Encontrarnos fue como volver a uno de mis sueños, cuando nos vimos el tiempo se detuvo, como en una epifanía seguías teniendo los mismos rasgos que recordaba, tú mismo carácter. Me sentí pequeña ante tu presencia tan imponente, te mire sonreír y desee que me recordaras, así como yo lo seguía haciendo en esta vida contigo, me moría por abrazarte, por contarte mis sueños, en los que tú y él habían aparecido tan claramente en esa Alemania resurgida de la primera y devastadora guerra mundial.
Me calle y te fotografié, para poder guardar tú espíritu en aquellas fotos, ¿recuerdas como amabas llenar la casa de fotografías?, recuerdo la oratoria de él tan perfecta, tan sublime, que me hacían querer imitarlo.
Los encontré, después de mucho, los encontré, como quien encuentra una aguja en un pajar, y fue como si mi alma se volviera a reconstruir y pudiera encontrarle sentido a los pedazos extraviados.
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ÉL demonio tiene los cabellos rojos
FantasyLos sueños son advertencias o simples sueños?