Fue Mateo el primero en tomar la iniciativa, después de todo podría culpar al alcohol si Valen lo rechazaba, agarro la taza del mayor y las apoyo, junto con la suya, en la mesita que se encontraba en frente de ambos. El ojiazul lo miraba sin entender porque ese cambió repentino.

La mirada de ambos seguía conectadas mientras Teo se acercaba de a poquito hasta estar a muy poca distancia de los labios del mayor. Valen trataba de aguantar las ganas que tenía de tirarse arriba del morocho para hacerlo suyo, pero le era tan difícil cuando Mateo estaba a menos de cinco centímetros de distancia.

Valen: Que haces Teo? Estas borracho -dijo mientras intentaba separarse un poco-

Mateo no dejo que Valen se alejará, agarro las mejillas del mayor y sin darle tiempo a nada, junto sus lábios, era la primera vez que lo besaba y solo de una cosa estaba seguro, que quería que ese beso se repita toda su vida.

Valen pasó los brazos por la cintura de Teo, haciendo que el menor se siente en su regazo, y empiece un lento movimiento circular sobre su pene. Los jadeos de ambos eran callados por la boca del contrário, las manos de Valen se posaron en el abdomen del morocho por abajo de la remera de este.

Teo sacó su remera, para después sacar la de su compañero, las manos de ambos subían y bajaban sobre el abdomen y espalda del contrario, con la intención de conocer cada lugar de su cuerpo.

Mateo bajo las manos al pantalón de Valentín, estaba a punto de desabrocharlo cuando el mayor lo freno.

Valen: Para Teo, estas borracho, no quiero que mañana cuando despiertes no te acuerdes de nada -Mateo sonrió y volvio a dejar un pequeño beso en los lábios del ojiazul-

Mateo: No me odies, pero nunca estuve borracho Valen, solamente quería tener una excusa para poder llamarte y venir con vos

Valen: Ah sos un hijo de -Mateo lo interrumpió uniendo sus lábios, mientras volvía a hacer círculos en el regazo de su compañero-

Valentín se levantó del sillón, con Mateo agarrado de su cintura, se dirigió a la escalera, y entré pequeños pasos para no caerse, llegaron a la habitación del mayor.

El ojiazul apoyó al menor en la cama y prendio la lámpara que se encontraba sobre la mesita de luz, volvió a posicionarse sobre el morocho mientras unían sus lábios, ya habían perdido la cuenta de las veces que lo habían hecho en menos de una hora, pero no querían dejar de hacerlo.

Valentín bajo sus labios desde la boca del menor a su cuello, dejando, también pequeñas mordidas en el camino, el mayor volvió a unir sus lábios, en un beso mucho más pasional que los otros, sus lenguas se encontraron, mientras saboreaban la boca del contrario.

Las manos de Valentín fueron hasta el pantalón de Mateo, mientras dejaba besos sobre su cuello y torso, dejando algunas marcas en el recorrido, cuando llegó al ombligo del menor, lo chupo ocasionando millones de sensaciones en el cuerpo del morocho, quien no podía dejar de gemir.

Valen: Estas seguro de esto Teo?

Mateo: Muy seguro Valen, por favor seguí

El mayor obedeció el pedido de Mateo, desabrochó su pantalón, y lo bajó lentamente, dejandolo solo cubierto por la fina tela blanca del boxer, dejo un pequeño beso sobre uno de sus muslos y volvió a subir para unir sus lábios

Mientras sus bocas se unían, Mateo giro, posicionándose sobre el mayor, haciendo el mismo recorrido que hizo el ojiazul, con sus lábios. El menor saco el pantalón y el boxer del mayor solo de un tirón

Valen: Mmm estas ansioso? -pregunto burlonamente, mientras miraba al menor y le dedicaba una sonrisa, ocasionando que las mejillas de Teo tomen un color rojizo en menos de cinco segundos-

One Shot GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora