Nunca el camino a casa se le ha alargado tanto como en ese preciso momento.

Pero una luz de esperanza está ahí, frente a Louis, cuando el florista de unas cuadras está cerrando la puerta de su negocio, con audífonos en sus oídos e ignorante a lo que sucede a su izquierda.

Louis corre, se cuelga del brazo derecho del alfa recibiendo una reacción de alarma de este, hasta que mira de quién se trata y quita sus audífonos de tirón.

—¿Qué te sucede?— reacciona quitando su brazo de las manos mientras respira profundo para recuperarse del susto.

Los ojos de Louis expresan pavor, nervios y peligro —Yo... eh... yo...— tartamudea agitado, sin control de su cuerpo.

El acelerador de las motocicletas vueltan a retumbar fuerte, al igual que sus risas, ahí es cuando el alfa cambia su mirada de Louis a los hombres.

La mandíbula de Harry se tensa.

—Relájate, estás conmigo— dice bajo, sólo para que Louis lo oiga.

Él asiente y se coloca por inercia detrás de Harry.

Los hombres se carcajean hacia a Harry y los hombros del alfa se elevan, alerta y esperando señal, no se considera un hombre agresivo pero si debe defenderse, lo hace.

Extiende las llaves de la floristería hacia Louis, sin alejar su mirada de las motocicletas —Entra.

Louis mira el juego de llaves y lo toma sin tener idea de qué hacer.

—Llave cuadrada, entra, apresúrate— ordena.

El omega se voltea para ingresar la llave en el llavín y el "click" suena así que empuja, dejando ver la oscuridad junto con el aroma a flores llegando a su nariz, toma la manga del abrigo del alfa, halando, para hacer que el alfa también entre junto a él.

Harry devuelve su mirada a la expresión preocupada del omega y lo acompaña.

Las motocicletas parquean al otro lado de la calle pero aún así frente a la floristería sólo para atormentar a Louis.

Harry suspira —¿Te venían siguiendo hace mucho?

Louis asiente —Dos cuadradas después de la pizzería.

Harry gruñe alto —Son unos inútiles, no tienen nada más que hacer que molestar chicos y buscar cómo hacerles daño— Louis traga —Eres afortunado que solamente te asustaron y no te agredieron de alguna manera, ellos no son las personas más pasivas.

El rostro del omega expresa todo, sus manos hechas un puño, sus ojos algo llorosos y el aroma a pánico que emana.

—Tranquilizate, aquí adentro no te harán nada.

Él asiente repetivamente mientras trata de calmarse.

Harry enciende las luces y por fin observa al omega con claridad descubriendo su uniforme.

—¿Así que médico?

La mirada llorosa del omega se clava en él para luego ver su ropa —Oh, sí.

Harry asiente mientras mira hacia otro lado.

—¿Cuánto deberemos quedarnos aquí?— pregunta el omega mordiendo su dedo pulgar.

El alfa encoge sus hombros —Hasta que se vayan, seré alfa pero nunca podría contra todos esos.

Asiente —No dejaría que te lastimarán por mi culpa.

El alfa lo mira de reojo sin mencionar nada hasta después de un rato, aún sin mirarlo —¿Qué hacías a estas horas afuera de tu casa y a pie?

Louis lame sus labios —Yo... tuve turno doble en el hospital, salí muy tarde.

Toska [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora