-¡Ya lo sé, Jean! ¡Pero golpear las paredes del cuartel no conseguirá nada! ¡Tienes que calmarte!
Jean en ese momento dejó de golpear las cosas de la habitación, sollozando levemente para luego mirar a Marco a los ojos.
-Me apunté para vivir en la ciudad interior... para alejarme de los titanes... ¡y a la primera excusa que han tenido nos han enviado a sus garras para morir sin ningún propósito!- dijo Jean claramente afectado por lo ocurrido, haciendo a Marco ponerle su mano en el hombro.
-Jean... somos soldados... por muy adentro que vivamos en estas murallas... seguimos estando en peligro... debemos seguir teniendo la voluntad de luchar...
-No... los que tenían la voluntad de luchar eran los del cuerpo de exploración... ¿cuantos compañeros nuestros han muerto ya, Marco?- decía Jean mirando al suelo arrepentido, haciendo a su compañero sorprenderse. -Natt, Thomas, Minus, Mina y Samuel... ¿cual será el siguiente? ¿Armin y Mikasa por vigilar a ese bastardo suicida? ¿Reiner por querer protegerlos a todos? ¿O seremos nosotros en la próxima excusa que encuentren nuestro oficiales y el rey al que tanto quieres honrar?
Marco se quedó en silencio ante las palabras de Jean, no sabiendo del todo bien que responderle para conseguir hacer que se sintiera mejor... realmente no había muchas palabras que decirle a su amigo tras todo lo ocurrido.
-Mañana tomaré una decisión... solo puedo decirte... que no seré yo quien se quede sentado esperando a que las muertes de nuestros compañeros logren tener algún tipo de propósito o significado.
Jean entonces se marchó de la habitación que él y Marco compartían, poniendo rumbo a donde fuera que necesitaba ir para reflexionar, haciendo al pecoso mirar al suelo entristecido.
Se tumbó en su cama, pensativo sobre la situación... sobre las muertes de sus camaradas... sobre los tiempos oscuros que parecían avecinarse.
Marcel caminaba con las manos en los bolsillos, no pensando en absolutamente nada. Su cabeza era una gran hoja en blanco desde el fracaso de la misión en el territorio del muro Rose y su teoría de que Marley había invadido la isla comenzaba a parecer cada vez más una realidad.
Se cruzó con Jean sin apenas darse cuenta, pareciendo un fantasma más que una persona. Los dos últimos días había podido notar la montaña rusa de emociones en la que Jean se estaba convirtiendo, y parecía que ni siquiera su mejor amigo, Marco, podía detenerlo de precipitarse al abismo al que se dirigía.
Marcel continuó caminando hasta llegar a la habitación de Bertholdt, la cual era compartida con un tipo bastante extraño para él, aunque sin duda lo más extraño de aquel tipo era su cabello... ¿de verdad quien querrían tener ese champiñón en la cabeza?
-Ya estoy aquí. ¿Qué era lo que querías?- preguntó Marcel nada más entrar, cerrando la puerta, quedándose impresionado en cuanto miró al frente.
-Tengo una pista... creo que debemos investigarla.- dijo Bertholdt con total seguridad, estando Annie a su lado apoyada en la cama.
-¿Annie?- preguntó Marcel confundido, viendo como esta ponía su dedo en su boca, dándole a entender que guardara silencio.
-El cuartel es un caos, hemos perdido a tantos oficiales que hasta que no envíen un nuevo regimiento tenemos vía libre para reunirnos con cuidado.- dijo Bertholdt algo nervioso, comenzando a ordenar los papeles que había cogido hace un par de días en diferentes oficinas de los despachos.
-¿Qué eso?
-Un registro de cuentas de la familia Reiss.
Marcel se quedó impresionado ante las palabras de Bertholdt, todo mientras Annie parecía haber estado el tiempo suficiente con él como para haber escuchado parte de la investigación de Bertholdt.
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[Guerreros de Marley] Ataque a los titanes
FanfictionDescubre qué podría haber pasado si Marcel nunca hubiera sido devorado por Ymir antes de la caída del muro María. Esta historia transcurre acorde a la trama original de ataque a los titanes, hasta que un ligero cambio en un suceso muy importante en...
Capítulo 14 -Cartas en la mesa-
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