Se Escucha el rumor...

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De pronto, el nerviosismo de el pelinegro se disipó debido a una pequeña risita proveniente de el primer piso, se apresuró y se asomó por las escaleras para escuchar con más claridad lo que estuviera pasando ahí abajo, pero solo llegó a escuchar palabras entre cortadas de lo que parecía ser una conversación entre su hermano y su invitado sorpresa.

Fred tomó un gran bocado de aire, arregló un poco su cabello y bajo de poco a poco las escaleras mientras sentía como el olor a café se intensificaba, un olor tan familiar.

-B-Buenos días- soltó el pelinegro mientras se asomaba a la cocina.

Fred se quedó un tanto atónito ante la escena, Freddy con un plato de huevos recién hecho junto con un vaso de algo parecido a jugo de naranja mientras que un rubio servía 2 tazas de café, y de alguna manera, esto le recordaba a esas mañanas donde su padre preparaba el desayuno y su madre bajaba rápidamente a darles a ambos un tierno beso de buenos días para despúes preparar la pequeña mamila de su hermano menor. 

Era un aire de nostalgia.

-te  preparé un poco de café- dijo el rubio sacando al pelinegro de sus pensamientos.

-ah, gracias, pero no tenías que hacerlo- contestó rápidamente tomando la taza en sus manos percibiendo más de cerca ese olor amargo pero cálido.

-Claro que si, me dejaste quedarme aquí, de alguna forma debía recompensarte por tu amabilidad- dijo el rubio con una pequeña sonrisa. Sin duda alguna, la sonrisa más honesta que había visto Fred desde que se conocieron.

-Muchas gracias- contestó un tanto perplejo mientras daba pequeños sorbos de su café y se acercaba a revolverle el cabello a el pequeño castaño.

-¡Oye! A penas van a ser las siete de la mañana como para que me estes fastidiando- dijo un tanto molesto el castaño mientras se volvía a arreglar el cabello, mientras que el pelinegro casi se ahogaba con el café.

-¿SIETE?- rápidamente se asomó a ver la hora en el reloj que tenían pegado a la pared para asegurase de la hora- Mierda...- susurró y dejó la taza rápidamente en la mesa.

-¿y ahora que?- preguntó el castaño mienras que el contrario corría a su cuarto a tomar de su closet lo primero que encontró.

-tengo una presentación y tengo que llegar antes- gritó mientras se cambiaba rápidamente.

-Pero, ¿Entonces quien me va a llevar a la escuela?- contestó el castaño deteniendo todo lo que estaba haciendo el pelinegro, quien por unos segundos se maldijo en voz baja.

-Yo puedo llevarlo- contestó rápidamente el rubio.

El pelinegro bajó terminando de acomodarse la camisa en ese mismo instante.

-no, de verdad, no deberías molestarte con eso, puedo llevarlo yo,  diré que llegaré tarde o podría pedirle el favor a Anette y- el rubio lo interrumpió negando la cabeza.

-Insisto, puedo llevarlo, no es ningún problema, puedes verlo como otra manera de soldar mi deuda- Fred lo dudó por un segundo mirando a este, quien alzó los hombros- entro hasta las 8:30 hoy, así que no sería un problema- contestó mientras miraba a el castaño con una sonrisa que este inmediatamente transmitió a el mayor.

Fred se preparaba para protestar, pero el castaño lo detuvo.

-¡Si Fred! Así no tendrás que preocuparte de dar tantas vueltas- dijo con una sonrisa para dirigirle una  sonrisa a Gold quien respondió con el mismo gesto.

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2022 ⏰

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