La habitación estaba completamente vacía y en silencio, podía darse cuenta que ni siquiera había dormido en su cama.

Sus ojos se pasearon por el lugar, se preguntaba a dónde había ido, hasta que una pequeña ceniza pasó frente a él.

A esa diminuta danzante en el aire, le siguió otra, y una más, en pocos segundos la habitación estaba repleta de cenizas arremolinadas.

...

Kibum, Tamara y Yoogeun llegaron al frente de un enorme castillo, al borde de un gran acantilado que terminaba en el profundo océano, el sonido de las olas al romper les daban la bienvenida, y el viento marino rodeaba a Kibum como si se alegrará de ver a su amo.

Yoogeun notó las decenas de ojos que los observaban a la distancia, pero que no se atrevían a acercarse.

Tamara intentaba esconder el amarillo ojo en su rostro, que contrastaba con el verde esmeralda natural propio.

Risa había logrado estar presente todo el tiempo en ella, una relación simbiótica y peligrosa que a Tamara llenaba de terror.

—No te preocupes—. dijo Kibum al colocar su mano en el hombro de Yoogeun—Soy el segundo sangre pura más poderoso, además la princesa heredera esta aquí, no nos atacarán.

Yoogeun trago despacio, las decenas de ojos se habían convertidos en miles, en solo segundos.

Las enormes puertas del castillo se abrieron de par en par, tras un estruendo comparable a un trueno.

—No te preocupes jovencito—. La voz de un hombre viejo se hizo presente—Ellos no atacarán al amo de los vientos.

La figura de un hombre viejo apareció en el umbral de la entrada, piel blanca y muy arrugada, con cabellos tan blancos como la nieve, se hizo al fin presente.

—Bienvenidos sobrinos—. El hombre abrió sus brazos.

—No seas ridículo, sé que enviaste a tus hijos a matarnos—. Respondió Kibum al caminar al interior del castillo, dejando al hombre con los brazos abiertos.

Tamara lo siguió, Yoogeun agarró la mano de la princesa para seguirla, y ella solo sonrió, para Risa ese pequeño le traía recuerdos de Minho, y para Tamara era como la parte humana que había dejado atrás.

Las puertas del enorme castillo se cerraron detrás de ellos, el interior no era lo que esperaban, de hecho era extrañamente similar al castillo donde habían crecido, con la pequeña diferencia que no estaba impregnado de oscuridad y había un poco más de iluminación.

—Entonces... ¿A qué has venido?—. Preguntó el anciano mientras se servía una tasa de té.

—¿No hay servidumbre en este castillo?—. Tamara miró alrededor.

—Somos los sirvientes de la rama principal, no podemos tener sirvientes—. El anciano miró directamente a Kibum—Todos aquellos que están afuera están aquí porque apoyan al quinto hijo.

Kibum ignoró esas palabras, sin embargo Risa las escuchó a la perfección.

—Eh venido porque tengo un mensaje de Jinki Hyung—. Kibum miró a Tamara y Yoogeun—Por favor esperen afuera.

Los mencionados hicieron lo que se les pidió, Kibum y el anciano quedaron completamente solos.

—¿Quieres convertirte en emperador?—. Cuestionó el hombre—Está casa y todos los que están afuera te apoyarán, incluso hay muchos más, podrías ser el prox-.

—No eh venido por eso—. Kibum lo interrumpió—Se ve que ha vivido bien tío, está "entero", mientras no sé que ha pasado con mi padre, y mi Hyung está siendo tragado por la oscuridad.

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora