor amigo pecoso?

Decidió preguntar y así no sacar sus propias conclusiones sobre el paradero de su pequeño y el australiano.

Una vez que se separaron, decidió hablar.

—¿En dónde está Felix? ¿E Innie?—su voz tembló terrible al mencionar al último. Los presentes quedaron en silencio, incapaces de decir algo. Hasta su propia madre evadió su mirada.

Eso significa malas noticias.

¿Les habrá pasado algo malo?

—Min, ellos ya no están aquí más.— afirma Changbin con la voz temblorosa.— No están muertos, me refiero a...

— Ellos ya no viven aquí desde hace un tiempo.— continúa explicando Jisung en lugar de Changbin.— Félix regresó a Australia porque extrañaba a sus padres. Innie no sabemos dónde está, y Minho dice que tampoco sabe.

Fue suficiente para que toda felicidad que tenía, se fuera abajo.

¿Lo habían abandonado sin haber sido nada?

—Tratamos de contactarlo desde hace meses pero parece que ya no usa más el teléfono que solía tener. Es como si se haya olvidado de nosotros.

Jeongin se había ido, y con él se llevó parte de sí. Parte de lo más preciado que tenía.

¿Así se siente que te guste alguien y esa persona desaparece de la nada? ¿Así es el amor en sí?

Nunca imaginó que le haría algo como huir estando en una situación delicada. Sin importar lo que haya sucedido, esperaba que el menor sintiera al menos un poco de empatía por sus amigos y se quedara, no por él.

Se sentía triste, enojado, decepcionado, dolido. Dios, se sentía tan vulnerable y estúpido por ser tan dependiente del menor, que parecía, no le importaba nada más que él mismo.

¿Qué podía hacer?

Después de todo, se trataba de Jeongin.

El chico con alexitimia.

Él mismo se lo advirtió muchísimas veces y sin embargo no le importó, siguió como tonto detrás de él.

Él mismo se lo advirtió muchísimas veces y sin embargo no le importó, siguió como tonto detrás de él

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Resubido 07/08/20

Alexitimia; SeungInWhere stories live. Discover now