-Yo creo que deberías correr ese riesgo-sugirió su amiga

-¿Y si no funciona?-preguntó Elsa

-No lo sabrás si no lo intentas

Esa última frase permaneció dando vueltas en la cabeza de la rubia. No quería admitir que quizás Honey tenía razón. Ella había tratado de olvidarse de él con todas sus fuerzas, pero simplemente no podía. No especialmente después de esa noche en la que él la había ido a buscar.

-Hans está por llegar en cualquier momento-la voz de Honey la sacó de sus pensamientos.

-¿Qué?-preguntó ligeramente alarmada para confirmar lo que justo había escuchado.

-Pensé que te había dicho que había quedado con él en ir a recorrer el bosque

-No...definitivamente no lo hiciste

-Bueno ahora lo sabes

-¿Qué?

-Sabes, deberías venir con nosotros

-Gracias, pero no. Creo que tendré que irme antes de que...-había dicho Elsa mientras se levantaba del lugar en el que había estado sentada.

-¿De que venga?-completó su amiga.

Elsa soltó una risita nerviosa ante la pregunta. No pensaba en contestar de todas formas. Lo único que quería era salir de allí cuanto antes. Así que retrocedió unos pasos y, cuando se giró, se encontró con el pelirrojo de una manera muy inesperada.

Ella se había tropezado con Hans que había estado caminando en sentido contrario y ambos habían terminado cayendo de bruces. Honeymaren contuvo la risa al ver la cara de pánico y sorpresa al mismo tiempo de su amiga. Estaba completamente roja como un tomate por haber caído encima de él.

-Yo, yo, yo...lo siento-balbuceó ella con los nervios de punta.

-No, discúlpame a mí. Yo no me fijé-Hans también estaba avergonzado. Eso le pasaba haberse distraído con el remolino de hojas que había pasado encima de él en ese instante.

Elsa se incorporó enseguida y, cuando levantó la mirada, se encontró con un pelirrojo muy cerca a ella en lo que distancia respecta. Pudo observar que él tenía su cabello despeinado como siempre, pero se veía muy bien. Tal vez un poquito bastante demasiado bien en los ojos de ella a decir verdad.

-Es bueno volver a verte-dijo él. En su rostro, se dibujó una sonrisa.

Ella también curvó sus labios en una leve sonrisa tierna de esas que se formaban solo cuando estaba con él.

-Espero que tengan un buen día recorriendo el bosque-dijo ella enseguida antes de marcharse.

Él movió la mano en forma de despedida mientras ella se alejaba.

-Ahí está esa sonrisa boba otra vez-le dijo Honey

-¿Qué sonrisa?

-Oh, hasta respondes igual que ella

Hans le giró los ojos ante aquel comentario y Honey respondió dándole un codazo.

-Como quisiera cambiar esa terrible parte del pasado que impide que pueda estar con ella-admitió él con cierta nostalgia

-No te tortures

Hans suspiró. Mientras caminaba al lado de su amiga empezaron a caer hojas de los árboles. Entonces él recordó la última vez que habló en serio con Elsa. Había sido hacía una semana. Y había sido porque el no había soportado esa distancia que ahora había entre ellos. Solo no quería perderla.

Flashback

Elsa estaba sentada a fuera de su tienda. No podía dormir. Ella se entretuvo viendo como la brisa de la noche hacia danzar a las hojas en el aire, pero notó que un par de ellas no se movían.

-Las hojas rotas no pueden ir muy lejos. Me temo que solo les queda arrastrarse con el viento-dijo Hans suavemente mientras se acercaba hasta quedar parado al costado de ella.

-¿Qué haces aquí?-preguntó ella mientras se ponía de pie.

-Quería verte. Tenía que hablar contigo

-Tú y yo no tenemos nada que hablar-Elsa mantenía la mirada fija en él.

-Yo creo que sí, porque nunca te llegué a decir que me pasan cosas contigo-admitió él. Luego, se acercó y tomó sus manos suavemente-y no quiero que un error de mi pasado arruine lo que podría ser

-Pensé que había sido clara contigo

Hans había percibido cierta molestia por el tono de su voz. Lo que no sabía era que ese tono irritado que ella usaba era para sí misma. Y era para sí misma porque su cordura no paraba de recordarle que tenía que alejarse de él.

-Lo que pasó fue solo un impulso...lo siento-continuó ella

-No te creo. Me niego a creer que lo que nosotros sentimos solo sea un impulso

-No hay un nosotr...

Sin embargo, ella no pudo continuar, pues él la interrumpió con un beso. Los labios de él jugaron con los de ella, primero con ternura para después hacerlo con más deseo...más necesidad. Un hormigueo recorría el cuerpo de la rubia. Y, tardó un momento en darse cuenta que ella le devolvía el beso con las mismas fuerzas.

Cuando se separaron, sus rostros quedaron a pocos centímetros de distancia. Las manos de ella seguían aferradas a su cuello. Ella apoyó su frente con la de él todavía recuperando el aliento.

-Yo...yo de verdad lo siento, pero no puedo-dijo ella apartándose de él.

Fin del flashback

Todavía te amo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora