⚡ ¡ NOVE ! ⚡

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—¡Salud!—la tradicional canción de Kalinka cambio de ritmo y todos parecían saberla; al menos los europeos, ya que los hispanohablantes trataban de dominar el idioma, nada que unas buenas copas de más lo solucionarán.

La orden de más vodkas llegó a la enorme mesa en la que estaban rodeando sin tomar asiento,  ya que de vez en cuando bailaban un poco el tradicional baile. Rusia se alejó de la mesa y se tiro en el suelo quedando boca arriba (parado sobre sus brazos) aprovechando el cambio de música por la tranquila, y conforme aumento la velocidad comenzó a bailar como normalmente es estereotipo de los rusos. Intercalando una pierna de la otra mientras usaban una mano y se turnaban. 

México y Rusia aún estaban algo sobrios; el mexicano aprovecho la situación para ponerse frente a su amado y bailar un poco lo que sabia del baile. Todos quedaron boquiabiertos ante la inesperada y sorprendente acción de su amigo; definitivamente cada vez les caía mejor. 

Alemania río un poco y se cruzo de brazos, para posteriormente tomar su copa y beber el contenido de ella en solo un trago, el ruso se puso de pie y susurro algo al contrario, lo hizo reír un poco y escupió el liquido de su boca. 

—¡Pfff, Ale, si no querés no lo tomes entonces!—regaño Argentina.

—Disculpa, disculpa...—tosió—me ahogué. 

—Que no suceda de nuevo, ¡esta fiesta esta saliendo genial!—Finlandia tomó la mano de Estonia y lo llevó a un lugar con más privacidad, con la excusa de jugar billar o charlar un poco -algo que no creyeron y menos viniendo de ellos-. 

Esta vez el ambiente cambio drásticamente; las luces del lugar eran rojas, la música metal tocaba con más intensidad y algunas cuantas chicas salían por unas partes. Su poca ropa atrajo la atención de la gran mayoría en el lugar, pero no se habían percatado que ambos tortolitos ya no se encontraban ahí.

—Rusia irá por una chica, ¿qué te apuestas?—Alemania colocó el cigarro sobre sus agrietados labios y saco un encendedor para prender aquel tabaco entre sus abultados belfos. 

—No lo creó—contestó de la misma forma; feliz, Polonia—Hace unos minutos salió de aquí con su amigo, dijo que nos veía mañana—le quitó el cigarro de sus labios y sonrió como respuesta—Sabes que no me gusta verte fumar, ¿no?

—Lo sé, pero...—rebuscó entre su chaqueta y saco otro tabaco—no puedo.

—Pues entonces yo no puedo dejarte solo hasta que me des los jodidos cigarrillos—extendió la mano para que le entregara la cajetilla y así fue, tomo la delgada mano entre las suyas y le dio un pequeño apretón—¿Lo ves? ahora se ven más lindas tus manos sin eso—dijo risueño y tomo su vokda para beber de el.

—¿Polonia...tu crees que Rusia...—se calló por un momento para seguir—...guste de México?

—Mmmm no lo sé, la ultima vez que lo vi sonriendo y disfrutando con alguien fue con Colombia cuando aún estaban juntos...después de que aceptará la gira por Estados Unidos ambos se dejaron de hablar y perdieron todo el contacto...—soltó un pequeño suspiro mientras tenía la vista gacha—Rusia ha cambiado mucho después de ella. 

—Ni que lo digas—ahora fue Alemania quien bebió de la copa de vidrio que momentos antes uso su compañero—Fue lo mejor haberla dejado, no valía la -hip- pena.

—¿Lo dices porqué te gusta?—lo miro atento—¿O quizá...por egoísmo?

—Nada de eso, ella no le convenía—aparto su mirada tratando de disimular el enojo—Las bandas teniendo una pareja es un grano en el culo, son irritantes. 

Los hombres también son Groupies⚡ RusMex #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora