-"Él es Harry Potter"- contestó Hagrid sonriendo.

Entonces se produjo un gran movimiento de mesas y sillas, al momento siguiente Harry se encontraba esquivando manos de todos los presentes del bar que había en ese momento.

Después Hagrid se hizo escuchar al notar el incómodo momento para niño.

-"Tenemos que irnos, hay mucho que comprar. Vamos Harry"-

Hagrid lo llevo a través del bar, dónde estaba la pared que conecta al Callejón Diagon.

Hagrid miró sonriente a Harry.

-"Ahora ¿a donde vamos paraguas?... Tres arriba... Dos horizontales"- murmuraba- "Correcto"-

Un segundo después se abrió la pared mostrando la calle.

-"Bienvenido al Callejón Diagon"- dijo Hagrid.

Harry medio sonrió. Entraron por el pasaje. El sol brillaba iluminando los varios calderos, en la puerta mas cercana

«Calderos de todos los tamaños - Latón - Cobre - Peltre - Plata - Automáticos - Plegables» decía en el rótulo que colgaba sobre ellos.

-"Es seguro que necesitarás uno, pero primero vamos a conseguir el dinero"-

-"Entendido"- dijo Harry.

Caminaron calle arriba hacia el edificio blanco, el único como la nieve en tono.

-"Gringotts"- dijo Hagrid enfrente del banco.

Entraron al banco, un duende desde que vio a Harry le hizo unas señas a lo que él asintió.

-"Buenos días"- dijo Hagrid- "Hemos venido a sacar algún dinero de la caja de seguridad del señor Harry Potter"-

-"¿Tiene su llave, señor?"- preguntó el duende desapareciendo las cosas que tenía en el mostrador.

-"La tengo por aquí"- dijo para después vaciar sus bolsillos sobre el mostrador, desparramando un puñado de galletas de perro -"Aquí está"- dijo finalmente enseñando una pequeña llave dorada.

-"Parecer estar todo en orden"- dijo el duende 'examinando' de cerca la llave.

-"Y también tengo una carta del profesor Dumbledore, es sobre lo que~usted~sabe, en la cámara 713"- dijo Hagrid muy serio.

-"Muy bien"- dijo el duende devolviéndole la carta junto con la llave -"Voy a hacer que alguien los acompañe abajo hacia las 2 cámaras, Griphock"-

Hagrid guardó todas las galletas de perro en sus bolsillos, siguieron al duende hacia una de las salidas del vestíbulo. Se subieron al carrito y se pusieron en marcha.

Harry cerró los ojos durante todo el trayecto hasta su bóveda.

Cuando llegaron se bajaron, Griphock puso una mano sobre la cerradura de la puerta, una oleada de humo verde los envolvió.

-"Todo tuyo"- dijo Hagrid con orgullo y una sonrisa acogedora.

Harry solamente asintió ante lo dicho por su amigo.

Griphock le dio su habitual bolsita verde que recibió hace 3 años, de todas formas se los dio a los duendes, ya que cabía la posibilidad que viniera al banco con Hagrid, en cualquier día del mes de julio.

-"Las de oro son galeones"- explicaba Hagrid, mientras metía las monedas en la bolsita -"17 sickles de plata hacen un galeón y 29 knuts equivalen a un sickle, es muy fácil. Bueno lo demás se quedará guardado"- se volvió hacia Griphock -"Ahora, por favor la cámara 713, un poco más lento"-

-"Una solo velocidad"- dijo Griphock

Fueron más abajo y el aire se volvía cada vez más frío. Llegaron hasta la cámara y bajaron del carrito, Hagrid muy mareado.

-"No se cerquen"- dijo el duende, tocando la puerta con uno de sus largos dedos y esta desapareció.

Hagrid se dirigió hacia un sucio paquetito, envuelto en papel marrón que estaba en el suelo, lo agarro y guardo en su abrigo.

Salieron del banco, Hagrid todavía agarrado muy fuerte del carrito. Una vez fuera del banco, Hagrid se estabilizó después del mareo.

-"Tendrías que comprarte el uniforme"- señaló la tienda:

«Madam Malkin, túnicas para todas ocaciones»

-"¿Te importaria si voy al Caldero Chorreante? Detesto los carros de Gringotts"- Harry asintió y entró en la tienda.

Un rato después salio de la tienda y Hagrid lo estaba esperando con un helado de chocolate y frambuesa con trozos de Nueces.

Pasaron por casi todas las tiendas restantes para comprar el material de la lista.

-"Solo falta la varita, así, todavía no he buscado un regalo para tu cumpleaños próximo"-

-"No tienes que, falta como una semana"- dijo Harry.

-"No importa, después de este día no te veré hasta que estes en la escuela"- dijo entrando en «El emporio de las lechuzas».

Minutos después salieron con una gran jaula con una lechuza blanca medio dormida, con la cabeza debajo del ala.
Minutos después salieron con una gran jaula con una lechuza blanca medio dormida, con la cabeza debajo del ala.

-"Gracias, se llamara Hedwig"- dijo Harry.

-"Qué buen nombre, ¿cómo se te ocurrió el nombre?"- preguntó Hagrid curioso.

-"De un libro de Historia que leí hace años"- contestó Harry un poco perdido en sus recuerdos.

-"Wow"- No había entendido aquella expresión en la cara del niño -"Ahora solo nos queda solamente Ollivander, un lugar donde venden varitas y tendrás la mejor"-

Cambiando Mi Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora