Ch25: Presión en el grifo y argumentos...

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—Lynn: Hermanito, solo te digo que lo pienses bien, no te dejes influenciar por Lana —le dio una mirada seria a Lana al terminar de hablarle al peliblanco.

—Luan: Lincoln debes saber que esto es serio, usualmente bromeo, pero esta vez no. Todavía hay tiempo —dio un suspiro triste al final.

Era lo lógico, no iban a apoyar esta decisión de nuestro hermano. Son esos momentos donde me hacen sentir culpable y manipuladora.

Nuestros padres están pensando que decir. Lily se acerca a nosotros, quería sonreír, de verdad lo intentaba... tenía que mantenerse así.

—Lily: No sé si realmente estés bien hermanito, pero con Lanita a tu lado, sé que se apoyarán porque ella lo ha hecho... al menos conmigo y las demás —se notaba que quería dejar de sonreír.

Lincoln abrazó a Lily junto a su hija. Eso él no lo dudaba. Lincoln quería más que contar y recibir algo de aprobación era dejar en claro que podía superar las cosas por él mismo, es por eso que necesitaba mantener distancia con la familia y de los recuerdos de esta ciudad.

—Lynn Sr: Hijo... tienes tiempo de meditarlo, voy a preparar la cena, ¿Alguien quiere ayudarme? —sentía que su hijo ya se había proyectado todos los siguientes años allí.

—Rita: Vamos a ayudar a tu padre Lily, deja que Leni cuide a Lía —no dijo nada porque no era difícil deducir que pensaba.

Lily dejó a Lía con Leni, segunda mayor se fue al segundo piso con Lori y Lisa. Lynn se fue al patio trasero para respirar, Luan la siguió. Yo me fui a la cochera hasta que estuviera la cena. Lola no se movió de su lugar.

Me senté dentro para meditar en ese momento. Creo que fue muy apresurado el decirles hoy mismo, pero esperar un poco más iba a ser lo mismo.

En ese momento por la puerta entran mis mascotas. Todos me miran antes de acercarse a mí. Se notaban confundidos, bueno... excepto Charles.

—Lana: Chicos... no sé si hayan entendido lo que sucede, pero así será. Me tengo que ir, sé que aquí tengo una vida... mi deber como hermana me dice que debo apoyar a mi hermano... sé que me iré con él. Ya lo pensamos bien antes de venir aquí... —les dio una sonrisa—. No sé si Lincoln acceda en poder llevar a todos, pero tengo que ser honesta —borró su sonrisa—, no voy a poder cuidar a todos... espero que me entiendan.

Sin dudarlo abracé a mi sapo, conejo, pájaro, murciélago, gato, hamster. Charles solo se quedó observándonos. En ese momento entra Lincoln. Charles sin pensarlo comienza a gruñirle de forma muy amenazante.

—Lana: ¡Charles! Tranquilo, es Lincoln —lo dijo en voz alta, el perrito se calmó, pero no iba a dejar que se acercara a su dueña—. ¿Qué sucede hermano? —lo dijo con dudas.

—Lincoln: Solo quería decirte que todo sigue en pie, pero eso que dijeron ellas va mejor para ti. Necesito que de verdad lo pienses —se sienta en el suelo y acaricia a Cliffer que se le acercó—. Mira a todas tus mascotas —le señala un estante donde se encuentran sus herramientas—, observa las herramientas de tu negocio —puso sus manos en su rostro—. No quiero desanimarte solo quiero que lo pienses, Lanita.

Lincoln quería tocarme el hombro en señal de que lo tomara de forma ligera, sin embargo, Charles no le quitaba la vista por ningún momento.

Se fue de allí diciéndome que lo hablaríamos mañana de nuevo, se movía hacia la puerta con lentitud porque Charles tenía intenciones de perseguirlo para morderlo, pero con solo decir su nombre en voz alta se detenía.

Reparando un corazón roto...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora