- Sigo sin entender qué es la sangre pura. - Objeté, aún confundida por el extraño termino que habían utilizado.
- La sangre pura... Es difícil de explicar. - Los brazos de Dylan habían dejado de rodear mi cintura, y ahora sus manos eran las que tomaban mis hombros con suavidad pero aún alerta por cualquier movimiento que pudiera hacer. - Algunos humanos nacen con ella, generalmente se debe a antepasados que antes estaban ligados con la magia blanca, pero se salta generaciones, nadie puede calcular quién nacerá con sangre pura o no, pero es como el santo grial para los vampiros...
- Para cualquier persona o criatura, mejor dicho. - Lo corrigió Mikey, pero Dylan lo ignoró.
- Tiene efectos extraordinarios, como también atroces. Puede curar a una persona de la peor enfermedad, y puede hacer al más sano enfermarse. - Tomó mucho aire y lo soltó de a poco. Su aliento caliente me golpeó en el cuello y me hizo tiritar. - Algunos dicen que con la cantidad exacta se puede... - Ya sabía lo que iba a decir. Mikey también lo sabía. Pero no quería escucharlo. Si salía de sus labios cabía la ligera posibilidad de que fuera verdad, y si antes había tiritado por su estúpido aliento, ahora temblaba por el horror que me causaban esas palabras que ni siquiera había dicho.
- Se puede traer a gente de entre los muertos. - Finalizó Janet, con una voz firme que me aseguraba que no era un invento. Me quedé callada, ninguno tenía nada más que decir, salvo ella, que ahora contaba con información valiosa que nos interesaba a todos. - Los escuché hablar hace unas cuantas semanas en la oficina de mi jefe. Él estaba gritando, muy nervioso, había otra persona en su oficina, pero no la alcancé a ver, estaba parada en la oscuridad. Me fui antes de que pudieran verme, pero la semana entrante volví a escuchar los mismos gritos, salvo que ésta vez se habían duplicado porque los socios de mi jefe también estaban allí. Escuché lo que decían. Escuché que hablaban de la pura y de mucho dinero. En el medio de los nervios no habré cuidado mi respiración o lo que sea, y ese hombre que aún seguía en las tinieblas me vio. - Cerró los ojos con fuerza, como si recordara a la perfección el momento, y lo estuviera reviviendo en su cabeza. - Desde ese momento me han estado persiguiendo. Lo siento en todos lados. Como si unos ojos me miraran constantemente. - Michael, que parecía haberse metido en el papel de protagonista en esa historia, observó a su alrededor. Quería cerciorarse de que ningún intruso nos estaba viendo desde las ventanas, o tal vez detrás del sofá.
- ¿No piensas que tal vez estás un poco paranoica? - Preguntó, claramente viéndose afectado por su historia. Los ojos de Janet brillaron rojos, al igual que sus mejillas, y cuando habló, sus dientes apretados y blancos rechinaron.
- ¿Crees que estoy paranoica? - Sus manos se fueron hasta el final de su blusa que parecía más suelta de lo que usaba normalmente. Como Michael no contestó, terminó por levantarla y reveló su estómago. - Explícame esto, Sherlock. - Tenía una venda improvisada con una camiseta gris que estaba completamente empapada en sangre, le recorría todo el estómago y se escondía detrás de su espalda. Cuando Mikey se acercó más para observar mejor su herida, ella bajó su blusa con manos temblorosas. Ahora entendía por qué estaba tan débil, y porque no había podido zafarse de mi agarre.
- Llamaré a Jonathan. - Michael sacó su teléfono del bolsillo trasero de su pantalón y comenzó a mover los dedos sobre la pantalla con una velocidad impresionante. Janet parecía querer decirle que parara, pero todos sabíamos que no sobreviviría por mucho tiempo si continuaba así. Así que de mantuvo callada, observando a un punto fijo detrás de mí y de Dylan con recelo.
- Si lo que dices es verdad, ¿por qué esperaste para aparecer hasta ahora? - Sabía que lo que Janet decía era cierto, o al menos sabía que ella estaba siendo honesta, porque a pesar de que la detestara, sus ojos me decían que no estaba mintiendo.
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Luke II; lrh |Adaptacion|
FanfictionHe will come back. Esta novela no es mía, es una adaptación y todos los créditos a la autora original.
|Capitulo 28|
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