-¿Cómo está Emma? -preguntó.

-Bastante bien. He estado sentado a su lado la mayor parte de la noche, pero ha dormido bien. Le he dicho a Nora que se asegure de que no se levantaba de la cama en todo el día.

-Siento no poder hacerlo que me pidió. De hecho, no seguiré trabajando con usted, señor Schmidt -le pasó la foca de peluche-. Me gustaría que le diera a Emma esto y que se despida de ella de mi parte.

-¿Nos abandona de verdad, entonces?

-No tiene derecho a decir eso. Tengo buenos motivos.

-¿Son tan buenos como para defraudar a una niña pequeña enferma?

Ella se estremeció, pero mantuvo la compostura.

-Tiene que creer que los hay.

Él no respondió, pero metió la mano a su maletín y sacó un sobre rosa.

-Emma le ha escrito una nota -dijo extendiéndola hacia ella-. ¿La aceptará o le tendré que decir que se la ha devuelto?

-Eso es chantaje -dijo ____, enfadada.

-Mi hija se está muriendo y no tengo ningún escrúpulo en intentar conseguir todo lo que ella quiera.

____ casi se la arrancó de las manos. El sobre contenía un dibujo de colores de ella, Kendall y Emma en la feria. Emma había escrito debajo:

"Por favor, ven a tomar el té conmigo."

Consciente de los agudos ojos de Kendall clavados en ella, ____ batalló consigo misma antes de decir:

-De acuerdo. Sólo esta vez. Puede decirle a Emma que estaré encantada de tomar el té con ella.

-Gracias -respondió él-. Para ella será un mundo.

-En cuanto esté mejor la visitaré y...

-¿Por qué no viene esta tarde conmigo?

-De acuerdo. Esta tarde. Sólo por esta vez. Después...

-Podremos discutirlo en el camino a casa -dijo él-. Ahora, ¿podríamos seguir con el trabajo?

Ya volvía a sonar con el robot sin corazón de siempre, pero ahora ella lo conocía mejor. Le daba vergüenza haber dicho tan sólo el día anterior que no tenía vida personal ni oír tanto, problemas personales. La verdad es que era-un hombre orgulloso y sensible que mantenía oculta su agonía porque podía soportar compartirla. Sólo por accidente, ella había podido vislumbrar su corazón destrozado. Y a él no le había gustado. Lo sabía por su actitud. La había vuelto a invitar por el bien de Emma, pero le avergonzaba que ella viera sus heridas. Cuando ella se fuera, sería mejor para los dos.

A primera hora de la tarde, él salió de su oficina y le hizo un gesto sin hablar. Mientras caminaban hacia el coche dijo:

-Llamé a casa para decirle a Emma que venía. Está encantada.

____ no dijo nada. Tenía la sensación de que la estaban arrastrando contra su voluntad, pero no iba a dejar que sucediera. Mientras él maniobraba el coche entre el flujo de tráfico, resolvió contarle lo de Sally. No había podido hablar de ello antes, pero era mejor que Kendall entendiera sus motivos.

-Siento haberme ido como me fui ayer -empezó.

-No se preocupe. Yo sólo estaba preocupado porque llegara bien a casa. Si hubiera esperado, Tom la habría llevado en coche.

-Llegué bien a casa, gracias. Pero quería decirle...

-Sólo un minuto. Ese vehículo me está bloqueando el paso -asomó por la ventanilla y llamó al otro conductor-. Eso está mejor. El tráfico es siempre terrible en esta carretera. ¿Qué me estaba diciendo?

-Hay algo que me gustaría explicarle para que... -se detuvo cuando Kendall se metió repentinamente por una carretera lateral escapando del tráfico.

-Será mejor que me lo cuente más tarde -dijo.

Después de quince minutos de baches, llegaron a otra carretera de tres carriles muy buena. ____ o había prestado atención a los alrededores el día anterior, pero ahora pudo notar que la gran casa de Kendall estaba bien apartada de la carretera, casi oculta por los árboles y ,el jardín. Como el coche, era bastante lujosa, la propiedad de un hombre que había hecho una fortuna, pero no necesitaba ser ostentoso; o quizá simplemente un hombre al que la riqueza no le importaba porque no podía salvar lo que más amaba.

Cuando salieron, él se volvió hacia ella:

-¿Qué era lo que iba a contarme? ¡Oh, no! ¿Qué está haciendo ahí?

____ siguió con la vista el sitio que señalaba, donde vio a Emma.

-Se suponía que debía estar en la cama -dijo Kendall -. Ni siquiera está en su habitación. Debe haber salido al recibidor para estar en esa ventana.

Mientras miraban, apareció Nora y apartó a Emma de la ventana. ____ siguió a Kendall por la amplia escalinata. Nora salía en ese instante de la habitación de Emma.

-Ya la he vuelto a meter en la cama -dijo-. Sinceramente, he hecho lo que he podido para evitar que se levantara.

-No se preocupe, no es culpa suya -dijo Kendall -. Ya sé lo inquieta que puede llegar a ser. No la tengamos esperando.

Hasta ese momento, ____ se había prometido a sí misma mantenerse al margen, pero eso fue antes de ver a Emma, arrellanada entre los almohadones en la cama. En cuanto la vio, la cara de la niña se iluminó con una sonrisa radiante y extendió los brazos en un gesto de bienvenida y aceptación. La última barrera de ____ se desplomó y, en un instante, había atravesado la habitación para envolver a Emma en un abrazo.

Mi Mejor NOCHE DE BODAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora