𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 ━━ ♱ Diabolik Lovers ♱ [TERMINADA]

Capítulo O5.

—Lo siento.

—Eso no remenda el error —más que dar pena, aquello daba escalofríos. La forma tan discriminatoria en la que Cordelia observaba a la pequeña daba mucho de que pensar—. Estás castigada —incluso antes de poder decir algo, Alicia estaba siendo arrastrada de su brazo hasta el interior de la mansión.

—Madre... —el primero en querer oponerse fue el pequeño pelilila, pero aun así su madre le ignoró.

 Yui no perdió tiempo y siguió a la mujer de cabellera larga junto a la pequeña. Entraron a la mansión y Alicia parecía no oponerse a nada. La velocidad en la que el corazón de la rubia latía se aceleró aun más cuando notó que aquella habitación en la que la azabache y la mujer entraban era la misma que en la que dormía la Alicia de la actualidad. Cordelia cerró la puerta con seguro tras haber entrado con Alicia del brazo. Yui intento entrar, pero no pudo abrirla, por lo que simplemente posó su ojo en la ranura de la llave para poder ver así el como la pequeña era sentada en su cama, cosa que ni siquiera pudo ver bien, pero sí a Cordelia parada enfrente de Alicia extendiéndole lo que parecía ser un crucifijo.

—Tómalo —demandó con voz autoritaria. Alicia tardó un poco en responder, pero cuando lo hizo tartamudeó.

—N-no puedo hacerlo, yo...

—Tómalo —con más fuerza se hizo oír asustando a la pequeña niña que lentamente acercó sus temblorosas manos al Crucifijo—. Quitate los guantes primero.

—Sí lo hago me dolerá.

—Hazlo —Alicia no perdió más tiempo. Retiró sus guantes dejando sus pequeñas manos a la vista, aquellas temblaban como sí estuviese nevando y esta estuviese desnuda a mitad de la nada. Con terror acercó sus manos al crucifijo para al fin tomarlo entre sus manos soltando un chillido de dolor.

—Creí... Creí que a los vampiros no les hacían nada los Crucifijos —murmuró Yui para sí misma. Incluso recordando el momento en que Alicia había pedido prestado su crucifijo y no había parecido causarle daño. Los quejidos se convirtieron pocos segundos después en gritos, aquello le dolía y Cordelia solo le miraba con frialdad en su semblante esperando a que los siguientes diez minutos pasarán. En más de una ocasión la chiquilla soltó aquella Cruz, pero aun así, la de cabellos lila le hacia volver a tomarlo. Cuando los diez minutos acabaron por fin decidió agregar unos tres minutos extra.

—No vuelvas a acercarte a mis hijos —espetó con superioridad la mujer ahora quitándole aquel crucifijo a la niña de las manos. Yui se hizo a un lado al ver que la pelilila se acercaba a la puerta para así salir de la habitación dejando a la pequeña Alicia jadeando con sus manos escondidas entre su pecho y piernas, creyendo que al ponerles cierta presión el dolor se curaría pronto. La rubia corrió a ella, pero en cuanto tuvo la intención de tocarla su mano traspasó la pequeña cabeza azabache como su fuese humo."

۞۩ஜ✞ஜ۩۞