epoch | dongjunchan

✦. XLIII

En el momento en el que entran a la tienda, Yuchan dice que conseguirá ropa a juego para todos. Donghun y Jun lo siguen sin siquiera mirar la ropa.

El menor toma todo lo que llama su atención poniendo la ropa en sus brazos. Su cara está oculta en un tapabocas y una gorras.

—¿Crees que vaciará la tienda? —pregunta Donghun.

—Tenemos que ahorrar, así que espero que no —responde el pelirosa, revisando el precio de una camiseta de algodón—. Esta mierda es demasiado cara.

—Consintiéndolo de nuevo.

—Te lo juro, solo escoge algo, también te consentiré a ti.

—¿Y si... soy yo el que quiere consentirte? —sonríe el mayor sugestivamente mientras levanta y baja sus cejas con rapidez. Jun solo rueda los ojos.

—No tienes suficiente dinero para hacerlo. Me gustan las cosas caras también —Jun asiente y luego mira a Yuchan—. Solo que no lo demuestro tanto como él.

Lee se encoge de hombros y su cabello negro le tapa levemente los ojos.

—Puedo consentirte de otra forma.

Jun no pudo evitar sonreír.

—Sí, cierto.

—Oh, cállate —Donghun golpea su hombro juguetonamente y se acerca al pelirrojo, Junhee le sigue.

Chan toma una camisa y mira a Park.

—Eso te quedaría bien.

—No vinimos por mi.

—¿Qué pasa si quiero que lo uses?

—Entonces está bien.

—Escogí esto para ti —entonces Yuchan se gira y le muestra una camisa de seda verde esmeralda a Donghun—. ¿Te gusta?

El mayor asiente y Kang pone la camisa en sus brazos.

Una hora más tarde, Jun y Donghun aún esperan a Chan afuera de los probadores.

—¿Así es como se sienten los niños de seis años cuando su mamá los trae a las tiendas?—pregunta Lee rascandose el brazo izquierdo.

—Probablemente —le responde el pelirosa acariciando el cabello del mayor.

—Es aburrido.

—Sí.

Una mujer de mediana edad pasa junto a ellos y los ojea con desdén, Jun arquea una ceja.

—Probablemente tengo más dinero que el que ella verá en su vida.

—¿Estás teniendo una competencia de penes con una anciana, Park Junhee?

Repentinamente, las cortinas de los vestidores se abren y Chan toma a Park y a Lee, metiéndolos en el cubículo.

—¿Qué mierda? —Jun mira al chico.

—Pensaba... —Chan se relame los labios—. Hay una parte de Duro y Preparado en la que los senos de Hilda se presionan contra los abdominales de Torolf, pero el pene de Torolf presiona sus muslos.

Donghun parpadea.

—¿Qué?

—¿Cómo es eso posible? —sisea el menor—. ¿Qué tipo de proporciones corporales tiene Torolf?

Junhee suspira y presiona el tabique de su nariz.

—¿Pensabas en el pene de Torolf mientras te probabas camisas Valentino?

—Es que, me di cuenta de que el cuerpo de Torolf tiene que ser mitad torso si su pene tocó la parte inferior del muslo de Hilda, pero sus abdominales cincelados presionaban sus senos.

—Cierto, no tiene sentido —Donghun entorna los ojos.

—Lo sé —Chan junta sus manos.

—¿En serio estamos cuestionando ese libro? —pregunta Jun mirándolos apologéticamente—. Ella escribió que Torolf tenía un aneurisma genital, pero, ¿ustedes se aferran a las proporciones corporales?

—Tengo un aneurisma genital cada vez que empiezas a hacerte el listo —Chan se encoge de hombros— y no lo cuestiono.

—Jódete, recuerda quién va a pagar por esas camisas.

—Espera —Donghun levanta una mano—, tal vez, su pene simplemente sea grande.

—Dios mío —el pelirosa cierra los ojos—. Dejen de hablar sobre el pene de Torolf.

—Tiene sentido... —Kang lo ignora—. Hombría monstruosa.

—Pene de caballo.

—Pene de ballena.

—Me voy —Jun sale de los vestidores, ignorando a Chan cuando exclama "¡Palo de carne gigante!"

Caminan por Gangnam, con los brazos cargados con toda la ropa que Yuchan eligió. Con cada paso, Jun puede recordar cada vez más aquel lugar. La última vez que puso un pie allí había sido hace años, y apenas había salido de la casa, por lo que siente que está visitando el lugar por primera vez.

El pelirrojo camina con la mirada gacha entre ellos, apenas un paso atrás, pero parece tenso e intenta hacer que crean que está bien. Yuchan suele hacer eso, es un hábito del cual no parece poder deshacerse. Donghun le dice más de una vez que nadie les está prestando atención, mucho menos a él, pero Kang simplemente asiente y murmura un "Lo sé", pero sigue escondiéndose.

Puede que Chan esté demasiado ocupado ocultándose entre la multitud y preocupado por ser reconocido, pero Jun no lo está. Entonces, Park nota algo de lo que, tal vez, debió haberse dado cuenta antes: Donghun conoce Seúl. Conoce las calles, pues cuando Jun tenía sed, el mayor le dijo: "Hay un Starbucks después de esa esquina" y, luego, los comenzó a guiar hasta allá.

Donghun les dijo que jamás había estado en Seúl.

Mintió.

Jun pasó la mayoría de los primeros días de conocerlos aprendiendo a confiar en el mayor. Confiar en él no había sido fácil, pues es astuto, tiene secretos y problemas y, muchas veces, sus sonrisas son forzadas, pero Junhee aprendió a confiar en él. Ahora se siente mal. ¿Por qué mentiría en cuanto a eso? Hay una voz dentro de su cabeza que grita que oculta algo grande y que tiene secretos aunque se prometieron que nunca tendrían ninguno.

Jun ignora esa voz.

Donghun sabe todo sobre ellos, pero ellos no saben nada de él.

La voz se intensifica y Junhee intenta ignorarla.