Es necesario. El es superior a nosotros. Tenemos que mostrar respeto al Lider.

-Jódete, idiota sumiso. -Le dijo a su lobo mentalmente, volviendo a prestar atención a TaeHyung, quien caminaba tranquilamente por la sala para tomar el libro que anteriormente leía en el patio, ahora estaba la mesa central de la sala-

-no quiero que te molestes conmigo. Eres mi amigo. Y tampoco quiero perder la amistad con Jiminie son todo este tema que propones.

-TaeHyung, tienes en cuenta de que por tu rango, te mantienes tan solitario, reprimiento tus necesidades y las de tu lobo? Yo quiero tener placer, el placer de tener alquien prohibido, solo para mí, en el ambito sexual. A tí tambien te ayudará, te sentirás liberado del estrés, estarás mejor que encerrándote en esta gigantesca casa con esa bola de pelos.

Una cosa que cayó en cuenta TaeHyung.

JungKook por algo era uno de los mejores negociantes de la empresa de su padre. Su potente confianza y firmeza. Su caracter. Su presencia. Su aroma. Todo ello que caracterizaba a JungKook.

Causaba los nuevos y favorables contratos de la empresa de su familia.

Y las muchísimas conquistas que tenía, convenciendo y coqueteando con mujeres y hombres.

-me estás tentando y no creo sea bueno aquello.-TaeHyung se volteó, llendo hacia las amplias escaleras de su casa, JungKook se levantó rapidamente para seguirlo, admirando descaradamente con fascinación su trasero al subir cada escalón-

-que tiene de malo tener una relación sexual entre amigos? Uno libera tensión.

-eres Alfa. Ambos somos dominantes. Las pocas personas con las que pasé celos, fueron Omegas y Betas, Alfas se me han ofrecido, demasiados, arriesgando su rango, su orgullo y sus lobos con tal de estar con un Enigma.-el pelimenta entró a uno de los cuartos, mientras que JungKook se quedó viendo una foto vieja colgada delicadamente en un fino marco blanco-

Tres cachorros, recordaba bien las edades, TaeHyung y Jimin tenían 5 años, mientras que él 4 años. El pequeño pelimenta sentado en una banca, con un comic viejo mientras reía hacia la cámara, Jimin lo abrazaba por los hombros sonriendo adorablemente mirando a JungKook, mientras que JungKook tenía un peluche, un lobo gris, aprisionado entre su pecho y sus brazos, mientras mantenía su brillante mirada fija en TaeHyung.

Desde niño, hasta ahora y para siempre, se quedaría embobado con aquella uníca y hermosa sonrisa, junto con su maravillosa risa.

Recordaba bien aquel momento de la foto, era uno de las muchas situaciones en los que estaban los tres jugando en el jardín de la casa de la Señora Kim.

-entiendes el porqué no quiero arruinarlo?-volteó al escuchar la voz del mayor detrás de el, quién ahora traía muchos libros en sus manos- tengo que traer esto a mi cuarto, acompáñame.

JungKook lo siguió en silencio, llendo ahora al cuarto del mayor, el nombrado fué directamente a una esquina, donde tenía un amplio mueble, con muchos cajones y estántes, dejando los libros ahí encima.

El menor admiró el acolchado sillón a los pies de la cama de TaeHyung, el sofá individual de estampado al lado de su cama y su mesa de noche, la lampara de pie junto a estos, la alfombra, las cortinas y el gran ventanal, que daba a uno de los tantos balcones de la casa y el candelabro de cristal en el alto techo, todo era blanco y de colores grises y detalles negros por todos lados.

Pero algo que JungKook no soportó.

El aroma impregnado de TaeHyung en todos lados, ¡¡hasta en la jodida alfombra bajo sus finos y caros zapatos!!

ENIGMA [태국/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora