‒Acaso no soy tu madre, hubiéramos salido de dudas desde hace tiempo, en el primer malestar lo arreglábamos.
‒Lo siento mamá.
Suena el timbre de la puerta y Jillie es salvada por la campana literalmente, mamá se levanta a recibir al doctor Priest, se van directo a la habitación para que papá sea atendido. Esa fue una excusa razonable para no continuar con el regaño. Pero de que continuaran hablando eso ténganlo por seguro. Mamá no se queda con nada sin resolver. Nos quedamos todos callados, no creía que tuviéramos algo más que agregar. Esperemos que no sea nada grave lo de papá y no pase de una simple crisis de gastritis.
Me escabullo de la mesa y llego hasta donde se encuentra Olivia, la abrazo pasando mi brazo por la cintura, necesito tenerla cerca sentirla junto a mí, está tranquila le doy un beso en la mejilla, mete su mano por debajo del saco llevándola hacia mi cintura, siento un calor recorriendo mi espina dorsal, pasa su otra mano por mi cintura llegando al otro extremo, me siento como un bebé grande al ser acariciado. Se inclina un poco besando un lado de mi rostro, Jeremy ve la interacción de Olivia conmigo y sonríe, me siento enamorado, como si pudiera fundirme con ella. Tengo el corazón henchido de pura emoción.
‒ ¿Pensaste que te iba a dejar sola?‒Gabriel la mira con incredulidad.
Me vuelvo a conectar al escuchar la voz de mi cuñado,
‒Fue algo que pasó por mi cabeza por un segundo, luego Livy me hizo entrar en razón.
‒Pero no me dijiste nada. Que mensaje les das a tus padres y a tus hermanos de mí con respecto a eso.
‒Ya te había dicho que hoy tenía algo que contar.
‒Pensaran que soy un desagradecido, dejando a su hija embarazada huyendo antes de la boda.
‒Pero eso no va a pasar.
‒Dímelo tú, porque eso es lo has dado a entender‒ahora Gabriel parece que está enojado, ya no la toma de la mano como hace un rato‒me dejas como el malo de la película ¿acaso lo soy?
No está dando su brazo a torcer, las palabras de Gabriel suenan bastante acusatorias, la verdad me sentiría igual que él, sé que hay hombres que ante la palabra embarazo se enojan acusan y levantan el vuelo, yo al contrario si fuera a ser padre, me sentiría en la gloria. Embarazos no deseados ocurren a diario, pero para mí no sería eso, no podría llamar no deseado a un hijo mío viniendo de cualquier mujer, era mi sangre, sino se me dio la oportunidad, tal vez Olivia sea la indicada. Jamás me enojaría con ella si eso llegara a pasar. Es cuestión de dos. Hago mi mayor esfuerzo para no besarla como un demente delante de todos. Porque me emociona siquiera imaginármelo.
‒Lo lamento.
Viendo la situación desde el punto vista de Jillie, sentir toda la responsabilidad te puede llevar contra las cuerdas, no estar plenamente segura de contar con tu pareja, con tus familiares e incluso amigos.
‒No es bonito saber que la gente piense eso de ti. No me parece justo que llegaras a pensarlo.
Pasan algunos minutos y escucho un balbuceo salir de los labios de Jillie, pero no dice nada, como si no encontrara las palabras para expresarse.
‒No lo volveré a hacer.
‒ ¿Y si resultabas embarazada que pensabas hacer?
‒ ¿Cómo?
‒Sí, no sé, ya tenías algún plan o se te iba a ocurrir decir otra barbaridad como todo lo que has dicho hasta ahora‒reclama Gabriel.
‒No quiero que te pongas pesado y me regañes delante de todos.
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¡Jefe, pronto seremos tres! (En Edición)
RomanceSinopsis Livy, Olivia Damschroder, una chica de veinticinco años, pensaba que después de una noche de alcohol en exceso y sexo seguro, no habría consecuencias, pero un par de semanas después se llevaría una gran sorpresa; con prueba en mano, ese mi...
Capítulo 26
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