—¡ANDREAAA!—Escuché un grito detrás de mi así que voltee y ahí venía Shawn con una sonrisa de oreja a oreja.—¿Cómo estas pequeña personita?—Me abrazó y dejó un beso en mi mejilla. Estuvimos hablando un rato más pero le dije que ahorita volvía.

Me fui hacia la persona que tenía como veinte minutos mirándome fijamente, incapaz de acercarse a saludar.

—¿Es que tu te crees la última coca cola del desierto para no venir a saludarme?—Le dije cruzando los brazos.

Él soltó una pequeña sonrisa y en menos de un segundo ya me había alzado y me estaba dando vueltas. Nojoda aquí todo mundo me va a ver el culo gracias a éste pajuo.

—COÑOELAMADRE, ALEX JOSÉ SI NO ME BAJAS YA MISMO CONSIDERATE HOMBRE MUERTO.—Grité mientras oía que prácticamente se estaba ahogando con sus carcajadas.

—Feliz cumpleaños chamita, sabes que te amo como a nadie en el mundo.—Me envolvió en sus brazos y beso mi cabello.

—Yo también te amo mariquito.—Le sonreí.

—Tu eres demasiado gafa chama, nos cagaste la sorpresa, yo quería que lloraras cuando me vieras.—Giro los ojos haciéndose el arrecho.

—En mi defensa el teléfono no dejaba de sonar y me dio un poquito de curiosidad.—Hice puchero.

—A ese marico lo traes viendo corazoncitos ¿crees que te montaría cachos?—Preguntó y yo negué rápidamente con la cabeza.—Igual ya lo amenace, el que va a pagar si él se porta mal va a ser su precioso carrito.—Sonrió sin mostrar los dientes.

—Si ves por qué eres el mejor hermano del mundo.—Lo abracé.—Por cierto, ven y te presento a mi hermana.—

Él me miró confundido y después fue como si recordara lo que le había contado y río.

—¿Vino?—Dijo y yo asentí.

Nos acercamos a una de las mesas donde se encontraba Val solita, se veía demasiado bello tenía un vestido corto de tiritas rosado pastel y parecía la propia princesa.

—Cierra la boca, no vaya a ser que la babees pajuo.—Le metí un lepe.—Hermanita.—Dije sentandome a su lado para abrazarla.—Te presento al pajuo de mi mejor amigo.—

Ella sonrió y sus mejillas se sonrojaron un poco cuando Alex se agachó y besó su mejilla.

Me levanté y dejé que Alex se sentara para que pudieran hablar tranquilitos. Se veían cuchis pero ajá no voy a hacer de cupido para que después Alex la cague y yo me sienta culpable.

Lo digo por experiencia, Alex es un picaflor y el muy pajuo me usaba para conocer chamas. La decepción.

—Pero que belleza de mujer.—Dijo una voz a mis espaldas, me volteé rápidamente y pasé mis brazos por sus hombros para abrazarlo.

Él me alzó por la cintura y empezó a darme vueltas.

—Coñoelamadre a todos les pica el culo hoy o qué? Mario si no me bajas ya mismo te voy a vomitar encima.—Y en menos de un segundo ya estaba con mis pies en el piso y Mario mirándome mal.—Pensé que no habías venido perrito.—

—¿Cómo voy a faltar a tu cumpleaños?—Me volvió a abrazar y yo sonreí.—Sabes que nunca dejaras de ser importante para mí, pequeña.—Dejo un beso en mi frente. Admito que amo demasiado el acento Colombiano, de panita.

Mario es muy mariquito cuando se lo propone.

Escucho a alguien aclararse la garganta detrás de nosotros y volteo de inmediato, era Hero con una cara de culo bru-tal y creanme que para verlo arrecho es medio difícil.

MI VENEZOLANA || Hero Fiennes-Tiffin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora