-          Basta ya Andrea no seas tonta y abre los ojos de una puñetera vez- maldita conciencia pensé, pero tenía razón.

Conté hasta tres y abrí los ojos, encontrándome con tres rayas rosas

-          MIERDA- grité lo más alto que pude.

Esto no me podía estar pasando, no a mí. Me tiré al suelo y me eché a llorar como si no hubiera mañana.

-          Andrea, estás bien- dijo una voz mientras me levantaba del suelo- ¿Porqué lloras?

-          Dios Álvaro, lloro por esto – contestó enseñándole la prueba- la acabo de cagar, Blas no me lo va a perdonar en la vida

Álvaro tenía la prueba en la mano y se había quedado paralizado al ver el resultado.

-          E-esto es f-fi-fiable?- preguntó tartamudeando-

-          En la farmacia me dijeron que era el más fiable….- contesté en un susurro

-          Ay dios , que voy a ser padre- exclamó Álv llevándose las manos a la cabeza- Y ahora como explico yo esto si tu y yo no somos nada ¡

-          Hace un rato le comenté a Blas la posibilidad…- comencé- obviamente no se puso muy contento y eso que era solo una posibilidad. No me quiero imaginar como reaccionará ahora- suspiré

-          Y Vero… no se que pasará con nosotros, dios no la quiero perder!- dijo Álvaro sollozando.

No estaba en condiciones de consolar a Álvaro, conocía muy poco a Vero pero lo suficiente como para saber que se quitaría de en medio e intentaría, muy a su pesar, olvidar a Álvaro.

-          Será mejor que te vayas, yo me voy a cambiar y me iré a trabajar- dije levantándome

Necesitaba distraerme y mantener la cabeza ocupada, por lo menos hasta esa tarde.

Me puse ropa cómoda y salí de casa, mientras caminaba me daba la sensación de que me estaban siguiendo, me giré un par de veces pero estaba sola en la calle.

Llegué a la pastelería justo a tiempo de ayudar a Vero a colocar las bandejas de los pasteles. Desde que había llegado a la pastelería la venta de bombones y pasteles de chocolates se había disparado considerablemente.

-          Ey , al final viniste- me saludó Vero desde detrás de uno de los mostradores.- Podías haber quedado en casa y descansar, yo sola me las arreglo-

-          Tranquila, ya estoy mejor- die convencida- además en casa me aburriría bastante.

-          Te hiciste la prueba?- inquirió Vero

-          Si- contesté acompañado de un suspiro- Después hablamos- dije no muy convencida.

La mañana se pasó volando, por suerte me mantuve ocupada haciendo los pasteles por lo que no tuve ni tiempo para pensar en todo lo que se avecinaba.

Pero muy a mi pesar los tiempos de tranquilidad se iban a acabar cuando le contara a Blas la noticia, de Vero se encargaría Álvaro.

-          Vero vete ya, mujer- le dije a mi amiga- Vas a llegar tarde a la comida con tu amorcito.

-          Si, tía que ya voy- gritó a través de la puerta del baño- tengo que estar mona que Álvaro me dijo que me iba a dar una noticia- se le notaba entusiasmada, no tenía ni idea de la que se avecinaba- Voy bien así? – preguntó saliendo del baño.

Cioccolato ( Blas Auryn  y Alvaro Auryn )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora