S t i l l ♡ l o v i n g ♡ m e ♡ p l e a s e 《 Lee Taeyong 》

𝒄 𝒊 𝒏 𝒄 𝒖 𝒆 𝒏 𝒕 𝒂 𝒚 𝒅 𝒐 𝒔

- Mentirosa. - dice suavemente mientras sonríe. - ¿Ocupada devorando la comida de la cafetería? - pregunta burlón, hago una mueca y le lanzo el pan que había caído en el piso.

- Te lo doy.

- Cayó en el piso.

- No por más de cinco segundos, es seguro comerlo. - ríe y mira el pan. - ¿Qué quieres?

- Quería venir a platicar contigo.

- ¿De qué?

- De cosas.

- ¿Qué cosas?

- De cualquier cosa.

No le respondo y él igual queda en silencio y solo se dedica a mirarme, mira mi cuerpo y para en mi vientre, sonríe y sube su mirada a mis ojos. Abre su boca pero la vuelve a cerrar.

- ¿Qué querías decir?

- Nada importante, por cierto, ¿Ya sabes si vas a ir conmigo a los premios? - recarga su brazo en el escritorio y su cabeza la deja apoyada en su mano, asiento con mi cabeza y saco un jugo de cajita de mi bolso.

- Si iré, pero con una condición.

- ¿Cuál?

- Que no trates de hacer algo más conmigo, solo te acompañaré ya que es algo importante para ti. - me mira triste pero asiente. - ¿Venden pizza aquí?

- No. - suspiro y saco mi celular, busco el contacto de mi amorcito y decido marcarle. - ¿Qué haces?

- Le llamo a Hyunjin para que me traiga una. - se para rápidamente y me quita el celular, corta la llamada y me regresa el celular.

- Yo te la traigo, no es necesario que lo llames. - camina hacia la puerta.

- No te he dicho de qué.

- Fuiste mi novia por cuatro años, créeme que se de qué la quieres. - dice sonriente y sale del salón, miro la puerta por largos segundos hasta que recibo una llamada de Hyunjin.

- ¿Qué pasó princesa? Tengo una llamada tuya pérdida.

- Nada, me equivoqué de contacto.

- ¿Segura?

Hago un sonido de afirmación.

- Bueno, recuerda que ya casi vas para los seis meses y que tienes cita con el ginecólogo, te dará otras ecografías del bebé y el sexo.

- Cierto, no olvidé la cita pero sí que me iba a dar esa noticia. Jinnie, para la cita me pidió Taeyong qué si podía ir, no sé si-

- Rose, claro que puede ir, él es el padre.

- ¿No te... molesta?

- Claro que no, confío en ti princesa.

- Gracias.

Sonrío y pienso en las horas que me faltan para terminar mi jornada y regresar a casa.