-Hey chicas ¿Qué pasa?-. Me acerqué a ellas y tome a Ana por la cintura.

-Pasa que tu zanahoria no se sube de una maldita vez al auto.

-¿Zanahoria? ¿Me llamaste zanahoria?

-Ya subite o no llegamos-. Dijo Valentina fastidiada.

-Me subo hasta que te pases al asiento de atrás, yo voy adelante con MÍ novio.

-¡Haber basta!-. Suspire exasperado, carajo aún no nos vamos y ya están peleando-. Valentina pásate para atrás por favor.

Ella me miro con una mirada.. fría, era una mezcla de sorpresa, decepción y coraje. No le gustó nada que le pidiera a ella se pasará a la parte trasera del auto. Se bajo del auto y pasó a mi lado empujándome, perdóname bonita pero debo encontentar del todo a mi novia. Ana tomó mi rostro y me beso en los labios lentamente por unos segundos, le seguí el beso, se alejó, miró a Valentina, sonrió victoriosa y se subió al auto, mire a mi sobrina que me miraba con los ojos entrecerrados muy molesta, y por alguna razón sentí... extraño que ella me haya visto besarme con Ana.

El avión despegó, yo estaba sentado a un lado de Ana y Valentina estaba unos cuantos asientos atrás, pues ya no encontré lugar con nosotros y bueno pensándolo bien así es mejor porque ya me imagino a estas dos peleando. El capitán aviso que ya podíamos movernos por el avión, Ana estaba entretenida leyendo una revista de chismes, así que aproveche para ir al baño. En mi camino vi a Valentina quien me miro con coraje, aún sigue molesta, bueno ya pensaré en algo para que se calme. Entre al baño e hice mis necesidades y pensaba en este viaje, va a ser algo difícil con dos fieras que no se soportan entre ellas, creo que me metí en un buen lío pero es comprensible porque no iba a dejar a mi sobrina sola, ¿sería correcto que hable con ella de sexualidad? Oh vamos Ronda ¿que mierda le vas a decir? Creo que la altura te está haciendo delirar y decir estupideces...

La puerta se abrió de golpe sacándome de mis pensamientos y también un buen susto. ¿Quien mierda entra estando ocupado?

-Hola Mike-. Metí a mí amigo de inmediato en el boxer al escuchar su voz.

-Valentina que haces aquí... está ocupado.

-Creo que no pusiste seguro-. Dijo ella al mismo tiempo que cerraba la puerta y ponía el seguro.

-Bueno igual ya termine-. Quise abrochar mi pantalón para salir de ahí pero me tomo de las manos y me acorralo en el lavamanos.

-Vos me vas a sacar está bronca que tengo... ahora-. Me bajo de un jalón el boxer liberando de nuevo a mi amigo, yo la tome de los hombros y la aleje de mí.

-Estás loca, sí crees que yo...-. Me cayó besando mis labios, con una mano me tomo de la nuca para que no me alejara de ella y con la otra comenzó a acariciar a mi miembro, el cual reaccionó de inmediato, es un traidor. Me terminó de acorralar en el lavamanos. Mordió mi labio y gruñí desde lo más hondo de mi ser, su caricia era lenta pero cada que subía apretaba un poco haciendome temblar.

-Estoy... muy... enojada... con vos-. Me dijo entre besos, y jaló fuerte de mi vello púbico.

-¡Ay!-. ¡Mierda! Si duele.

-¿Te dolió?

- Sí... mucho-. Dije con la voz entrecortada. Mordió mi labio inferior fuertemente y me volví a quejar del dolor.

-Vas a sufrir...Michael-. Besaba mis labios salvajemente mientras seguía dándome placer con su mano lentamente. Se alejó de mí y con la lengua lamió mis labios sensualmente, yo sólo jadeaba con la boca entre abierta. Se hinco frente a mí y lamió la punta de mi amigo.

-Hola Mickey-. ¿Mickey? Otra vez llamo Mickey a mi amigo...

-Valentina-. La llame apenas en un susurro, ya estaba demasiado excitado.

-Shhh... no hables-. Entonces metió todo mi pene en su boca, apretó al salir y volvió a meterlo, mientras con la lengua lamia a lo largo de arriba a abajo cada que entraba y salía de su boca. Empezó con un ritmo lento, pero la forma en que lo hacía era único qué... Dios, esto es delicioso. Tembloroso y excitado, con una mano me aferró al lavamanos y sin querer abrí la llave del agua, el ruido me exalto pero a ella no pareció afectarle pues seguía cogiéndome con su boca de lo más delicioso. Cerré la llave rápidamente y me agarré con fuerza de donde pude, mientras los dedos de mi otra mano se enredaron en su cabello y la apretaba más y más a mi para que siguiera.

-Sóltame-. Exigió y con su mano quito mi mano de su nuca.

-Más rápido.- le dije agitado y empezó a acelerar el ritmo, apretaba con sus labios, lamia con su lengua y me raspaba delicadamente con sus dientes, haciéndome temblar aún más. Eche mi cabeza hacía atrás disfrutando de ella, de su boca, del mejor sexo oral que jamás me han hecho. Con las uñas de mis manos rasguñaba el lavamanos lleno de placer, estaba cerca, muy cerca de venirme en su boca, y eso quiero, llenarla de mí y que me saboree por completo.

Estaba por venirme pero entonces paró, que diablos, ¡No! Mí amigo comenzó a dolerme y un gruñido de desesperación se escuchó desde el fondo de mi garganta.

-¿Te duele?-. Me pregunto cuando se puso de pie, con sus dedos se limpió la boca y mordió su labio sensualmente.

-Sí, carajo... no pares-. Le suplique mientras la tomaba de las manos, trataba de hacer que se hincara de nuevo y continuará para que yo me libere de este orgasmo que tengo atorado. Se zafo de mi agarré.

-Me alegro qué te duela, con esto pagaste lo que me hiciste.

-¿Qué?-. Pregunté aún agitado con el ceño fruncido. Se acercó a mí y beso mis labios, con mis manos la tome del rostro y hundí mi lengua en su boca, ella se aferró a mis brazos mientras nuestro beso se hacía más y más salvaje, haciéndo que por un momento olvidará el dolor que sentía.

-Tío-. Gimio entre besos haciéndome estremecer más, la tome del trasero y la levanté, gire con ella y la senté en el lavamanos, desabroche su short de mezclilla y rodee su cintura con el brazo para levantarla mientras con mi mano libre bajaba su short junto con sus bragas. Deje su boca y con besos y mordiscos baje por su mandíbula y su cuello. Me agache y puse sus pies sobre mis hombros y abrí lo más que pude sus piernas, pues el short y sus bragas impedían abrirlas de más. Me acerqué a su sexo y lamí, de inmediato saboree su jugó, el jugó más delicioso y exótico que haya probado jamás. Hundí la lengua en su interior y al salir subía hasta su clítoris y lo mordi con los labios haciéndola gritar llena de placer, subía y bajaba, entraba y salía con mi lengua y empezó a temblar y entonces explotó en un desgarrador orgasmo y saboree cada gota de su líquido interior con todo el gusto del mundo. Es deliciosa, pero yo aún no estoy satisfecho y fue cuando el dolor volvió a mí, me levanté y la besé y gimio por lo bajo al probar su propio sabor.

-termina lo que empezaste-. Le exigí, me miro sensual y una sonrisa torcida apareció en su coqueto rostro, me empujó y choque con la puerta a mis espaldas, bajo del lavamanos y se hinco y de inmediato volvió a meter a mi amigo en su boca y al salir apretó aún más, las rodillas me temblaron, así que me sostuve de las paredes del pequeño baño. Estoy en el cielo, bueno técnicamente sí pero, esto es aún más...

-¡Mike!

-Mmm..-. Entonces se detuvo. No otra vez no.

-¡Mike! Bebé, ¿estas ahí?-. Oh no, es Ana.






VOLVÍ, VÁMONOS ALV GENTE

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