El apartamento

Noto algo extraño en el momento en el que intento abrir la puerta del apartamento con mi llave, debido a que solo tiene una vuelta del pestillo echada, cuando normalmente son dos. Entro despacio, sin hacer ningún ruido. Nada más entrar, oigo un sonido dentro del apartamento, ¿habrá sido el viento en las ventanas?

Nunca he creído que las personas tenemos un sexto sentido que nos avisa cuando algo está mal, sin embargo, ahora siento como ese sentido se ha despertado en mí y me avisa que algo no cuadra.

Cierro despacio la puerta, intentando no hacer ningún sonido al cerrarla, me alejo de ella con sigilo y voy hacia la sala de estar sin encender ninguna luz. La sala está muy ordenada, como a mí me gusta. Veo algo extraño en la mesita, algo que no debería estar ahí, algo que me paraliza: una mochila, esa mochila no es mía y nunca la había visto antes. Mi corazón empieza a ir muy rápido en mi pecho y mis manos comienzan a temblar, siento un sudor frío corriendo por mi espalda.

Sigo oyendo ruidos en el interior de la casa, me asomo por el pasillo y veo una habitación encendida y la sombra de alguien dentro de ella, le oigo rebuscando entre las cosas, abriendo y cerrando los armarios que ahí se encuentran sin ningún tipo de vergüenza. ¿Por qué está aquí? Y sobre todo, ¿quién es?

Continúo temblando sin saber muy bien qué hacer. Miro hacia un lado y hacia otra, buscando una solución. Me palpo los bolsillos, pero no llevo nada, ni si quiera el móvil. Decido que lo mejor que puedo hacer es esconderme, voy hacia la cocina y me intento ocultar detrás de la isleta de la cocina, sin embargo, antes de agacharme, veo en el pollete de la cocina algo que brilla: un cuchillo. Lo cojo con el deseo de que no tenga que utilizarlo, que esa persona termine lo que está haciendo y se vaya lo antes posible. Escondo el cuchillo dentro de mi bolsillo trasero.

Cuando por fin me he agachado detrás de la isleta, comienzo a escuchar unos pasos que se acercan hacia la sala, de repente se encienden las luces. Me asomo con disimulo, intentando que no me vea. Descubro una persona metiendo apresuradamente objetos que se encuentran alrededor de la estancia, desde el lugar que me encuentro no puedo verlo bien, pero está metiendo todo lo que encuentra. Luego, mira hacia los lados y va corriendo hacia las habitaciones del pasillo, cuando vuelve, mete otro objeto en la mochila, esta se encuentra llena hasta los topes.

Intento no moverme, me doy cuenta que estoy manteniendo la respiración, intento no hacer nada para así evitar que la persona que se encuentra llevándose cosas del apartamento se vaya lo antes posible de allí y una vez que lo haga, tomaré medidas sobre lo que está pasando aquí.

Con horror, veo como el sujeto va hacia la cocina con determinación, con sigilo me muevo hacia el lado contrario de la isleta para que no me vea, pero me choco con los taburetes que se encuentran ahí. ¿Cómo se me ha podido olvidar que se estaban ahí? Oigo que la persona se queda quieta y pregunta: '' ¿quién está ahí?''. Me tapo la boca, no puedo dejar de temblar.

No sé lo que está haciendo en la cocina, pero oigo que abre y cierra los cajones. ¿Habrá sacado algo de dentro? El cuchillo sigue estando en uno de mis bolsillos. Esto no puede estar pasándome a mí, tiemblo por la incertidumbre de lo que pueda pasar. Solo tengo que defenderme y salir de ahí por la puerta, pero se encuentra muy lejos y tendría que cruzar todo la sala, por lo que acabaría viéndome y no sé cómo va actuar el intruso, no sé si es peligroso o no. Oigo unos pasos acercándose al lugar donde me encuentro, intento dar la vuelta hacia la isleta y volver a esconderme lo máximo posible, pero debido a los nervios actúo de manera descuidada y mis movimientos son escuchados por la otra persona. Vuelve a preguntar: '' ¿quién está ahí?''. No contesto, solo quiero desaparecer.

Intento no moverme y vuelvo a mantener la respiración. Sin embargo, ya no oigo a la otra persona y al no hacerlo, me preocupo, porque no sé dónde se encuentra ahora. Me esfuerzo por escuchar algo, pero no oigo nada. A lo mejor se ha ido ya, pienso con esperanza. Me asomo por un lado del mueble, intentando que se me vea lo menos posible. Al momento de hacerlo, me arrepiento. Ya que la persona de la que me estoy escondiendo, se encuentra mirándome fijamente, hacemos contacto visual entre nosotros. Veo que abre muchos los ojos en una expresión de puro terror al verme. Mi cuerpo se queda paralizado y no sé cómo actuar ahora.

Puedo apreciar que en una de sus manos tiene unas tijeras enormes, pero aún así, va corriendo hacía su mochila, la mochila donde ha echado todos los objetos del apartamento y empieza a hurgar en ella. Veo como saca un objeto de ella, un objeto que supondría mi fin.

En un arranque de valentía, consigo ponerme de pie y abalanzarme sobre esa persona para que no utilice el objeto que acaba de coger contra mí. Los dos caemos al suelo y una vez allí, luchamos. Intenta utilizar el objeto pero yo se lo impido. Tengo mucho miedo pero no puedo dejar que lo utilice. Le cojo por la muñeca en un intento de alcanzarlo, pero de repente siento un gran dolor y veo como me ha clavado las tijeras en el brazo con el que le estoy sujetando. Veo con horror como las tengo clavadas, sin embargo, sé que si le suelto, estará todo perdido. Por lo que empiezo a golpear con todas mis fuerzas su mano contra el suelo, no para de moverse y de luchar, me arranca las tijeras del brazo e intenta volver a clavármelas. Pero le doy el último golpe a su mano y consigo que suelte el objeto y lo cojo con rapidez. Mis manos tiemblan y ahora, no sé qué hacer con él. Le miró y veo por su expresión que no me va a dejar ir hasta que consiga lo que quiere. Empieza a golpearme, me tapo la cara para evitar que me haga daño e intento defenderme con lo que puedo. Le devuelvo los golpes, le he dado uno en el estómago y se ha doblado del dolor. Intento ponerme de pie para alejarme lo antes posible. Sin embargo, la otra persona es más rápido y vuelve a empuñar las tijeras en una de sus manos con el objetivo de apuñalarme sin piedad. El objeto que le he quitado, lo he metido en uno de mis bolsillos, no quiero que vuelva a caer en sus manos.

En esos momentos, me acuerdo del cuchillo que he escondido en mi bolsillo trasero, palpo ese lugar y lo encuentro con facilidad. Menos mal que no se me ha caído debido a la pelea. No quiero hacerlo, realmente no quiero, pero tengo que defenderme como pueda.

La otra persona me mira con odio, se abalanza contra mí con fuerza y apunta las tijeras hacia mi pecho. Pero, con rapidez, empujo mi cuerpo contra el suyo, le incrusto el cuchillo en la barriga, debido al impacto, se resbala hacia atrás y se da un gran golpe en la cabeza contra un mueble que se encontraba ahí. Me aparto y veo por su expresión de dolor que no se esperaba esto y le doy una patada a las tijeras para mantenerlas lejos de su alcance.

Estoy temblando, me paso las manos por el pelo, sin saber qué hacer. Le miro una última vez y veo que tiene sangre en un lado de su cabeza y en su vientre, su rostro está pálido y le cuesta mantener los ojos abiertos. Yo no quería hacer esto, no quería hacer nada de esto.

A LA SEMANA SIGUIENTE EN LAS NOTICIAS...

Se ha encontrado muerta a la doctora Sarah Becker (47 años) en su apartamento en las afueras de la ciudad de Madrid. Ha sido encontrada por una de sus hijas, la causa de su muerte fue debido a un traumatismo craneoencefálico por un golpe contundente al caer sobre uno de sus muebles y un desangrado interno en su abdomen. Muchos de sus objetos de valor están desaparecidos, junto con el móvil de la víctima que se encuentra ilocalizable en estos momentos. La policía sigue investigando este caso, buscando a los culpables. Ninguno de los vecinos vio a nadie sospechoso y el edificio no contaba con cámaras para poder identificar a las personas que hicieron esto. La teoría de todo esto, es que la señorita Becker tuvo la mala suerte de encontrar a los que estaban robando en su apartamento e intentó defenderse de ellos, sin embargo, ellos no tuvieron piedad de ella. Actualmente, se desconoce quién ha perpetrado este crimen pero la policía no descansara hasta encontrar a las personas o el individuo que lo hizo.