Me da un fuerte beso en la mejilla y yo le muestro mi perfecta sonrisa.

-Ese es tu vino favorito, una de las mejores cosechas de esa bodega francesa que tanto te encanta.

Me jala de nuevo a un beso más atrevido y lleno de fuego que el de hace un rato.
Le tomo de las piernas y la cargo con ligereza.
Su cuerpo se acopla perfectamente al mío y eso hace que quiera comerme a mi... Detengo la acción al instante.

-Por pasos recuerdas.

Entre jadeos la bajo nuevamente. El fuego en sus ojos es evidente, pero hay algo que está noche tenemos que resolver.

-Permiteme por favor.

Su sonrisa ilumina mis ojos y ella acepta.
Al lado de la mesa principal que he colocado, hay unas accesorias que contienen la comida.
Destapó la primera bandeja y con mis ojos rápidamente la caliento.
Sirvo su porción y la mía y luego la ensalada y una cantidad de verde que me da escozor, pero por lo que tengo que hacer, bien valdrá la pena comer esta kryptonita humana llamada vegetales.

-¿Qué?

Ella me ve divertida.

-¿Quién eres y qué hiciste con mi Kara?

-¡Oye me gustan los vegetales!

-Si - ella abre la botella de vino y sirve primero mi copa- te gusta tanto como las donas o los postickers.

Llevo mi mano al pecho en señal de que estoy ofendida, pero su risa vuelve y algo en el fondo de mi estómago que no es hambre, aletea.

Le termino de acomodar su plato y ella lo mira y luego a mi.
-Siento que algo tramas Kara. ¿Qué es?

-Vamos a disfrutar de esta hermosa velada y del cielo que nos ilumina.
Elevo mi copa y ella asiente, repite la acción y ambas tomamos un largo trago.

Ella me cuenta de su día y los planes que tiene para el próximo año en el departamento de I+D, yo busco algún espacio para lograr mi cometido.
Bajo mi mano y verifico en el pliegue oculto de mi bota, suspiro al sentir que el objeto de todo esto sigue ahí.

-Es fabuloso.
Mi respuesta es hueca porque no sé qué me termino de contar.
No queda nada en nuestros platos y de inmediato recurro a la mesa a un lado.
-El postre.
Abro dos platos y sus ojos vuelan al tarta de queso.
-Veo que el helado es para mi.
-Todo tuyo.
Ella señala a mi izquierda y yo sonrió complacida.

Comemos en esta ocasión un poco más silenciosas.

-¿Qué estamos haciendo exactamente aquí Kara?

Ella intenta sacarme la razón de este encuentro, pero no estoy preparada aún. Mi miedo a que diga que no es mucho más grande.
No respondo y me levanto en dirección a la carpa.
-¡Espera!

Grito a mis espalda y al ver todos aquellos almohadones bien dispuestos, trago fuerte. Espero que la noche finalice según mi expectativa.
Encuentro aquel parlante que Alex me presto y salgo a velocidad con el.
Enciendo la música y ella me mira aún más intrigada y con esa sonrisa que es su marca personal.

-Me concede esta pieza señora Luthor.

Ella suelta una sonora risa.
-¿Que clase de música es esa Kara?

Mis oídos prestan atención a la melodía y cierro los ojos y sonrió.
-Una muy distinta a la que estamos acostumbradas, pero no está mal.
Mi mano sigue extendida y ella no deja de mostrar su perfecta dentadura.

-Sabes que no sé bailar ¿Recuerdas?

-Eso no tiene importancia, yo te voy a enseñar.

-Creo que ni si quiera tienes idea de cómo se baila eso.

Supconeshot (Wattys 2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora