Un poema profundo. Sin detalles, sin una gramática espectacular. Un poema que describa objetivamente mi angustia, que hable sobre ella como un biólogo lo hace de anatomía animal o un científico de una reacción química. Mi angustia es factible, es real, es comprobable. No es algo de lo que puedan opinar, no es una creencia idiota. Es real es real es real. Mi objetivo es describirla para después usarla como carta de presentación e incluirla en mi currículum. Sientan lástima, sientan compasión. Permítanme ausentarme a clases, ausentarme a la vida. Quiero justificar mi procrastinación, este desperdicio exagerado de días, personas, vidas paralelas. Quiero librarme de este hábito asqueroso de balbucear buscando términos con los que poder explicar mi amorfa existencia. Colgarme del cuello un cartel que exponga la siguiente oración: "fuera de servicio". Y listo. Ya está. No más intentos de poesía ni llamados de atención, no más pérdidas de dignidad ni llanto intraducible. No más críticas. No más cuestionamientos. No más intentos que se quedan en eso ni especulaciones que jamás podrían igualar un diagnóstico. Certificado de rareza, de enfermedad. Y listo, permítanme encajar desencajando y ser libremente disfuncional.

ciclos de fuegoWhere stories live. Discover now