—La verdad, es bastante vergonzoso...—Rascó su nuca, nervioso— Pero como sabes, Slughorn dará una de esas estúpidas fiestas y quería saber si...

—¿Si quisiera ir contigo y darte el honor de verme con un lindo vestido?—Alzó una ceja, le causaba bastante ternura la situación.

—Uhm, sí—Apartó la mirada de Jane.

Janes rió y acarició con ternura la mejilla del chico, por lo poco que lo conocía, sabía perfectamente que era un poco muy vergonzoso.

—Sería un placer, querido Eric. Nos vemos.— Besó la colorada mejilla del azabache y se fue caminando hasta el Gran Comedor.

La pelirroja llegó, los cuatro chicos no le prestaron atención; estaban bastante entretenidos.

Un chico de primer año se había quedado dormido sobre la gran mesa de Gryffindor, los merodeadores le estaban haciendo un castillo de cartas sobre ellos. Bennett se acercó sigilosamente hacia ellos.

—¡Buuuuuuu!

Los cuatro se sobresaltaron; Remus abrazó a Sirius y James a Peter. El pequeño rubio de primer año abrazó a Jane, la chica se sorprendió y le recordó a ella hace unos 5 años.

—Hey, mocoso. Consíguete a la tuya. —Sirius y James quitaron los pequeños brazos del niño con brusquedad.

—¡Black! —Una pequeña rubia venía enfurecida hacia donde se encontraban los chicos. Sirius se cruzó de brazos.

—¿Qué pasa, rubia?

—Suelta a mi hermano inmediatamente, si no quieres que te lance un maleficio. —murmuró con odio mirando al ojigris. Sirius sonrió de costado.

—Cuando aceptes una salida conmigo, rubia, hasta podría hacer que tu hermano sea más respetado que el mismísimo Dumbledore.

Rose Mansour, »¿Acaso ella sale de la biblioteca?» Pensó Jane.

—Muérete. —La rubia tomó a su hermano de la muñeca y lo llevó al otro extremo de la mesa.

Jane se sentó en medio de Peter y Remus.

—¿Dónde estabas, jovencita?—Cuestionó James alzando una ceja.

—Se podría decir que tengo una cita.

Los cuatro chicos se miraron entre sí. Sirius tomó a la pelirroja como si de un saco de papas se tratara y salió del Gran Comedor. El resto de los merodeadores, lo siguieron.

—¡Sirius Black, si no me sueltas en este momento, juro que...!

—¿Qué harás, liliputiense? Créeme que con esa estatura no atemorizas a nadie.—Rió. Entraron a una sala abandonada y la sentó en una silla. La chica se cruzó de brazos.

—Bueno, Liz, creo que llegó la hora de la charla.—Dijo Remus sentándose en el escritorio perteneciente al profesor. Sirius y James se pusieron cada uno en un extremo del mesón, mientras Peter con un movimiento de varita atraía la pizarra.

—Chicos, en serio, creo que están exagerando.—Rodó los ojos la chica.— Es sólo una invitación al baile.

—Todo comienza con una cita...—Empezó James.

—Luego uno dice "oh, creo que deberíamos salir a tomar aire..."—Siguió Sirius.

—¡Y boom! Estás en el baño de prefectos, haciendo cochinadas.—Terminó James. Remus hizo una mueca de asco.

—Sus experiencias sexuales no son de mi incumbencia y agradecería que no me
las contaran.—Rodó los ojos Jane.

—¡Remus, Jane no quiere que hablemos!—James y Sirius miraron a Remus mientras hacían un puchero.

El licántropo carraspeó la garganta.

—Empecemos. Peter, encárgate de los dibujos —El pequeño asintió— y ustedes dos, asegúrense que Liz no se escape.—Sirius y James asintieron mientras ponían una mano en su frente, imitando a un soldado.—Bueno, Liz, ¿Sabes lo que es la poción anticonceptiva?

—Claro que sé, Remmie. Es algo así como las pastillas anticonceptivas, ¿No?

Este asintió.

—Bueno, primero debes estar segura de ti misma, Liz. ¡Lo más importante es que nadie debe presionarte! y...—Lupin se percató del dibujo de su amigo Peter.—¿Qué es eso, Colagusano?

—Es, ya sabes, el pilín...—Respondió con un fuerte rojo en sus mejillas.

—Cornamenta, creo que Colagusano se inspiró en el tuyo.

—Claro que no, Canuto. El mío es mucho más gran...—El azabache abrió exageradamente los ojos.— ¡Pero qué carajos, Peter! ¿De dónde sacaste eso? ¿El tuyo es así? Hombre, debes ir rápidamente a San Mungo para que te vean esa cosa.

—¡Nos estamos desviando del tema!—Exclamó lunático.

—¿De dónde sacaste tantas bolas para inspirarte, Colagusano?—Sirius se acercó a la pizarra mágica, analizando el dibujo.

—El mío está muy buen dotado.

—Nadie te preguntó, James.

—Oh, Canuto, ¿Estás envidioso? Porque he visto a muchos perros en mi vida y ninguno tiene uno particularmente "lindo".

—¡Nos estamos desviando del tema!

—¿Por qué le miras el salchichón a los perros, James? Y por favor, no me des una respuesta enferma.—Preguntó Jane, todos soltaron una carcajada, dejando a un James Potter sonrojado.

—Hey, ¿Por qué hablamos de mí? Mejor hablemos del sachichón de Peter. Ese sí que está raro...

—¿Y si mejor dejamos de hablar sobre salchichones? Les recuerdo que no tengo el mismo aparato que ustedes.

—Si hablamos de ti, pues debes tener una con...—Remus le aplastó con fuerza el pie de Sirius.— Una sutil manera de decir que me calle.—El adolescente soltó un quejido mientras miraba mal a su amigo.
















hola, ah

q taaaaal, es re corto y sin imaginación, lo sé.

¿Me perdonan? uwu

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𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora