We'll go from here (+18)

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El viaje en avión fue incómodo por decir lo mínimo. Anna se negaba a hablar con alguno de sus ocupantes después de que en su llegada al hotel se encontrara con la noticia de que su tutela había sido dada a Natasha Romanoff y la mujer ya había hablado con su entrenador diciendo que se la tenían que llevar porque debían resolver algunos problemas familiares. Anna estaba demasiado molesta por no tener contacto con el profesor. Estuvo intentando por varios minutos comunicarse a su teléfono de emergencias pero no hubo respuestas. El profesor no contestaba, como siempre que lo necesitaba. Se abrazó a sus piernas y trato de ver los videos de sus entrenamientos pasados, buscando entretenerse con eso y no con las profundas miradas que sentía a su alrededor. Sentía ese dolor constante en la nariz, señal de qué comenzaría a llorar en cualquier momento pero se negaba a hacerlo. El vuelo duraba más de 13 horas, así que o se encerraba en el baño a llorar o pretendía que no pasa nada y se dormía. Sin saber a dónde escapar, optó por hacer lo último, metiendo la mano en su bolso para sentir el contacto de la suave tela de su oso de felpa. Estaba tan cansada que ni siquiera pensó que los que le habían dado ese oso estaban frente a ella.

Natasha y James se sentaron frente a frente, lo más cerca que pudieron de Anastasya sin invadir el espacio que la chica había puesto entre ellos. Natasha recargó su cabeza en el hombro de James, quien acariciaba su muslo tiernamente, haciendo pequeñas figuras imaginarias para tratar de calmarlas. Natasha no sabia que podría pensar su hija de verlos juntos y demostrándose tan abiertamente su afecto. James parecía leer su mente y habló en voz baja, solo para que la rusa lo escuchara.

— Anya tiene que saber nuestra versión de la historia, Nat.

— ¿Qué versión, James? — la voz de la Viuda Negra destilaba sarcasmo — ¿La de unos padres que fueron suficientemente cobardes para volver al lugar que tanto daño les había hecho? ¿o la de dos padres que no la buscaron una vez que les dijeron qué su preciosa hija estaba muerta?

El Soldado del Invierno no supo qué contestarle a su mujer. Sabía que ella tenía razón en algunas cosas pero confiaba en que, una vez que le explicaran todo lo que había pasado en su nacimiento, Anastasya y ellos dos podrían formar la familia que siempre debieron ser. Era solo cuestión de qué conversaran y se entendieran. Se forzó a recordar que Natalia tenía un versión diferente de familia de la que él había tenido con su padre, su madre y sus tres hermanas pequeñas. Suspiró con tristeza al recordar a la familia que había muerto tantas décadas atrás, desearía poderles pedir apoyo y consejo, pero al menos seguía teniendo a Steve Rogers a su lado, siempre.

— La única versión que necesita es que la amamos, Talia. Con eso es suficiente — murmuró Bucky antes de acercarse a ella para depositar un beso en su frente.

Natasha atinó a asentir con la cabeza antes de cerrar los ojos, no quería seguir discutiendo con James acerca de eso. Si bien la chica era su hija, no estaba segura de que pudieran tener una relación de ningún tipo, por más positivo que James se sintiera. Se dedicó a disfrutar de las caricias del Soldado y sonrió con tristeza. Había tenido que pasar todo eso para que se recuperaran, pero ahora estaba segura que no se separaría de él y no permitiría que se interpusieran entre ellos.

En menos horas de las que Anna hubiera querido llegaron a Nueva York. La chica bajó siguiendo a Natasha, poniéndose la capucha de su chamarra para que nadie la viera y sin quitarse sus audífonos. Debía admitir que uno de sus más grandes sueños era conocer esa ciudad pero no de esta manera, quería venir por su propia voluntad y cuando pudiera deshacerse de la sombra del profesor y sus reglas pero nunca imaginó que vendría con sus padres y que dichos padres eran la Viuda Negra y el Soldado del Invierno. Recordó aquellos momentos de su infancia donde soñaba con que la Viuda Negra viniera a rescatarla del colegio y le ayudara a encontrar a su mamá. Cuando se imaginaba que tendría una mamá buena y dedicada y un papá completamente loco por ellas; de niña estaba segura que habría una buena explicación para que la hubieran dejado con el profesor. Se limpió una lágrima traicionera cuando vió cómo llegaron a la base de los Vengadores.

Anastasya // BUCKYNAT/WINTERWIDOWWhere stories live. Discover now