—¿Lamiste la herida?— preguntó Harries revisando mis signos vitales

—¡No era yo! Es la maldición— casi suplicaba que me creyeran

—Oh Dios mío— dijo Mariann casi llorando ante la locura que escuchaba.

Todos pensaban que me estaba volviendo loca, que algún animal me había picado en Kunene y deliraba, pero nadie me creía, sus rostros de preocupación y tristeza por mi estado solo generaron más enojo en mi interior, quería gritar y decirles cuanto me lastimaba el ser que me estaba habitando pero no escucharían.

—Henry, creo que algo más ha sucedido— Harries le susurraba a Henry después de ponerme un tranquilizante y arroparme en mi cama— ella...— se aclaró la garganta luego de una pausa— Marie sufrió un ataque o algo parecido

—¿Ataque?— dijo Henry asustado

—Sus muslos internos están desgarrados, creo que debo llevarla a la clínica y revisarla correctamente —explicó

—¿Cómo una violación?— Henry sollozó

—No podría explicarlo, mañana llévala a la clínica y te mostraré y les explicaré de lo que hablo.

El doctor Harries se fue tiempo después, Henry subió a nuestra habitación, se cambió y se acosto a mi lado sin tocarme la preocupación aún presente en sus facciones

—No fui violada— asegure acostándome sobre su pecho una vez que el estuvo a mi lado

—Lamentó que escucharas eso— beso mi cabeza mientras mis dedos acariciaban la ahora cicatriz de su costado

—Henry— lo mire aún con la barbilla pegada a su pecho— Akila está dentro de mi, me posee— dije con ilusión de que me creyera.

—Te creo— me levante con los codos ante su afirmación— te sentí lamer mi costado, vi mi cuerpo sanar ante tu contacto, puedo sentir el calor irradiando de ti— enlistó

—Estás excitado— noté

—Desde que me despertaste todo en mi reacciona a ti— explicó— pero no debo tocarte

—Tómame— esa ya no era yo.

—Marie— se alejó

—No— me subí a sus piernas y comencé a moverme— soy yo mi amor

—¡Basta!— gritó

—Estás excitado— continúe desprendiéndome de mi ropa

—Tu no eres así Marie— insistió en bajarme de él, su miedo a lastimarme lo hacía ser gentil

—¡Usa fuerza!— grité, pero ya no era mi voz la que salía de mi, presione sus manos contra mis caderas y lo besé a la fuerza, de rendía, el ente en mi interior lo hipnotizaba, estaba perdiendo la batalla.

—¡No!— se levantó tirándome al piso— Marie... ¡Dios, lo siento tanto! —intentó darme una mano, el verde de mis ojos había desaparecido

—¡Yo no soy Marie!— grité — ¡Deja de pensar en ella! ¡POR SIGLOS HAZ PENSADO SÓLO ELLA!— la cara de terror de Henry ante los gritos de Akila a través de mi cuerpo no tiene una descripción— olvídala— me quede mirando fijamente sus ojos— olvídala mi amor— pero Henry no cedió, bajo la mirada y negó con la cabeza

—La amo, no voy a dejarla jamás— contestó mirándome a los ojos, podía sentir mi interior hervir con emoji y frustración y después de un grito, para mi todo se puso negro.

—Hola Cariño— escuché al rey Guillé decirme mientras tomaba mi mano— Henry y Catalina ya vienen— ¿mi madre?

—¿Dónde estoy? —pregunté con voz ronca

—En la clínica del doctor Harries, tu mamá voló hasta acá hace unas horas, Henry fue por ella al aeropuerto— explicó

—No recuerdo nada— el pánico me atacó

—Es normal, dice Henry que te desmayaste y Malcom dice que tuviste un ataque de pánico— lo único en mi mente era recostarme sobre el pecho de Henry y quedarme dormida.

—¡Hey bella durmiente!— dijo André entrando al cuarto con un café para su papá

—André—sonreí —Siempre tan gracioso

—Y tan mentiroso, luces horrible— hizo un gesto de disgusto y rió, levantando mi ánimo

—¡Oye!— lo reprimió Guillé riendo también

—¿Cómo te sientes?— preguntó ahora más serio

—Mejor— contesté y extrañamente parecía una respuesta real.

—Papá— tomó el hombro del rey Guillé —¿puedo hablar con Marie a solas?— preguntó para nuestra sorpresa

—Claro— se aclaró la garganta— cualquier cosa estaré afuera— informó. Una vez fuera André tomó el lugar que ocupaba su padre minutos atrás.

—Mar... dímelo todo— me dijo sin titubear

—¿De qué hablas?— me espanté ante su tono

—Yo... pasaba por frente su habitación cuando Henry te saco en brazos y tú boca estaba llena de una gelatinosa masa negra— sentí asco— creí que habías muerto y cuando llegamos con Malcom esa cosa había desaparecido— explicó. —No voy a juzgarte —prometió

—Creo que estoy poseída y nadie me cree— solloce y limpie las primeras lágrimas que comenzaron a salir de mis ojos, informé a André de lo que me había pasado con los himba, de la muerte de Anneeka y de las palabras de Akila... parecía creerme.

—El líder Kuleenë me dijo que estaba embarazada... cuando logré salir de ahí la sangre de un aparente aborto corría por mis piernas... habría tenido apenas un mes... es casi imposible— comenté para su pesar

—¿Entonces que sucedió? Es decir, si no estabas embarazada ¿porqué sucedió?

—La maldición de mi familia trata de una bruja vieja que ha querido destruir la unión de mi tatara tatarabuela con el tatara tatarabuelo de Henry, ahora que se repite la historia ella volvió...— le expliqué— Nicole estaba poseída por ella, al salir de su cuerpo la mato— sus ojos se abrieron y se llenaron de lágrimas

—¡Alguien tiene que ayudarte! — me creía, André creía en mi

—¿Marie?— Henry asomó la cabeza por la puerta

—Sí, soy yo— sonreí sin gracia

—Oh Dios— contestó acercándose y besando mi frente— Estoy muerto de miedo— confesó —creí que te perdía.

—Creo que no estás muy lejos de la realidad

—¡No digas eso Marie— advirtió André —saldremos de esto— puso su mano en el hombro de Henry

—Cuando no sea yo...— empece a decir mientras el calor subía por mi espalda ya lo reconocía, ya sabía lo que venía —Henry— tomé su mano asustada

—Lo sé, todo estará bien— sus ojos reflejaban el miedo, André también estaba asustado.

Lo último que recuerdo hacer fue arrancar de mi brazo la aguja que administraba medicina a mi cuerpo, había perdido completamente el control.

Ever After Where stories live. Discover now