Save Me | Logan Lerman

Capítulo 27 | Logan

Soy empujado hasta quedar sentado en un banco y una de las chicas se sienta en mis piernas. Otra de ellas me abraza por la espalda y la última se acerca para besarme. En el instante en el que su nariz roza la mía, reacciono.

Aparto mi rostro y me libero de los brazos envueltos en mis hombros. Tiro del brazo de la chica sentada en mis piernas y la levanto con poca delicadeza.

El coraje zumba en mi torrente sanguíneo en el momento en el que me pongo de pie del banquillo.

— ¡¿Qué mierda, Josh?! —Escupo en voz alta. Los gritos y cantos emocionados se detienen casi al instante.

Decenas de miradas ansiosas están fijas en mí, y no puedo evitar sentirme aún más molesto por la atención recibida.

— ¡Relájate, Lerman!, ¡es sólo un baile!, ¡no es como si fuésemos a decírselo a Hannah! —Exclama el imbécil.

Mis puños se aprietan con fuerza, y toma todo de mí no atestar un puñetazo contra su cara.

— ¡Vete a la mierda! —Escupo. Me giro para mirar a las chicas y agrego—: ¡Y ustedes vístanse, por el amor de Dios!

Me abro paso entre la gente hasta llegar a la entrada de la bodega. Josh grita a mis espaldas, pero ni siquiera me digno a mirarlo. Estoy tan molesto, que podría hacer una estupidez. Él sabe cuánto me importa mi relación. Él sabe cuán jodidamente enamorado estoy y cuánto sufrí cuando Hannah estuvo lejos. Él mejor que nadie sabe que ella lo es todo, ¿cómo mierda hace esto, entonces?...

— ¡Joder, Logan! —Grita cuando estoy casi en la entrada—, ¡no ibas a follártelas!

Me giro, de pronto.

— ¡¿Tienes una maldita idea de cuán enojada estará Hannah si se entera de esto?! —Escupo—, ¡¿tienes esperma en el cerebro o qué demonios te sucede?!

— ¡Hace seis meses habrías aceptado ese baile sin remordimiento alguno!

— ¡Hace seis meses me importaba una mierda el resto del mundo! —Grito—, ¡¿por qué es tan difícil entender que no quiero joderlo con ella?!

El silencio invade la estancia. Nos miramos fijamente durante unos minutos antes de que él hable de nuevo—: Lo siento —dice—. Lo siento, Logan. No creí que esto fuese a resultar así.

Niego con la cabeza, pero trato de relajarme.

—Olvídalo —mascullo, y me echo a andar en dirección a la salida.

Estoy entrando en mi coche, cuando mi teléfono suena. El nombre de Hannah brilla en la pantalla y todas mis entrañas se revuelven. No sé cómo voy a contarle lo que pasó. No quiero que se entere por terceras personas, pero tampoco quiero arruinar lo que sea que ella tiene planeado para nosotros el día de hoy.

Debato conmigo mismo qué es lo que debo hacer, pero no consigo decidir nada en los escasos segundos que me toma responder la llamada.

— ¿Estás en casa? —Pregunta. Suena nerviosa y entusiasmada.

Cierro la puerta del coche y suspiro.

—Voy para allá. ¿Tú dónde estás? —Digo. Trato de sonar como si nada sucediera, pero hay un filo ansioso en el tono de mi voz.

—Voy para tu casa —canturrea—, ¿está todo bien?...

—En realidad no —suspiro. Tengo que decirle ahora mismo o no voy a poder disfrutar de su compañía como deseo—. Te cuento cuando te vea. ¿Nos vemos en el estacionamiento?, Dave dijo que saldría, así que no creo que pueda abrirte la puerta.