El Guardián del Mar

No todo es de color rosa

Si no se preocupe –la aguamarina abrazo a Haruka de manera cariñosa cosa que llamo la atención de Daisuke.

Nos pueden decir para que nos estaban buscando –pregunto la rubia viéndolos.

Sus padres las andan buscando es mejor que vaya –ambas jóvenes asistieron a esto y se retirado de regreso al palacio.

Daisuke tienes una mirada extraña que sucede –pregunto Tomoyo curiosa.

Nada... solo que cada vez me siento honrado de ser amigo de Haruka –sonrío viéndola—Por fin ella ha encontrado su felicidad.

Me estas queriendo decir que Haruka y la Princesa Michiru –dijo Tomoyo captado lo que quería decir su marido—No lo puedo creer.

Así es querida... y saber que por fin es feliz... me alegra mucho –dijo abrazado a su esposa y regresaron para dentro.

Por su parte la rubia ya estaba dentro caminado entre la gente seguida de la aguamarina, cuando por fin llegaron con los padres de la rubia quienes estaban hablando con otros monarcas.

Padre me disculpa un momento –dijo la rubia educadamente.

Claro hija que sucede –le pregunto su padre a verla con Michiru.

No nos sentimos bien y queremos ir a descansar nos das permiso –dijo sin rodeos, el Rey Hitoshi solo las miro y asintió.

Adelante –regreso a hablar con los otros reyes mientras Haruka y Michiru se retiraba hacia la habitación donde estaba primero la aguamarina, quien tomo su equipaje para finalmente fuera al de la rubia.

Antes de que entrara en la habitación de la rubia, Michiru detuvo a Haruka besándola con ternura en los labios cosa que por un lado la extraño y por el otro le gusto correspondiéndole cuando se separaron la abrazó fuertemente.

Sucede algo Michiru –pregunto extrañada por el gesto.

No, todo está bien... solo prométeme que siempre estarás conmigo –la miro a los ojos.

Incluso después de la muerte seguiré a tu lado... estaré contigo siempre –le sonrió besándola—Es mejor que entremos a descansar –le guiño el ojo.

Te amo Haruka –le dio un beso entrado.

Y yo a ti –entro detrás de la aguamarina cerrando la puerta.

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Sasuke por su parte se encontraba en los jardines de Urano pensativo... ahora sabía que las dos princesas eran amantes y la idea solo le causaba repugnancia.

Así que tanto fue la decepción que tuviste de mi... que ahora te acuestas con mujeres –dijo con repugnancia—Eres una verdadera decepción Michiru.

Dirigió su mirada hacia donde se realizaba la fiesta y sonrisa se amplió más.

Ojala se destruya todo el milenio de plata... solo ellos permite semejante acto de atrocidad –suspiro dado media vuelta—Es mejor lárgame de este lugar... además pronto será el final de todos pero les dejare un pequeño regalo –trono los dedos soltado algunas sombras—Mañana atacaran a primera hora... dejémosle disfrutar un poco más—luego desapareció del lugar.

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Al día siguiente Michiru se despertó sintiendo algo de frio, jalo un poco las sabanas y se acomodo sobre el pecho de la persona con la que dormía, este movimiento despertó a la rubia viéndola aun media dormida.

Tienes frio –dijo mientras cubría a Michiru con las cobijas y la apegaba más a su cuerpo, honestamente si hacía algo de frio y en las condiciones en las que se encontraban lo sentía aun más.