Dama de un vampiro ✓

Capitulo 2

Playlist Dama de un vampiro de hoy, número 8 (Signal to Noise - Scott Buckley)

PRINCIPE VAMPIRO

Al día siguiente transcurrió como siempre, con la misma rutina de todos los días, así que las puertas se abren de un portazo y luego un guardia golpea las celdas solo porque les gusta atormentarnos, luego de eso uno de ellos prosigue a insultarnos.

―Despierten hijas de...

No sabía qué hora era, pero presentía muy de cerca que ya sería la hora de la comida o eso quiero creer, el dolor de cuerpo se intensifica cada vez más y el hecho de haber sufrido latigazos toda la noche no me ayuda a descansar, hoy más que nunca estar en este espacio pequeño me es tedioso, por eso necesito que sea hora de comer para salir.

Las puertas se abren y a comparación de otras veces, la puerta no choca contra las paredes.

―Sin ruidos está vez― escucho la misma voz de ayer, que por extraño que parece, impidió que las puertas se abrieran como de costumbre.

―Como quiera― responde Efraín ―¿Esta vez se llevará a alguien?―

Los pasos se oyen más cerca.

―Así es―

De alguna manera me ponía nerviosa que confirmara que se llevaría a alguien, sus pasos se detienen y doy una mirada rápida a la puerta de mi celda, puedo ver a ambos vampiros como ayer, Efraín de espaldas y el otro enfrente.

Trato de ignorar lo que ambos dicen y me vuelvo un ovillo para ocultarme, pero de alguna forma escucho algo que me paraliza por totalidad y es que las dudas me abordan y veo hacia el frente sin creer.

―Ella―

Me quedo sin aliento al ver los ojos del vampiro, me mira directamente por encima del hombro de Efraín, es entonces que algo me recorre toda la espalda, el miedo me invade más que otras veces.

Miro a Efraín que mira al comprador realmente molesto.

―¿Por qué?―.

Me pregunto lo mismo, nadie compra personas como yo, ahora mismo estoy sucia, ensangrentadas con heridas abiertas que él me hizo anoche, tras descubrir que me habían dado algo extra en la comida, y esto solo es una carga para los vampiros, por eso me parece extraño que quieran llevarme a mí cuando habemos más y en buen estado.

―Y... ¿Por qué no?― contesta el vampiro y al no obtener respuesta vuelve a insistir.

―Ella, la quiero a ella― esta vez exigente y frio.

Entonces Efraín dice algo que me inquieta aun más ―Señor...me temo que ella no está a la venta―

Lo desconocido de esto me aterra, sin embargo, escucharlo decir me hacer perder la esperanza de salir.

―¿Qué?― parece sorprendido.

Y ya somos dos.

El hombre casi suda y tiembla de los nerviosa, cosa que jamás había visto en él ¿tanto miedo le produce? El vampiro vuelve a hablar.

―Pagaré de más si es necesario, pero quiero lo que estoy viendo ahora mismo―

Efraín pierde la batalla y dice ―esta bien señor, si lo hablamos con el jefe de seguro que hará una excepción―

Cuando se van, escucho murmuraciones de las otras, no estoy entendiendo bien lo que dicen, pues mi mente está en que me iré y no lo digo feliz, tengo mucho miedo y también dudas, desconocía el que no estuviera a la venta y eso me deja pensando en las cosas que se escuchaban en este lugar, tal vez si soy la favorita de Efraín, muchas veces no quería creerlo, pero hoy me quedo con que sí lo es.