No, ambos eran omegas.
¿Eran feos?
Ella preguntó de inmediato.
Kyuhyun se rio.
No, ambos son apuestos. Uno es un poco joven para mí.
¿ENTONCES POR QUÉ no bailaste? Ugh. Eres imposible. Háblame del otro. Intento averiguar por qué te resistes. Probablemente eran feos y tú sólo querías ser agradable.
Pudo simplemente imaginar a Hyeyeon rodando los ojos.
¿Desde cuándo me han acusado de ser amable? Sungmin es... ¿normalmente guapo? Tiene los ojos bonitos, y es un poco más bajo que yo, con el pelo de color marrón claro.
Kyuhyun, por favor entiende que estoy diciendo esto con mucho amor, pero empiezo a pensar que estás defectuoso.
Una risa sorprendida estalló de Kyuhyun.
Bueno, será mejor que regreses rápido para poder ayudarme a arreglarme.
Dio unos golpecitos con los dedos en el escritorio, esperando una respuesta, pero su teléfono permaneció en silencio. Por mucho que quisiera continuar la discusión, aún quedaba más trabajo por hacer. Se hizo realidad por los golpes en su puerta de su primo y vicepresidente de Desarrollo de Mercado, Siwon.
–Oye, Kyuhyun.
–Sí, Siwon, ¿qué pasa?
Siwon se sentó relajado frente a él —Tu encuentro con los hermanos Schwartz comenzará dentro de quince minutos. Constatamos los datos dos veces con Lloyd. No has almorzado, de nuevo —Colocó una bolsa de papel blanco con el logotipo de su comida favorita en el y una taza de café sobre el escritorio —Le dije a tu secretaria que ordenara tu sándwich favorito.
Miró la bolsa, dándose cuenta de que tenía hambre. —Gracias, Siwon.
Siwon asintió —De nada. Quince minutos. ¿Debo hacer que tu secretaria te lo recuerde cinco minutos antes?
–Por favor —Kyuhyun abrió la bolsa para sacar el sándwich. El delicioso sabor de la carne asada con rábano picante brotó en su lengua — ¿Qué hay de ti? —preguntó cuando Siwon comenzó a cerrar la puerta tras de él — ¿Tú almorzaste? —Siwon podría reprenderlo por sus obsesivos hábitos de trabajo, pero a veces él era igual.
Siwon levantó otra bolsa con una pequeña sonrisa —No soy tan altruista.
La puerta se cerró antes de que se diera cuenta de que podría haberlo invitado a unirse a él. El sándwich se volvió insípido y seco en su boca. Su primo iba más allá de la empresa o de su familia para cuidarlo, pero ¿qué le daba a cambio?
El sándwich ya no le era atractivo, pero se obligó a tomar otro bocado mientras abría los archivos para la reunión. Él nunca había sido bueno con la gente, y Siwon lo sabía. Seguro que no lo tomaba como algo personal.
Pero él si lo hacía. Se enorgullecía de apoyar y cuidar de aquellas pocas personas en las que confiaba para mantenerlas cerca, y sentía que estaba fallando con Siwon.
Días de antaño en discotecas
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