Doctrina romántica del postpositivismo utópico [BrightWin]

Sobre lo que es verdaderamente bueno.

Win no quería seguir escuchando al par de personas que tenía frente a él, estaba demasiado herido, en esos momentos, la idea de correr a su departamento y llorar por un par de horas se pintaba de la mejor manera, así que sin esperar un minuto más, dejo caer el ramo de flores, que tenía, contra el piso, los pétalos se esparcieron sobre el lugar, lanzo un suspiro y camino lentamente hacia la salida, sus pasos eran cortos, la luz de la iglesia se pegaba contra cada centímetro de su piel, el brillo en sus ojos ya no estaba, sus labios temblaron y cuando se sintió lo suficientemente lejos del altar, dejo que las lágrimas resbalaran por sus mejillas, una tras a otra.

—¡¿Win?! —le grito Off pero lo ignoro, prefirió dejar todo atrás, su situación actual era real, no había más motivos para permanecer en la iglesia. Ya no más, había tenido suficiente de todo y de todos.

No supo exactamente cuánto tiempo estuvo caminando, los recuerdos parecían agobiarlo, y aunque lo cierto era que Win deseaba profundamente olvidarse del tema de Tay y New, su cabeza se empeñaba en recordarle lo mismo a cada instante, sobre todo cuando se decía a si mismo que había sido un completo tonto al aceptar casarse con Tay cuando la relación de ambos se había desarrollado por dos meses, Win lo sabía, ese tiempo no era suficiente para concretar una relación, pero en aquel entonces había estado ilusionado con Tay, tanto que había ignorado el hecho de que aunque New y Tay eran ex novios parecían tener demasiado contacto.

Win mordió sus labios al recordar que Tay solía hablar demasiado con New por Line. Win se odio por eso, porque aunque Tay le había dicho que no pasaba nada, estaba claro que si estaban teniendo algo, probablemente estaban burlándose en su cara, Win lo imaginaba otra vez, mientras él se mataba planeando una perfecta boda, Tay y New estaban revolcándose a sus espaldas, mientras él se esmeraba en convencer a sus padres por aceptar su precipitada decisión, Tay se esforzaba por complacer a New con su boca y hacerlo sentir completamente bien, mientras que Win estaba comprando sus trajes para que su mágico día fuese radiante, Tay estaba dejándose marcar por los pecaminosos labios de New y mierda, Win quería matarlos.

La fase de dolor había pasado, y ahora tenía la fase de ira recorriendo cada sentido de su cuerpo, Win quería tener en frente a Tay y cogerlo del cabello muy fuertemente para luego arrastrarlo hasta cada uno de sus invitados y obligarlo a pedir disculpas por haber malgastado su precioso tiempo.

Win detuvo sus pasos y con la molestia brotando de sus ojos, cogió su celular y comenzó a escribir diversos mensajes para Tay, sabía que él no le contestaría, pero diablos, llenaría su puto buzón de mensajes con puro y macizo odio, con todas sus maldiciones y con sus crueles deseos de que Tay fuese infeliz con New, porque Win no podía entenderlo, si ambos habrían querido estar juntos, ¿Qué necesidad había de jugar con su corazón y hacerlo quedar como un tonto?

Win tenía tantas cosas que reprocharles, su vista voló hacia su twitter, Win no se consideraba a sí mismo como una persona vengativa y mucho menos impulsiva, pero por algún motivo, en esos momentos deseaba escribir un par de twits para que todas sus fans se enterasen de lo desafortunado que había sido, la idea de plantarse como un novio abandonado y con el corazón roto ante todos sus seguidores adquiría fuerza. ¿Qué más podía pasar? Solo quería que todo el mundo supiese el tipo de cochinada que New y Tay le habían hecho.

—Yo no lo haría si fuera tú.

Win levanto su vista de golpe, observo por un par de minutos a su alrededor, no había nada, su corazón palpito con fuerza y sintió que su boca se secaba, relamió sus propios labios y apretó su celular contra sus dedos, sus instintos le gritaban que algo malo pasaba, el viento de la calle se pegó contra su rostro, se encontraba de pie en medio de la acera, eran las ocho de la noche por lo que las calles no se encontraban desiertas, algunas personas pasaban por su lado, pero por alguna extraña razón se sentía extremadamente asustado.