Capitulo 50 (Epílogo)

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Sonrio con un poco de tristeza

Si pudiera hacer que el tiempo de ambas durara más, se acercó un poco más a su hermana y observo que esta tenía un rastro de lágrimas aún un poco humedas no había duda ella había llorado .

Una punzada de dolor y remordimiento lo atravesó .

Georgiana era todo para él, desde que ambos habían quedado huérfanos se habían vuelto inseparables habían buscando el consuelo y cariño por parte del otro .

Con apenas la mayoría de edad cumplida ; el Sr Darcy se vio en la obligación de hacerse cargo de la familia y en especial de Pemberly. No permitiría que el único lugar que lo conectaba con su padres se perdiera ; es más lo haría próspero.

Velaria por Georgiana y por cada trabajador de Pemberly .
Agradecia inmensamente que la señora Reynolds; les seguía ofreciendo su apoyo incondicional a ambos ; y ellos la consideraban como su segunda madre .
No sabía que hubiera sido de ellos si no fuera por ella .

Regreso la mirada hacia Elizabeth , ella tenía una ligera sonrisa en su rostro que hacía contraste con su ceño fruncido .
Toco su frente y la froto con suavidad ; quitando ese gesto.

Ahora Elizabeth había logrado sacar a su hermana de ese enclaustramiento que se auto imponía ; apretó la mano de ella con suavidad lo había intentado todo desde conversar con ella , la señora Reynolds , Fletcher , el invernadero ; pero nada había cambiado hasta que ellas se encontraron .

Bajo la vista hacia su mano

Era justo quitarle algo ; que le traía dicha solo por dejarse llevar por los instintos .

Ni la mejor educación ,puede civilizar al hombre por completo penso por un instante .

Era evidente Elizabeth se marcharía y si él no lo evitaba ; Georgiana quedaría destrozada .

Por eso su hermana había llorado era muy probable que ella ya le había comunicado su deseo .

Sintió impotencia y coraje

Debía atarla a Pemberly

Se sintió enfermo mezquino y muchos abjetivos de poca estima hacia si mismo y tuvo miedo sus manos no dejaban de temblarle ; no quería hacerlo pero no había otra salida , así se aseguraría de tenerla para siempre

Tenia que proponerle matrimonio, era solución perfecta .

Las miro nuevamente a ambas , antes de hacerlo debía tomar la opinión de alguien muy importante para ambos.









La mañana siguiente encontré a Georgiana y a la señorita Bennet tomando el sol en una banca, ambas parecían enfrascada en una conversación.

Elizabeth no dejaba de señalar unas cuantas flores y Georgiana reía por las ocurrencias relacionada en recordar sus nombres .

Pero algo que si me llamo la atención fue cuándo la señorita Bennet , jugó con el cabello de mi hermana y colocó una mano a la altura de su oído y le hizo una confidencia.

Ella solo echó la cabeza hacia atrás y río con bastante elocuencia y entonces sus ojos se posaron en los míos. Poco diré del tiempo que tardo Georgiana correr hacia mi .

Me gustaría que nunca perdiera esa sonrisa

Hacerla feliz y procurar su dicha

Solo por un instante me recordó a nuestra madre , jugue con sus cabellos en cuanto la tuve cerca mío.

ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora