Trago saliva, no sé bien que contestar y me encogí de hombros, miro a nuestro alrededores porque sería el colmo que alguien entendiera de lo que estamos hablando.
—¡Hable despacio! —se ataja mi amiga y suspiro para poder contestarle.
—Es complicado, él hace la suyas también.
Luana abre sus ojos lo más grande que puede y va a putear, pero me acerco a su oído para adelantarle algo.
—Es contrato. —finalmente digo, mi amiga queda sorprendida, sin palabras, agrego:—. Cuando salimos de acá te lo explico mejor.
Luana asiente y yo le dejo un beso en el cachete, nuestro momento de amiga se rompe cuando alguien se disculpa por interrumpir.
—Disculpa... —nuestras miradas se van a nuestra izquierda viendo como un chico de unos tal vez 17 con un nene más chico mirándonos—. Emma, ¿Te podrías sacar una foto con nosotros?
Me sorprende, pero me saca una sonrisa, asiento rápidamente y dejó mi campera en el asiento y Victoria se levanta diciendo que tome su lugar mejor para la foto.
El chico saca su celular, coloca cámara y nos sacamos una foto, el nene parece más feliz cuando tocó su pelo y se van agradeciendo. Al momento que me siento, aparece otro chico de barba a pedirme lo mismo, una foto, acepto. Hecho eso me siento en el lugar que anteriormente estaba Victoria y hago gestos con mi mano con sarcasmo.
—Me podría acostumbrar a esto. —suelto y ellas se ríen.
Charlamos un poco más hasta que la hora llega y se puede ver como los jugadores empiezan a salir al césped. Mi corazón se acelera, supongo que por la adrenalina y por el ambiente que se vivía en la Bombonera. Busco con mis ojos a mi 7 y lo ubico, a él y su corte nuevo, que le quedaba muy bien.
Todo muy lindo, hasta que me preocupo mucho cuando Cristian sale por una aparente lesión que lo obliga salir a los 20 del primer tiempo. Me deja una sensación vacía porque en teoría, este partido solo me importaba por él. De Cristian no sé más nada, el partido termina 2 a 2 y se definía el campeón en la vuelta y en cancha de River.
Salimos de la cancha con la idea de irnos a merendar en algún lugar y poder contarle a Luana toda la verdad, no sin antes, claro mandarle un mensaje a Cristian preguntándole como estaba y si me necesitaba. Su respuesta tarda bastante, lo que me da tiempo de pasar un tiempo con amigas bastante largo y largar todo lo que no había largado antes a Luana, aunque claro, me faltaría hacer lo mismo con Ámbar, pero sería en otra ocasión.
Una hora más tarde tengo respuesta de Pavón.
“Si, necesito estar con vos ahora.” releo y automáticamente mi corazón se acelera.
Cabe aclarar que después de saber que ambas partes haríamos la nuestra, es decir yo con quién quiera (solo Gastón) y él con quién quiera (la que sabía del contrato) habíamos hablado poco y nada, solo para que yo venga al partido de hoy y nada más. Los dos habíamos tomado distancia así que me esté pidiendo que vaya ahora claramente me movía todo el piso.
Así llegó a su departamento dos horas y media, casi, después del partido, me abre la puerta e inmediatamente miro sus pies, y digo pies, porque veo los dos ya que no sabía exactamente cuál estaba lesionado.
—¿Y? ¿Qué tenés? —cuestiono, sacándome la cartera y dejando en la esquina del sofá de Cristian.
Rápidamente doy una mirada a su departamento, que creo por primera vez estaba LIMPIO.
—No sé todavía... Mañana tengo que hacerme unos estudios y sabré. —me explica con una mueca, pero se lo nota decaído y entiendo por qué es cuando suelta—. No sé, si llegué para la vuelta Emma...
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Angel | Cristian Pavón [1]
Fanfictionun papel, dos firmas y un angel como él la empieza a ver le van a cambiar la vida a cristian pavón y para bien. [Primera parte]