『Amajiki Tamaki』

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— Perdón —junto con mis manos al frente de él, sonriendo con las mejillas rojas y la vergüenza bastante presente.

— Es sorprendente cómo es que aún no se te olvida tu espada en algún lado —golpea mi frente, haciéndome tambalear un poco—, y no podemos simplemente conseguir otra de estas.

El pueblo más cercano realmente no está a mucho más de tres kilómetros, y aunque puede parecer bastante, la verdad es que una vez comienzas a caminar se vuelve cosa de nada, especialmente comparándolo a cuando tienes que ir de una ciudad a otra. Eso sí que es una pesadilla.

Durante el camino nos limitamos a conversaciones triviales. Uno de los temas a mencionar es el de las almas gemelas, que me hace pensar en la frase escrita en mi muñeca. No es la cosa más impresionante del mundo, pero si le pones atención a la relación que podría tener conmigo, es... raro.

Una sola palabra está escrita, con letras temblorosas y poco claras.

"¡Espera!"

Al contrario de mí, mi querido mejor amigo no le toma tanta importancia al tema, diciendo que no tiene relevancia con el trabajo que tenemos. Es peligroso.

De hecho, ni siquiera sé cuál es la frase escrita en su brazo. Siempre lleva una venda al rededor de esa zona, así que es prácticamente imposible saber lo que dice sin quitarle la venda, y eso sería una misión suicida.

Cuando finalmente llegamos al pueblo, decidimos separarnos. Katsuki está harto de tener que acompañarme, pues siempre termino distraída por algo y yendo a varios puestos de cosas, gastando más dinero del que debería. ¡Pero no puedo evitarlo!

Así que, tal y como dicta el plan, me dirijo a la primera tienda/puesto que veo, preguntando por una bolsa de dormir. Niega con la cabeza mientras me dice dónde podrían tener en venta.

— Muchas gracias —hago una pequeña reverencia para segundos después seguir avanzando. El lugar se ve bien decorado, lleno de colores aquí y allá.

Hacía un tiempo que no veía un lugar tan colorido como este, pues normalmente nos rodean los diferentes tonos de gris. Algún que otro blanco y negro. Quizá es porque generalmente estamos en lugares a los que no llega del todo el sol, en parte. Es posible.

Un ruido que proviene de un arbusto en las orillas del pueblo llama mi atención, así que me acerco esperando que se trate de un pequeño conejo que pueda llevarme conmigo y tenerlo como una mascota.

Sin embargo, cuando miro por encima del arbusto, un chico de cabello negro se aleja en dirección al bosque.

Puedo reconocer fácilmente que no se trata de un humano, pues ninguno es tan idiota para ir al bosque. Bueno, hay excepciones, pero además quizá por los dos pequeños cuernos que nacen en los laterales de su frente. No hay tantos demonios que se vean de esa forma, así que río debido a la poca originalidad.

Desenfundo mi espada mientras avanzo por donde él fue, escondiendome detrás de un árbol y mirando hacia el frente. Lo veo apoyando sus cuernos sobre el tronco de un árbol a espaldas de mí.

Podría ser una trampa, así que avanzo con sigilo mientras aprieto entre mis manos el mango de la espada.

Cuidado atrás —susurro en su oído cuando no hay casi distancia entre ambos. Sus ojos se abren en grande, volteando y esquivando con un poco de suerte la espada, que se clava en el árbol.

Vuelvo a alzar el arma, dispuesta a matarlo cuando alza sus manos, mirándome con miedo y las piernas temblando.

¡Espera!

La espada se resbala de mi mano, cayendo al suelo y moviéndose un poco mientras yo me limito a retener mi respiración de la impresión. Lo veo con sorpresa, especialmente por el pequeño rojo que se instala en sus mejillas.

— Casi mato a mi alma gemela, oh dios —golpeo mis mejillas con las palmas de mis manos, regresandome de esta manera a la realidad—, y Katsuki me matará a mí si se entera de esto.

— ¿E-eres una... una ca-cazadora de demonios...? —asiento ante su pregunta, viéndolo temblar del miedo que eso le provoca. Sin embargo, yo también tiemblo, sin saber lo que debo hacer.

Katsuki, mi mejor amigo, definitivamente va a cavar una tumba para mí si se entera que no maté a un demonio, aunque fuera la reina de Inglaterra, se trata de un demonio. Pero no puedo matar a mi alma gemela, es adorable, atractivo y casi va a llorar del miedo.

Cierro mis ojos con fuerza y aprieto mis labios, levantando la espada del suelo.

— ¡N-no! ¡E-espera, por, por favor!

— No voy a matarte, tú, demonio adorable.

Vuelvo a guardar la espada en su funda, que cuelga de mi espalda. Dejo escapar un gran suspiro desde mis pulmones y extiendo mi mano al chico, que se encontraba en el suelo.

— Mi nombre es (T/A) (T/N), soy una cazadora de demonios y te llevaré conmigo, pero será para que nadie te mate porque no quiero que mi alma gemela muera, incluso se trata de la raza de la que debo deshacerme.

Él toma mi mano, así que lo ayudo a levantarse solamente para golpearme con el hecho de que es increíblemente alto. Creo que es más alto que Katsuki, y eso es mucho decir.

— S-soy Amajiki... Tamaki, y yo soy, soy un demonio. I-iré contigo, porque n-no quiero dejar ir a mi... alma gemela.

Sonrío inconscientemente, rascando mi nuca con mi mano libre. Busco algo entre mi bolsa, sacando una especie de boina y colocándosela a Tamaki para cubrir su cuernos. Los pueblerinos no deben verlo o se asustarán, y eso sería realmente malo.

Así que, tomados de la mano, volvemos al pueblo, yo preparándome para el puñetazo que me va a dar Bakugou cuando le cuente.

ღ Pedido hecho por; melody_plus.

ღ Sí, ya sé que me tardé muchísimo, lo siento realmente por eso ;;.

ღ No sé qué tal haya quedado, pero admito que me gustó mucho escribirlo. Es casi como caminar a ciegas y encontrarte una moneda ¿?

ღ Los especiales de San Valentín están en proceso, junto a los demás pedidos. Si me tardo mucho perdón, a veces no tengo imaginación, ahhhh.

❝ BNHA: One Shots ➥ Soulmate ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora