«¿Querrá hablar conmigo?».- se preguntaba mientras veía el pizarrón.
...
Al fin las horas escolares habían llegado a su fin haciendo que varios estudiantes comenzarán a dejar la institución a excepción de algunos que asistían a grupos deportivos y recreativos. El pequeño grupo de amigos del mestizo saiyajin caminaba con tranquilidad hacia la puerta de salida, ni Shapner ni Está tenían junta con sus respectivos grupos así que podían irse con tranquilidad.
Erasa: ¿Yorch no viene? .- preguntó con curiosidad.
Videl: No, me escribió que tiene cosas que hablar con el capitán de fútbol.- dijo mientras sostenía su celular.
Erasa: Ya veo... bueno me tengo que ir amiga, tengo algunos asuntos en mi casa, ¿Nos vemos mañana?.
Videl: Si, claro.
Erasa: Bien, adiós, adiós Gohan.
Gohan: Adiós.
Shapner: Yo también me retiro.- dijo mientras señalaba la parada del camión.- nos vemos.
«Nos vemos».- dijeron al unísono el par de azabaches al ver al rubio correr a la dirección antes señalada. Se quedaron viendo cómo este se subió al autobús y se marchó, nadie mencionó nada por un buen rato hasta que Gohan decidió hablar.
Gohan: ¿Te acompaño a tu casa? .- le dedicó una sonrisa.
Videl: No es necesario, puedes ir directo a la tuya, yo estaré bien.- dijo de una manera que de cierto modo lastimo a Gohan, ¿Le estaba diciendo que la dejara sola? o ¿Qué se fuera?.
Gohan: No te preocupes, yo te quiero acompañar.- le dedicó una de sus sonrisas clásicas aunque en esta oculto su pequeño dolor por el repentino rechazo, aunque él no la podía obligar a hacer nada. Al final la pelinegra aceptó y ambos caminaron en silencio por las calles de la gran ciudad.
Ninguno dijo palabra alguna, y no era que necesitaran hablar, había veces en las que no hablaban y no sentían ninguna incómoda, se habían acostumbrado tanto a estar el uno con el otro y a su compañía que esos silencios no los molestaban pero en esa ocasión sí que era difícil de ignorar, era su imaginación o el camino a su hogar era más largo de lo normal. El hijo de Goku mantenía su vista en el camino pero su mente vagaba en busca de algún tema de conversación para romper el hielo, el foco se le prendió y decidió iniciar la charla.
Gohan: Así que Yorch va a entrar al equipo de fútbol, no sabía que le gustaba.- dijo mientras le mostraba una adorable sonrisa y un ligero sonrojo.
Videl: Yo tampoco, pero bueno... Solo llevamos unos meses de relación, no tenemos que saber todo de las personas.- le contestó.
Gohan: Esperó que le vaya muy bien.
Videl: Si... Últimamente se ve muy distraído y preocupado.- dijo mientras fruncía el seño.
El pelinegro la miró en silencio por unos segundos antes de mostrarle otra sonrisa, pero esta un poco tristes.
Gohan: no te preocupes, apuesto a que Yorch va a está bien, él solo ha de estar enfocado en el equipo de fútbol.
Los ojos zafiros y carbón hicieron contacto por un largo tiempo, el color carmesí no tardó en hacer presencia en el rostro de semi sayajin y a los pocos segundos un color similar también resaltó en el rostro de la hija del gran campeón. Gohan se sorprendió al verlo, iba a hablar sobre el sonrojo de la chica pero prefirió no decir palabra alguna y solo se quedó observando su rostro, ¿Cuándo volvería a ver un rojo así en el rostro de Videl? y ¿Cuándo volvería a ser el provocador de un sonrojo en su rostro?, al menos en ese momento su rostro no explotó en rojo intenso como en otras ocasiones, «Videl... me encantaría ver muchas más veces tu rostro así de rojo por mi... pero tus sonrojos no me pertenecen... esta es una ocasión especial... y por eso estoy agradecido con Dios por darme la oportunidad de verte así».- pensaba, hizo un esfuerzo bestial por no abrazarla. Se quedaron mirándose mutuamente. «¡Gohan!».- el repentino alzar de voz de la chica y el sentir como está lo tomó con fuerza del brazo y lo jalo lo dejó completamente sorprendido y desconcertado.
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[♡]Volver a estar juntos[♡]
RomanceHace casi un año Son Gohan se había marchado de la preparatoria Orange Star por ganarse una beca en una preparatoria muy prestigiosa. Su tiempo en esa preparatoria se acabaría trás pasar ocho meses, tenía que regresar a Orange Star, asunto que en re...
Cap. 28: ¡Libertad!
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