CAPÍTULO 03 - ENCUENTRO DESAGRADABLE

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A mi ex-novio no le agradó su comentario, odia que le digan ese tipo de cosas porque siempre se ha creído el mejor y juega sucio con tal de librarse de las consecuencias de sus actos.

Harry alzó su puño con la intención de golpear a Nate, pero me interpuse antes de que se desatará la pelea.

-Alto -lo miré con advertencia -, ni se te ocurra alzar una sola mano a mi amigo, Harry. No te metas con él.

-Aquí la única que me interesa eres tú y haré a un lado a quien se interponga.

-Lo de nosotros ya terminó hace mucho tiempo y no pienso volver a darte una oportunidad, y tu sabes muy bien la razón.

-Aún me amas Emilia -tragué saliva -aún puedo recuperarte.

-Vete, vete o quien llamará a la policía seré yo.

-¿Tú también?

-Me dejas sin opciones.

Se acercó y depositó un beso en mi mejilla -, siempre arriesgarías tu pellejo por mí nena. sé que me amas.

-No, no volveré a arriesgar mi pellejo por ti, no lo mereces.

-Ya veremos -después de ello se fue alejando.

-Bye bye Morgan.

-Ya estás advertido -dijo Nathan con cólera.

-Tu igual -sonrió de oreja a oreja y me mando un beso, pero voltee a mirar a mi amigo que no despegaba su mirada hasta que se fuera.

-Ya déjalo.

-¿Dejarlo? No, no puedo hacer eso. Sin duda volverá por tí.

-¿Qué ha sucedido entre ustedes para que lo odies tanto?

-El engañarte y usarte para sus mierdas.

-Ese ya es mi asunto, no te metas.

Su porte cambió a uno más rígido -Emilia, te ven con él y pensaran que eres su cómplice ¿Eso quieres? ¿Ir a la cárcel?

Lo miré mal porque tenía razón -, no, no lo quiero.

-Entonces mantén tu distancia con ese tipo.

Con una expresión molesta camina frente a mí hacia el mercado y lo único que podía hacer era seguirlo en silencio, hasta que se le pase un poco, porque habíamos quedado en almorzar pero sí su humor está así, prefiero ayunar.

Terminamos frente a una farmacia, donde entró hacer un par de compras y yo fui por unas golosinas a la bodega, pero los anuncios de trabajo pegado en las paredes llamaron mi atención.

-¿Algo bueno?

-Albañil, mecánico, vendedor, asistente...

Se acercó a la pared, mientras yo me comía unos piqueos -, aquí hay uno que tal vez sea para tí.

-¿Cuál? -me pasó el volante.

-Dice que se necesita una joven para que atienda a un discapacitado ¿Qué opinas?

-Bueno, al menos es un trabajo más decente que el anterior -me reí y él me dio una mala mirada.

-Espero que hayas dejado de asaltar.

«Sigue esperando, porque es el único ingreso que tengo»

Sacó su teléfono y mirando el anuncio apuntó el número.

-Nate, no necesito un trabajo así.

-Buenas tardes, ¿con el señor Trevor?

-Soy yo ¿Quién llama? -respondieron del otro lado.

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