Crónicas Guardianas: "La mujer bajo el cerezo" [Eldarya]

Capítulo 51: "El peso de un sacrificio"

Y sobre todo, aquella sensación de que alguien lo seguía de vez en cuando, y suspiró, no podía hacer nada más que esperar, en el fondo, agradecía estar en este lugar, su padre no lo molestaba con las obligaciones del día a día, y sobre todo, nadie le conocía, y se había dado cuenta, que aquí él no era nadie, su fortuna no significaba nada, o al menos, Bradley había sido muy claro en ello.

Y cuando Sam le preguntó si él tenía una fortuna ahí, él sonrió diciendo que era el hijo de un rey importante, y cuando aquel muchacho iba a reírse de forma burlón, un elfo rubio lo verificó, y él sintió ruborizarse, entonces, él quería a una princesa y suspiró, en ese mundo él era un don nadie, y ella, alguien de la nobleza, y cerrando los ojos para quedarse finalmente dormido... es que decide que haría de todo para ganarse el perdón de su Ciara... al menos, si no volvían a ser novios, deseaba con todo su corazón volver a ser amigos...

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En el momento que ella abrió los ojos, se encontró con aquel escenario, oscuro, frío, ¿Acaso no estaba en la habitación de Lance sobre su cálido pecho y escuchando sus latidos del corazón?

—Me pregunto... ¿Cómo sufrirá él más? ¿Encontrándote muerta o viéndote viva para luego morir?—, exclamó aquella nogitsune caminando hacia aquella ninfa del mar, quien al darse cuenta donde realmente estaba, la miró desafiante—Oh, una luchadora, me gusta... creo que te has ganado un poco más de tiempo para vivir...

—¿Por qué haces esto?—, preguntó Daisy tratando de ver cuanto poder aquel ser tenía, esa nogitsune de cabello negro y de mirada roja carmesí, cuya larga cabellera bailaba con el vaivén del frío viento que Lance estaba creando para encontrarla

—¿Por qué? Simplemente porque amo el caos... amo todo lo que genera el dolor en otros, porque de eso yo me alimento... es como tu con el mar... tienes que ir por él, porque sino morirás... es lo mismo conmigo... me alimento del dolor ajeno... de tu dolor... y mientras más dolor... más gano yo...—, Daisy vio como ella sonreía, pero vio que algo extraño había en ella, como si ella no fuese real, como si todo esto fuese una ilusión y vio como ella le daba una media sonrisa—Ya veo porque eres tan amada por él... Eres inteligente, incluso habían propuesto que fueses tu la jefa de la guardia sombra, pero lo rechazaste... no querías recordar tus orígenes, ¿no?

Daisy frunció el ceño, ¿Cómo sabía aquello? Eso solo ella lo sabía, y encontrando aquello extraño, concentró su poder en tratar de ver aquellas energías extrañas que esa nogitsune expelía, y esa mujer sonriendo frente a ello, señala

—¿Quieres saber cómo lo sé?—, preguntó aquella nogitsune, tomando el mentón de esa muchacha sonriendo con placer, amaba que ella no mostrase miedo, pero odiaba que la viese de esa forma, ¿Acaso creía que la podía matar?

—¿Qué gano con preguntar? No me dirás nada...—, respondió Daisy frunciendo el ceño, aún no podía dar con aquello que buscaba, y vio como la luz de la luna dio con nosotros, y se percató, su sombra... no estaba, y alzando la vista sorprendida, vio como esa nogitsune, sonrió

—Claro que te voy a responder...—, responde aquella nogitsune con felicidad, y acercándose a esa ninfa que no podía moverse de ese lugar, añade—Solo si puedes responder a este acertijo, bonita...