Avatar: La leyenda de Hiro. Libro 1: La Historia

Capítulo 1: La joya alumbrada

«19 años después de que él diera su último respiro El loto blanco desde que el último avatar murió se desintegró pensando que su único objetivo era buscar al avatar en la nación de luz, colonias de Iroh nació un niño con la habilidad de aparecer fuertes luces, incluso para combate al igual que otros maestros de la zona ¿será este un nuevo renacimiento? »

En los corredores de las calles, una zona más parecida a las tribus agua yacían nuevos maestros con la capacidad de hacer un tipo de habilidad « Luz Control » era parecida al fuego y al agua. En los esos tiempos, los espíritus caminaban por allí y habían espíritus bailando en el cielo, un chico rubio, ya grande llamaba a alguien.

-¡Hiro!, ¡Hiro! ven, suspende tus actividades un momento- Entonces vino un niño  que le preguntó -Hermano, ¿qué pasa? Samuel y los otros jugamos con los espíritus. -No queda mucho tiempo más- replicó él -Tenemos que hacerlo ahora-. Yendo a un iglú de nieve, el chico rubio se sentó en una banca que ahí estaba y de su bolsillo sacó una joya, pero no una joya común; era una joya que brillaba y tenía símbolo de una estrella de cuatro puntas -Bien, toma esta joya, tu abuelo tatarabuelo Zuko nos entrego esta misión: Entregártela este mismo día y a ti, sólo a ti- tomando la joya se la puso y emocionado dijo -¡Perfecto! me queda muy bien, cuéntame más sobre esta reliquia- asintiendo dijo -Ésta reliquia la consiguió tu abuelo en el mundo espiritual con el Avatar y sus amigos, él se puso en contacto con los espíritus y ellos se dijeron: « Rey del fuego Zuko ha venido con el avatar » y saludándolos de la manera más cortés le dijeron a Zuko El Rey -Señor del Fuego, Zuko gloriosa es su venida ya que ha venido en el momento exacto puesto que le entregaremos esta joya para su tataranieto, cuídela bien.

 porque llegó la paz que encerraría a el Yang para siempre-, vino entonces una osadía de tormenta y de ella venía un espíritu gigante que destruía poco a poco la villa, llegó a el iglú donde ellos estaban, clavandole la mano al rubio en el pecho. Hiro estaba sobre el cadáver llorando y  se dirigía una mano a él, rápida como una bala. La furia se desató, la mano lo cogió, justo cuando se lo iba a tragar una ráfaga de luz se desato de él sus ojos eran brillaban y eran blancos, durante una larga lucha en el momento apropiado él empezó a purificar el espíritu lo logró y se desmayó. Despertó, una luz estaba al frente de él, miró el a sus lados y se hizo bolita llorando amargamente, pero la luz le dijo con voz de mujer -Hiro no llores, lo que ha sucedido pasó, sígueme y te ayudaré, se levantó. Siguió la luz llegando al reino tierra.