9.-Actuación sorpresa

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-Emperatriz, disculpe mis modales, pero tengo que...

La mujer sonrió y alzó la mano cortando sus palabras. Parecía tener la mirada de una madre que había descubierto el secreto más inocente de un niño-Puede retirarse.


El duque hizo una reverencia y besó la mano de la emperatriz, acto seguido empezó a evadir a los nobles que se encontraban aglomerados alrededor de la estrella de aquella noche. 


-Señorita Thirlwall, su actuación fue...fue tan conmovedora-dijo una jovencita de ojos grises.

-!Sí! No hay mejor sorpresa que la que nos acaba de presentar.

-Realmente muy hermosa voz.

-!Bellísima!

-La parte donde alcanza la nota más alta me sacó una lágrima de la emoción.

-!Señorita...!

-!Señorita Thirlwall!


Jade había recibido tantos halagos luego de su presentación que tuvo que hacer un enorme esfuerzo por encontrar alguna excusa y permitirse retirar a un lugar apartado sin parecer grosera.

Con ayuda de su madre, la joven pudo dirigirse a una de los balcones del salón. Apenas y llegó suspiró con gran alivio y sonrió apoyando ambas manos sobre su rostro. Estaba llena de felicidad que tuvo que controlar el dar saltos como una niña de cinco años. Se sentía llena de tantas emociones que si no hubiese salido a tiempo, de seguro una prolongada risa habría estallado en la cumbre de la ceremonia.


-Usted sí que sabe como sorprender a las personas.

Jade dio una vuelta rápidamente para encontrarse con la sonrisa ladina del duque.

-Opino lo mismo de usted-respondió-casi me da un susto de aquellos.

El joven dejó caer la cortina que separaba el balcón de una parte del salón y dio unos pasos hacia Jade- Jamás me dijo que tenía una voz tan hermosa.

La joven sintió que aquel cumplido estalló contra su rostro y volvió a sonrojarse suavemente-Usted nunca preguntó.

El duque asintió dándole la razón y se acomodó a su lado.

-¿Le gustó cantar frente a todos?

-Creo que debería preguntarle eso a los que presenciaron mi...

-Se lo pregunto a usted, señorita-interrumpió el duque notando lo avergonzada que estaba Jade. De alguna forma le fascinaba verla así-¿le gustó?

La castaña vaciló un poco pero viendo como no podía engañar al duque, sonrió con pureza-Sí-Jade tenía la mirada de un niño soñador e inocente-Me gusta mucho compartir mi voz con los demás...siento que de alguna forma calma o alegra hasta las lágrimas sus corazones. Tal vez crea que soy algo infantil pero si hacerlo significa cambiar un pedazo de las personas, con gusto lo soy. 

Perriett pudo notar, con ayuda de la luna plateada y seductora, que los ojos de Jade no podían parar de brillar e iluminar su ser sin la máscara de elegancia que siempre portaba. Simplemente podía admirarla tal y como era. Como se sentía, como ayudaba, como sus pupilas bailaban al son del sentimiento más puro, como era simplemente ella. Sin palabras pomposas y sin modales desbordantes.

Admiraba mucho a Jade. De cierta forma ella quería tener ese tipo de libertad también.


El secreto de la familia Edwards |Jerrie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora