Fuera del espaurante unos minutos antes de que Luffy saliera corriendo, los habian estado obsevando las 2 chicas de antes y de momento a momento se dedicaban miradas complicé dando a entender que su plan estaba por ponerse en marcha. Cuándo divisaron que Luffy se puso de pie una de ellas salió de su escondite.

- ¿Lista?, recuerda el plan, mientras más abstinencia tenga el activo más salvaje será la seción- y le giñó el ojo y se salió del rango de visión de la otra en busca de su objetivo. La otra esperó en su pocisión, al momento en el que Law saió del lugar se acerccó a él y notando la duda de su objetivo aprovechó la situacción.

-Hola, ¿Buscas a alguien?- el ojeroso la miró con desdén, odiaba a las mujeres entrometidas y esa no era la excepción.

- No es de tu incumbencia- dijo de manera cortante y con la misma aumento el paso para perder a esa molestia e ir en busca de su amado mugiwara-ya.

Por en cambio con Luffy, la chica había tenido un poco más de suerte.

-Hola, ¿cómo te llamas?- Luffy la miró con una de sus deslumbrantes sonrisas- shishishi, Luffy, Monkey D. Luffy.- la chica, deslumbrada por el encanto natural de Luffy tardó un momento en asimilar la información.

-Luffy... Bien ¿y te gustaría ir a comer un helado?, yo invito.- el pequeño pelinegro pareció meditarlo unos instantes, pero tratándose de comida no podía negarse.

-siii vamos, pero... ¿Y torao?- 

-¿Torao, Quién es ése?- la chica ya sabía pero debía disimular, ya que ignoraba que tanta estupidez podía tener luffy dentro.

- Estaba conmigo, es alto, tiene unas profundas ojeras, siempre anda con el seño fruncido, así- dijo al momento en que comenzaba a imitar la imagen mental que tenia de Law.- y tiene un gorro blanco con motitas- La chica no pudo evitar reírse ante tal imitación.

- Sí, ya sé de quien me hablas, ¿pero pasemos primero por un helado, sí?-

-Siii helado- la chica lo tomó de la mano, como si de un niño se tratara y emprendieron su camino hacia la heladería que lo único que hacia era alejarlo más de Law.

En el barco zoro y sanji hacían de vigilantes. Zoro se la había pasado todo el día echado a un lado del columbio situado en el árbol, antes de todo lo ocurrido el dormir a cualquier jora se le facilitaba, pero ahora no podía ni siquiera dormitar unos minutos ya que las imágenes de su capitán junto a ese maldito ojeroso invadían su subconsciente. Sanji había estado en la cocina desde que los demás se habían ido, había intentado echarle bronca al marimo unas 2 veces, pero este solo le daba bufidos o simplemente se cambiaba de lugar evitando cualquier tipo de contacto con él o algún otro de la tripulación. Por muy extraño que parezca, sanji se sentía muy ancioso por el comportamiento del peliverde , pero se negaba a aceptar que esa fuera la razón y simplemente se lo atribuía a la ausencia de sus preciadas damas en el navío. Ya eran las 3 de la tarde aproximadamente, hora de hacer el almuerzo y se le hacia muy inhabitual que Luffy no estuviera rogándole por alimento extra antes de la comida. Así que debido a la costumbre y para matar el tiempo se dirigió hacia la estufa para comenzar con la preparación de dos platos de comida, para él y para el marimo.

Durante la preparación  de los alimentos se sorprendió pensando en la manera de ayudar al marimo a superar su dolor, pero luego lo disipaba dando se cuenta de que solo eran meras tonterías tratar de ayudarlo y en realidad no tenia ni una razón aparte de que fuera su nakama para querer ayudarlo. Una vez que hubo terminado la comida tomó ambos platos y fue en dirección a donde esperaba que estuviera el marimo. Fue hacia su sala de entrenamientos, pero no estaba ahí, luego fue a la habitación de hombres, pero tan poco estaba ahí. Así que se dirigió hacia el centro del barco, junto to al árbol, y lo vio haciéndose el dormido cuando sanji podía notar perfectamente que no lo estaba. Lo pateó.

-Hey marimo, aquí está tu almuerzo.- el peliverde abrió los ojos de una manera perezosa, que para no estar durmiendo reflejaba mucho cansancio, se acercó al plato, probó un poco y luego lo dejó.

-No quiero- y de nuevo se recostó, Sanji lo miró ceñudo, si podía decirse así ya que solo una de sus ojos estaba a la visita.

-Maldita cabeza de alga, dime ¿quién te crees para desperdiciar la comida, EH?- y le estuvo a punto de propio ar una patada directo en la cabeza cuando zoro la detuvo con una mano.

- Cejas de sushi, ¿quieres pelea?- lo miró retador. Sanji no respondió solo asentó el plato que traía en manos y con la misma le lanzó otra patada con su pierna libre, dando una voltereta hacia atrás callendo de pie. Y así comenzó una pequeña pelea entre esos dos, que a pesar de ser tan diferentes, se apreciaban o talvez era que había y estaba creciendo un sentimiento más profundo que un simple aprecio.

Nuevamente en el pueblo Luffy saboreaba un enorme helado que se sostenía de 2 conos ya que tenía tantos sabores que se doblaba en forma de una "U", su cara estaba totalmente embarrada de los diferentes sabores del helado. La chica simplemente miraba su cartera vacía y todo gracias a cierto pelinegro confianzudo que había pedido casi media heladería.

-Está delicioso, Muchas gracias- y nuevamente de dedicó una sonrisa deslumbrante, ¿quien podría estar enojado o resentido después de aquel gesto? Nadie, la chica saco un pañuelo de la bolsa de lantera de su pantalón y comenzó a limpiarle en helado de la cara al pequeño. No muy lejos de ahí un ojeroso observaba la escena ardiendo en llamas y con un aura negra que crecía con cada roce que esa desconocida le daba a Luffy, SU Luffy. Se acercó dando zancadas y lo tomó por el cuello ,alejándolo de la manera nas disimulada posible de la chica.

- Mugiwara-ya ¿Dónde habías estado?- preguntó dirigiendo una mirada, que mataría a cualquiera, hacia la chica.

-Fui a comprar un helado con...¿cómo te llamas?- miró a la chica.

-Mabel, Luffy-kun , me llamo Mabel- asintió

-Estube con Mabel , fue muy amable y me compró un helado-  Law aun desprendía esa aura negra, pero en menor intensidad, ya que ya tenia a SU mugiwara-ya en brazos  no había de que preocuparse.

- Bien, ¿retomamos lo que planeábamos mugiwara-ya?- dijo Law de nuevo con una mirada deseosa.

-¿lo de comer cosas deliciosas?- el ojeroso asintió

-siii, vamos Mabel-  tomó a la chica de la mano y salió corriendo de nuevo, la frustración inundó el cuerpo del ojeroso, pero sonrió de la manera más maliciosa que pudo, definitivamente mugiwara-ya tendría que sufrir las consecuencias de frustrar tan fácilmente sus planes y eso no tomaría mucho tiempo en suceder. Con paso lento siguió la misma trayectoria que tomo su pequeño y revoltoso pelinegro junto a esa molesta chica, sino sería posible que jamás los encontra luego. Ya después le cobraría a Luffy-ya su acometido.

En la tardanza está el peligro... (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora