—¿Viaje en el tiempo? —pregunta ella, confundida—. ¿Eso existe?

Niego con la cabeza.

—Lo último que recuerdo es haberme subido a un auto con un tipo y este mencionó la calle... esa no se, chocamos con una pared y aparecí aquí.

La chica no podía creer lo que yo decía. Se quitó la chaqueta de cuero, dejándola en la silla. Sus brazos delgados y su contextura se pudieron apreciar mejor.

—Esa es la película que estrenaron en el verano pasado. La del DeLorean y Marty McFly.

—¿Volver al Futuro? No, no, no. Te estoy hablando de una verdadera cosa aquí. Me llamo Dylan Gardner, tengo 21 años y debería estar en mi oficina, trabajando.

La chica me observa entrar en pánico. Estoy entrando en absoluto pánico, si les soy sincero. Me tuve que quitar el saco que tenía puesto, dejándolo en el colchón. Desabroché incluso los primeros botones de mi camisa.

Me estoy muriendo.

Estoy en el 86' y no tengo ni idea de cómo volver.

Como vuelvo al futuro.

Marty McFly por lo menos se quedaba con el auto.

—Bueno, gusto en conocerte, Dylan —dice la chica, captando mi atención—. Me llamo Arbie.

Le estrecho la mano, confundido.

—Es es un nombre bastante raro.

—Es una abreviación.

Frunzo el ceño.

—¿De qué? ¿Arbelia?

Ella ríe al escucharme.

—Me llamo Amy Renee Brown; ARB, pero como nadie quiere que lo llamen Arb, pues me llaman Arbie.

Casi me desmayo ahí mismo. ¡Cataplum!

Tengo a Amy Brown frente a mi, a la verdadera Amy Brown. Según por mis conocimientos, deberían estar empezando a escribir el libro.

Inmediatamente, me volteó hacia el escritorio, revisando las hojas sueltas. Manuscritos.

Está escribiendo mi libro favorito.

Arbie me quita las hojas de la mano.

—Eso es mío —reclama, comenzando a ordenarlo todo.

—Tú eres Amy Brown —digo sin palabras, observándola—. Tú eres asombrosa.

Busco en el bolsillo de mi chaqueta, en donde yace la copia pequeña de su libro. Se lo extiendo para que lo observe.

La chica acaricia con sus uñas rojas la tapa del libro, observándola con cuidado. La forma en que mira el libro, sin poder creerlo.

—Tú escribiste mi libro favorito. The Alley Cat. De hecho, estás en este preciso momento escribiendo mi libro favorito. Esto es increíble. Asombroso.

Ella alza la mirada hacia mi.

—Dices asombroso mucho, ¿te lo han dicho? —duda pasándome su libro, el cual yo guardo de inmediatamente.

—Pues la verdad es que si. Cuando estoy nervioso repito continuamente los mismos adjetivos, o comienzo a hablar con un vocabulario extenso como lo estoy haciendo en este preciso instante. Quiero comunicarte que no todo el tiempo hablo de esta manera, lo que me sucede es que conocer a mi idola es algo que puedo calificar como top nivel de nervios.

Ella esboza una sonrisa.

—Acabas de arruinar mi futuro, Dylan. No puedes contarle a alguien del pasado su futuro. —Aprieto los labios al escucharla—. No hablemos más del futuro, mejor hablemos de cómo vas a volver a este.

The Journalist (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora