— ¿Entonces? ¿Qué es lo que quieres de mí? No creo que vengas por un apretón de manos y un "seamos amigos de por vida". No eres santo de mi devoción, Kurosawa. — Dice Lucy con una voz tranquila, demostrando que no le tiene miedo a Gray en lo absoluto, y la absurda brecha social que se supone tiene que separarlos. A ojos del mundo ellos dos ni siquiera deberían estar respirando el mismo aire.

Gray le dedica una sonrisa ladina, bastante graciosa realmente. Es una mueca divertida. — Te ayudaré a destruir a esta persona. — Lucy se muestra sorprendida ante lo que dice. No la juzga por ello. Nadie del Hangyaku-sha Club lo entiende a él, si Gray estuviese en su lugar tampoco podría entenderlos. Hay una gran brecha de la manera en la que ambos entes protegen a Juvia, uno lo hace desde las sombras y el otro no teme a lanzar el primer puñetazo.

— ¿Por qué harías algo así?

— Porque esa persona se atrevió a dañar a la persona que amo.

Lucy abre sus ojos con sorpresa, casi saliéndose de sus cuencas. Su boca forma una o mientras lo señala con un dedo, juzgándolo. Lucy no dice nada cuando alza la mano y le da en la cabeza con la palma abierta. Gray se sorprende por su reacción tan impulsiva. Bueno, entiendan a Lucy, este tipo simplemente dijo que le hicieron daño a Juvia y que le ama. Así como alguien que habla del clima. ¡Esas cosas no son tan fáciles de decir! Lucy lo mira mal, volviéndolo a señalar con un dedo.

— Tremendo tipo de amor.

— No me juzgues, es difícil. Jodidamente difícil. Tú misma conociste a la Juvia cerrada. Ella se dio cuenta de algo que yo apenas acabo de notar. Fui egoísta mucho tiempo, no me importaba nada más que estar con Juvia al punto que obviaba mi entorno. Creo que eres conocedora del por qué me gané cierto tipo de reputación de Fuck Boy y Chico Buscapleitos.

Lucy arruga su ceño, recordando fácilmente el historial delincuente de Gray, donde por primera vez le hizo caso a su apariencia y se metía en peleas casi todos los días finalizando su primer semestre. ¡Fue una odisea! Todo el mundo salía golpeado, el chico incluso apareció en el periódico de la universidad, los profesores no lo expulsaron porque era defensa propia. Gray nunca fue estúpido, jamás fue el primero en dar el primer golpe. El por qué de las peleas jamás se dio a conocer. Con la reciente afirmación de Kurosawa Gray ante su enamoramiento hacia su linda Juvia, la respuesta es tan clara como el mar de Shizuoka.

— Aun así, no me agradas, Kurosawa. — Replica la rubia un poco frustrada.

— Lo sé. — Gray le dedica una sonrisa ladina, sentándose en la mesa que está frente a la rubia. — No estoy haciendo esto para agradarte. Tampoco para expiar mis pecados, son demasiados como para irse en una pequeña venganza. — Replica moviendo su mano de un lado a otro. — Quiero hacer las cosas bien esta vez.

— ¿Las cosas bien? — Lucy ladea un poco su cabeza confundida por eso.

Gray le observa detrás de sus pestañas gruesas, son cortas pero gruesas lo que ocasiona que sus ojos se vean un poco más oscuros. — Me importa poco si te agrado, tú y yo tenemos algo en común, el amor que sentimos por Juvia. Eres una persona observadora, ¿no? Conoces todo de todo el mundo. Una especie de Stalker, si no me equivoco. — Lucy lo mira sorprendida. — La manera en la que sueles soltar información de las personas para intimidarlas es perfecta. Te he visto en el techo de este edificio un par de veces. Eres un como un halcón vigilando la vida de los demás. Un pasatiempo raro, pero efectivo... ¿no?

Lucy hace una mueca de incomodidad. Bien, Gray gana esta ronda.

— Prometo cargar con todo el peso que haga esta persona. No quedarás involucrada. Eres la única persona en la que puedo confiar para realizar esto. Tanto por tus capacidades, como por tú como persona.

Sweet Chaos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora